Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

miércoles, octubre 4

Punción seca: pinchazos contra el dolor

(Un texto de Pablo Francescutti en la revista Mujer de Hoy del 18 de junio de 2016)

Tiene raíces asiáticas, alivia el dolor con agujas, actúa sobre puntos corporales... pero no es acupuntura. Es una técnica terapéutica intramuscular surgida de la medicina occidental que gana adeptos a medida que se difunden sus beneficios.

[...] el especialista [...] saca y mete varias veces la aguja, durante un periodo de 60 y 90 segundos. Duele, pero es soportable. Producir dolor para eliminar el dolor, tal es el secreto de este método poco conocido en España. [...]

En contra de lo que parece, los puntos pinchados no guardan relación con los meridianos de la medicina china a través de esos canales circula el Qi (pronúnciese "chi"): los flujos vitales de los que dependen la salud y la enfermedad. Insertando sus agujas en el cuerpo del paciente, el acupuntor interactúa con el Qi para reequilibrarlo y así mitigar o curar las afecciones.

La punción seca, en cambio, trabaja con nudos de contracción muscular llamados "puntos-gatillo". Desde ellos se expande el dolor miofascial, que a veces se expresa como un hormigueo o quemazón sensible a bastante distancia de su origen. No hay en juego meridianos ni energías bloqueadas; solo fibras híper irritadas por sobrecargas, estrés o malas posturas, o sea fisiología de lo más terrenal. Por añadidura, mientras los puntos acupunturales son fijos (en toda consulta de acupuntor cuelga un mapa anatómico con su distribución), los "puntos-gatillo" varían en cada paciente y el fisioterapeuta debe encontrarlos valiéndose de su conocimiento de las disfunciones del sistema músculo-esquelético.

Gracias a la espalda de Kennedy

Aunque su origen se discute, todos coinciden en que la punción seca saltó a la fama en Taiwán. En esa isla, un fisioterapeuta de nombre Chang-Zern Hon observó un fenómeno curioso mientras infiltraba anestésicos a sus pacientes: estos notaban mejorías que no guardaban relación con el líquido inyectado, lo que les aliviaba era el pinchazo. Procedió entonces a pincharles sin introducir sustancia alguna (de allí el nombre de punción seca) y, a base de ensayo y error, recolectó las pruebas de sus beneficios que publicó en 1994 en una revista científica y sirvieron a la novedosa técnica de rampa de lanzamiento.

Poco tardaron los estadounidenses en perfeccionarla. De entrada, sustituyeron la aguja hueca de la hipodérmica por la sólida de acupuntura, que penetra más fácilmente el tejido muscular y es mejor tolerada. Además, echaron mano del conocimiento acumulado sobre los puntos-gatillo desde que, en los años 60, David Simmons y Janet Travell la doctora que atendía las molestias de espalda del presidente John F. Kennedy detectaron zonas del músculo acortadas y tensas que actúan de disparadores del dolor. A partir de ese hallazgo, Travell desarrolló el concepto de síndrome del dolor miofascial, un cuadro de dolor regional de origen muscular en cuyo seno se aloja un punto-gatillo.

Hoy, la punción seca se practica en diversos países. En España la aplican los fisioterapeutas. "Esta técnica contrae el músculo afectado hasta producir su relajación", explica César Fernández de las Peñas, director del Departamento de Fisioterapia, Terapia ocupacional, Rehabilitación y Medicina Física de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de Madrid. El bienestar alcanzado no se explica solamente por un efecto placebo: se ha comprobado que la estimulación intramuscular con agujas produce cambios objetivos en la zona tratada, pues mejora la oxigenación celular y el flujo sanguíneo a la vez que reduce la concentración de los agentes químicos implicados en la respuesta dolorosa.

Atacar o esperar

El objetivo es claro: eliminar el sufrimiento causado por las tensiones musculares en las que haya puntos-gatillo implicados. "A nuestra consulta acuden sobre todo pacientes aquejados de dolores de espalda y de cuello", detalla Jorge Rodrigo, profesor de la Escuela de Fisioterapia de Toledo adscrita a la Universidad de Castilla-La Mancha. La suya es una clientela mayormente femenina, un sesgo de género que atribuye a que "las mujeres son más conscientes de la necesidad de atacar el dolor, mientras el hombre prefiere aguantar y a esperar que se le pase".

¿Cuántos pinchazos son necesarios? Por lo general, los síntomas desaparecen tras la primera intervención, coinciden los expertos. En caso de que las molestias reaparezcan, se vuelve a aplicar la punción seca las veces que haga falta espaciando las sesiones.

La punción seca resulta eficaz en dolores crónicos musculo-esqueléticos: contracturas, fibromialgia y patologías de tipo postural y laboral. "También da muy buen resultado en dolores ginecológicos, migrañas y cefaleas", precisa Fernández de las Peñas.

Pero que nadie piense que se trata de una panacea: la duración del efecto tonificante depende mucho de la actividad física del paciente. Advierten los fisioterapeutas que una persona sedentaria necesitará, al cabo de una semana o un mes, repetir sesiones o completarlas con otros tratamientos. Y desde luego, no se recomienda este sistema a quienes tienen pánico a las agujas. Tampoco le conviene a las embarazadas con trastornos derivados de puntos-gatillo localizados en las regiones pélvica y abdominal. En cuanto a reacciones adversas, "rara vez se produce sangrado. Lo más común es sentir agujetas que a las 48 horas desaparecen", asegura César Fernández de las Peñas.

¿Acabará la punción seca por reemplazar a la acupuntura? Los especialistas se niegan a oponer ambas modalidades. "Las dos son válidas, una llega adonde la otra no", afirma Fernández de las Peñas. Y Jorge Rodrigo destaca su función complementaria: "Si el paciente viene muy dolorido y demanda un alivio rápido, se aconseja la punción seca, que se puede simultanear con pinchazos en ciertos puntos acupunturales", precisa.

La diferencia entre ambas radica entre el enfoque puntual de la punción seca, centrada en el tratamiento de dolencias concretas, y la visión holística de la medicina china, que no trata enfermedades sino enfermos. La acupuntura tiene efectos menos intensos y más lentos, pero conduce a un estado de equilibrio más duradero. Por otra parte, "no es del todo cierto que el concepto de punto-gatillo sea ajeno al bagaje de la acupuntura", señala Jorge Rodrigo. 

Según este especialista se conocen 1.400 y 1.600 puntos acupunturales, de los cuales solo 365 corresponden a los meridianos. Entre los demás figuran los puntos ah shi, desde los cuales se irradia el dolor, y por lo tanto equivalen a los puntos-gatillo. No sorprende que algunos consideren a la punción seca una acupuntura al estilo ah shi de cuño occidental. Pero como dicen en China, "no importa que el gato sea negro o blanco, lo importante es que cace ratones". Y a la vista de los resultados, la punción seca caza muchos ratones.

Agujas milenarias:
  • La acupuntura ya existía en Asia hace 2.000 años. Si bien llegó a Estados Unidos a mediados del siglo XIX, de la mano de inmigrantes asiáticos. su proyección internacional se inició tras la visita de Richard Nixon a China en 1971.
  • En España solo está regulado su ejercicio en centros sanitarios, siendo el médico el responsable de los tratamientos mediante "técnicas de estimulación periférica con agujas". Salvo algunas excepciones en Andalucía y Cataluña, no entra dentro del catálogo de las prestaciones que ofrece la sanidad pública.
  • La creencia de la acupuntura en flujos energéticos de naturaleza mística ha llevado a sus detractores a tacharla de pseudociencia. Pese a ello, en 1996 la Organización Mundial de la Salud, basándose en los ensayos clínicos disponibles hasta ese momento, reconoció que tenía un impacto positivo en un largo listado de enfermedades. Y aunque aún no se han aclarado sus mecanismos fisiológicos, Jorge Rodrigo lo tiene claro: "Para situaciones de crisis cáncer, por ejemplo, la medicina occidental es obligada. Para procesos crónicos como dolores sin causa orgánica o el sufrimiento oncológico, mi opción es la acupuntura".

Etiquetas: