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miércoles, julio 18

Los protagonistas de la historia

(Son los protagonistas de la historia de ayer, y también lo he extraído del mismo artículo de Antonio Padilla)

El capitán.- Cuando la labor de estos soldados empezó a ser sonada, Patton puso al frente de la unidad al capitán Robert Posey, arquitecto de formación. Por rango, era él el jefe de la MFAA, pero la autoridad recaía en Stout, quien hasta su llegada había sido el orgaizador de los hombres de los Monumentos. Con todo, el mayor hallazgo artístico - el botín personal de Hitler- se logró gracias a Posey.

El intelectual.- El personaje clave en la catalogación de las obras y uno de los que más y mejor narró tiempo después la labor de la unidad, fue Lincoln Kirstein, asistente de Posey. Era un judío neoyorquino de familia rica, maniaco-depresivo, casado, homosexual, y vividor. Después de la guerra sería uno de los cofundadores del legendario Ballet de Nueva York.

Los malos.- Hitler estaba obsesionado con transformar Linz en una ciudad monumental, sede del mayor museo del mundo. Para ello atesoraba una ingente cantidad de obras. En esa ambición sólo tenía un competidor, Göring, que ansiaba su propia colección. En sus últimos días en el búnker, Hitler pasaba horas mirando la maqueta del "nuevo Linz" que había hecho el arquitecto Speer.

El cerebro.- El teniente George Stout nació en una humilde familia de Iowa, de donde salió para alistarse en el ejército. Sirvió en Europa durante la Primera Guerra Mundial y, cuando regresó, decidió estudiar arte pero no tenía dinero. Para cuando pudo ingresar en Harvard tenía 28 años, estaba casado y esperando un hijo. Apenas tenían para sobrevivir. Pero su vocación era clara. Comenzó a trabajar en un museo local como conservador. Era inteligente, disciplinado y meticuloso hasta el extremo. Cuando en 1943 EEUU entra en la guerra, con 47 años, se ofrece voluntario para ir al frente. Pronto repara en el saqueo artístico y se centra en ello. Le dan una unidad de 15 hombres, sin ningún medio y poca autoridad, pero no se desanimó. Era un líder nato y consiguió animar a sus hombres. Stout estuvo en Europa poco más de un año, pero catalogó miles de obras, interrogó a docenas de oficiales nazis y recorrió más de 80.000 Km.

En todo ese tiempo sólo descansó un día. Entonces pidió que lo transladarán al Pacífico. Hizo una labor de catalogación artística en Japón y en 1947 regresó a Boston, donde dirigió dos museos. Cuando se retiró, en 1970, estaba considerado uno de los gigantes de la conservación, pero sobre su labor en la guerra se sabía poco; entre otras cosas porque, al ser un hombre parco en palabras, rara vez habló de ello.