Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

martes, febrero 28

Sopa de pollo

(Extraído de un artículo de Carmen Machado en el Magazine de El Mundo del 12 de febrero)

[...] una investigación realizada recientemente por Ken Albala, historiador de la Universidad del Pacífico, en California (EEUU), señala que cuando nos sentimos enfermos la sopa de pollo es un alimento recomendable, sobre todo porque es "una comida liviana, nutritiva, restauradora y de fácil digestión". Según el estudio de Albala, "es similar a lo que se da de comer a los bebés: es un alimento nutritivo, pero su digestión no requiere gran esfuerzo, y es una forma de hacernos sentir bien y de regresar a lo más básico". Y lo más básico es, sin duda, esa sopa humeante y aromática que las madres han preparado durante siglos para sus hijos enfermos.

La historia viene de lejos. Como cuenta Carlos Azcoytia, director de la revista digital historiacocina.com y presidente de la ONG Grupo Gastronautas, "el pollo se utiliza en la alimentación desde el primer contacto con ese animal, dada la facilidad para su caza. Estas aves proceden de la India oriental y las estribaciones del Himalaya. Las primeras noticias documentadas proceden de los tiempos de Tutmosis III en Egipto, entre los años 1.500 y 1.450 a.C., ya que formaban parte del tributo de un pueblo asiático al faraón. De allí se extendieron al resto de Europa y fueron traídas a España en el siglo VII a.C. por los fenicios", explica.

Desde que el pollo fue a la cazuela comenzaron a atribuírsele propiedades curativas. Según Azcoytia, "Dioscórides, un médico griego del siglo I, recomendaba esta sopa para combatir diferentes enfermedades, entre ellas el asma". Y en el siglo XII el médico judío Maimónides afirmaba otro tanto y cuentan que a base de sopa de pollo logró curar el asma del hijo del sultán Saladino. De hecho, los recetarios médicos judíos medievales están llenos de referencias a sus cualidades digestivas y anticongestionantes, de forma que esta sopa se ha conocido como la "penicilina judía", y tal vez por eso, en la obra Manual de Mujeres, un anónimo castellano del siglo XVI, se ensalzan sus virtudes para curar a los enfermos.

De todos es sabido que las mujeres que acababan de dar a luz eran reconfortadas tras el parto con una sopa de pollo o gallina, costumbre que aún pervive en nuestros días. [...] ¿Por qué de pollo y no de otro tipo e carne? El doctor Ziment, neumólogo de la Universidad de California, ha publicado varios trabajos al respecto en los que se asegura que al hervir la sopa se libera cisteína, un aminoácido natural que contiene el pollo. Este elemento tiene un gran parecido químico con la acetilcisteína, fármaco recomendado en caso de bronquitis e infecciones respiratorias. Y el doctor Ziment añade la acetilcisteína se obtuvo inicialmente de las plumas y la piel de pollo.

El doctor Jesús Román, presidente de la Fundación Alimentación Saludable, matiza que las afirmaciones de Ziment son ciertas pero "hay que entender que la dosis y concentración del fármaco acetilcisteína es la que tiene un efecto sobre la fisiología del organismo. La concentración existente en el pollo es baja". Es decir, que no podemos afirmar que la sopa de pollo sea un medicamento, pero sí que es un plato recomendable para los enfermos porque, como asegura Román, "ingerir las sopas calientes es lo que, usualmente, proporciona alivio y seguridad al paciente". Y es que esa es una de las claves que hay que tener en cuenta: para que la sopa de pollo surta efecto hay que ingerirla bien caliente. El doctor Marvin Sackner, neumólogo del centro médico Mount Sinai, de Miami (EEUU), publicó en 1978 un estudio sobre la sopa de pollo en la revista médica Chefs, y concluyó, entre otras afirmaciones, que "contiene una substancia aromática que ayuda a despejar las vías respiratorias". O sea, que es como si estuviéramos haciendo vahos pero en lugar de hacerlos con eucaliptos, nos servimos de los ingredientes más típicos de la sopa de pollo: la cebolla, un típico remedio casero anticongestivo debido a su contenido en aminoácidos y flavonoides; el ajo, antibiótico natural; y su poquito de picante -puede ser pimienta negra- ya que, según el doctor Ziment, las substancias picantes activan los receptores nerviosos que envían mensajes al cerebro, el cual actúa sobre las glándulas productoras de las mucosidades logrando que éstas se hagan más líquidas y puedan ser expulsadas con mayor facilidad.

[...]

lunes, febrero 27

Palomitas de maíz

(Escrito por G.E. en el XLSemanal del 1 de enero de este año)

[...] el libro Modernist Cuisine: el arte y la ciencia de la cocina, editado por Taschen, revela las técnicas culinarias inspiradas en la ciencia. Entre ellas, la "explosión" de una palomita de maíz.

[...] la explicación técnica de la "explosión" está en la humedad que contiene cada grano de maíz en su núcleo almidonado. La corteza externa es muy gruesa e impermeable. Cuando el grano es calentado hasta los 175ºC, el agua interior se convierte en vapor y genera presión. En un punto, la corteza estalla y la explosión voltea el grano hacia fuera, al tiempo que el almidón se convierte en una especie de espuma... Sólo queda disfrutarlas.

Notas:
Comer palomitas en los cines se puso de moda en EEUU en la primera época del cine mudo. Las películas eran largas y las palomitas, fáciles de preparar y consumir.

En 1885 Charles Cretors patentó en Chicago la máquina para fabricar palomitas de maíz. No obstante, es una costumbre antigua: en cuevas de Colombia y México se han encontrado restos de palomitas de hace más de 5.000 años.

domingo, febrero 26

Barrio sésamo: bueno, malo, jodido

(Recibido por email hace unos años)

¡Hola amiguitos!

Hoy vamos a aprender la diferencia entre Bueno, Malo y Jodido

Bueno: Decides no tener más hijos
Malo: no encuentras las pildoras anticonceptivas
Jodido: las tiene tu hija

Bueno: tu hijo esta siempre en su cuarto estudiando
Malo: descubres que tiene peliculas porno
Jodido: tu sales en ellas

Bueno: tu hijo está madurando por fin
Malo: se acuesta con la vecina de enfrente
Jodido: tu también

Bueno: tu marido entiende de ropa femenina
Malo: tu marido se pone tu ropa
Jodido: le queda mejor que a tí

Bueno: tu hijo esta saliendo con alguien
Malo: es un hombre
jodido: es tu mejor amigo

Bueno: das clases de educacion sexual a tu hija
Malo: te interrumpe constantemente
Jodido: para hacerte correcciones

Bueno: tu mujer esta embarazada
Malo: son trillizos
Jodido: te hiciste la vasectomia hace 3 años

Bueno: Tu hija consiguió trabajo
Malo: como prostituta
Jodido: tus compañeros de trabajo son sus clientes
Muy jodido: gana más que tú

viernes, febrero 24

Esclavas de la moda

(Así son las cosas, no nos engañemos....)

Las mujeres somos victimas de un complot urdido por mentes perversas que se reúnen en un lugar secreto y deciden lo que ellos llaman "tendencias de moda". ¿Quiénes son? ¿Cómo lo hacen?

Yo me imagino que llega Paco Rabanne y dice:
- "Veo, veo que este año se va a llevar el azul petróleo".

Y saltan a dúo Victorio y Lucchino:
- "Eso, eso. Y los jerséis sin mangas, pero de cuello alto ¡y que se jodan!"
Y date por jodida ! Porque la moda no es una industria.

Y de esos seres que nos odian ¿qué podemos esperar?
Si nos hacen ir con estos pantalones que se abrochan en la rabadilla y nos hacen creer que vamos bien. (Creo que lo hacen para que luzcamos esos ridículos tangas que tanto molestan). O con esos otros pantalones de pata larga que vas limpiando las aceras.

¿Ustedes saben lo que son las fashion victims? Son las mujeres que han caído en sus redes y ya no pueden escapar. Esas que cuando se acercan a un escaparate, oyen voces en su cabeza: "El poder de la moda te obliga", "el poder de Dior te gobierna".

Realmente, yo me di cuenta del poder que tiene esta secta cuando intenté comprarme un vestido rojo. Parece fácil, ¿verdad? Un vestido rojo. Pues no.

¡Porque las tiendas están en el ajo! Son las representantes de Dior en la tierra.
Y, claro, llego yo, y le digo a la dependienta:
- Buscaba un vestido rojo.
Y me suelta:
- ¿Rojo? Este año no viene nada en rojo. Este año viene el azul petróleo.
- ¿Y eso rojo de ahí?
- Eso es la funda del extintor, pero si quieres te la saco.

!Así es como empiezan las sectas: anulando tu voluntad! Porque, de
repente, me veo diciendo:
- Vale, sácame uno azul petróleo de la 38.
Y, en ese momento, la dependienta me mira como se mira un SEAT Panda desde un todoterreno:
- ¿La 38? Tú estarás entre la 40 y la 42.
Claro, yo la miré a ella como diciendo: "Y tú estarás entre gilipollas y tonta del culo"
Pero le dije:
- Perdona, yo soy una 38.
- No, si ya. Pero es que este año viene la 38 ceñida, ¿sabes?

Y es que ése es el segundo paso de la estrategia de la secta. Minarte la autoestima para poder dominarte mejor. Ahí, yo dije:

- Con esto no me pillan !Yo me pruebo la 38 aunque me la tenga que meter a rosca!
Y, claro, te miras al espejo y lo que ves es una morcilla. Una morcilla azul petróleo.

Y digo yo: si en todo el mundo un metro es un metro y un kilo es un kilo, ¿por que la talla 38 no es siempre la talla 38? Tú vas al Carrefour y la talla 38 se la puede poner King África y, sin embargo, te vas a Versace y la 38 no se la pone ni Melody.

Total, que hice lo que hacemos todas: llevármelo. Sí, porque pensé lo que pensamos todas: "Así me obligo a adelgazar". "Me obligo a adelgazar."

¿Seremos idiotas?

A las dos semanas te estás obligando a regalárselo a tu sobrina! Es como comprarte unos zapatos del 34 para obligarte a que te encoja el pie.

Pero es que ése es otro de los síntomas de que estás entrando en la secta:
someterte voluntariamente al sufrimiento físico. Aunque, a veces, cuando todavía no estas abducida del todo, consigues tener un momento de lucidez y decir: "No, no me lo llevo". Y, entonces, esa enviada del mal que es la dependienta te dice la frase definitiva:

- Llévatelo, no seas boba, ¡que lo puedes devolver!
¡Y lo compramos! Como lo puedes devolver... que es como comerte un trozo de moqueta: ¡como lo puedes devolver!

Así que volví a casa con mi vestido azul petróleo de la 38. Me lo pongo y le
pregunto a mi marido:
- ¿Cómo me queda?
- Pequeño.
- ¿Sí? ¿Me marca mucho?
- Te va a hacer llagas.
Ahí me dije: "Tere, contente. Ésta es otra prueba. La secta de la moda quiere que rompas lazos con tu entorno".
"¡No, no van a poder conmigo!" Me lancé a la calle y no paré hasta que encontré el único vestido rojo que quedaba en toda la ciudad.

Cuando lo vi, dije: "¡Me lo compro! ¡Que le den a Paco Rabanne. Y que Victorio le dé a Lucchino!"

¡Ja! Y salí de la tienda triunfante, con mi vestido rojo. Pero la alegría me duró dos escaparates. Es algo que nos pasa a todas las mujeres. De repente, se te viene el mundo encima: "Coño, ¿y que hago yo con un vestido rojo, si este año lo que se lleva es el azul petróleo?"

Oye, que no pude pegar ojo en toda la noche. Tuve unas pesadillas...

Estaba yo en una misa negra, atada de pies y manos, y los grandes gurús de la moda rodeándome como en Poltergeist: "Tereee: veeen hacia el glamouuuuur."

Total, que me desperté, empapada en sudor, y dije: "!Vale, está bien! !Me rindo!" Me unté entera con vaselina para que me entrara el traje, y me presenté en la boda de mi amiga Jessi, vestida de azul petróleo.

Cuando llegué a la iglesia me encontré con que íbamos todas iguales...

Allí había más azul petróleo que en una playa del golfo Pérsico.

Ahí te das cuenta de que te han captado, has entrado en la secta, y a partir de ese momento honrarás a Victorio y a Lucchino, no nombrarás a Chanel en vano y amarás a Dior sobre todas las cosas.

jueves, febrero 23

El otro cuento de la familia Grimm III

(Y ya el final)

Eran burgueses, pero sabían que los verdaderos guardianes de leyendas, los ecos de las voces ancestrales de walquirias y nibelungos, no eran ni médicos ni notarios, sino artesanos, sastres, campesinos, soldados, gavieros y niñeras. Se acercaron a ellos. A menudo eran abuelas como Friderike Mannel o Dorothea Viehmann, un auténtico filón que les regaló 37 de los cuentos que componen su famosa recopilación titulada Cuentos de niños y del hogar, publicada en dos volúmenes, el primero en 1812 y el segundo en 1815, y ampliada en 1857, dos años antes de la muerte de Wilhelm. Jacob falleció cuatro años después que su hermano, en 1863.

Los Grimm se identificaron con la gente del pueblo y la gente del pueblo les pagó con la misma moneda, respetándolos, admirándolos y contándoles cuentos. Como algunas de sus fuentes eran descendientes de los hugonotes franceses, les colaron cuentos que ya había contado el francés Perrault, como Barbazul, Caperucita roja, Pulgarcito o El gato con botas.

Sostenían que La bella durmiente, El sastrecillo valiente, Rapunzel y todos esos cuentos nacieron en La India, en la tradición oral del sánscrito, migraron al Mediterráneo vía África y luego más al norte, difundidos por viajeros, marinos, comerciantes, juglares y soldados. Los desmintió el investigador francés Joseph Bédier, que introdujo el concepto de poligénesis: en las mismas circunstancias, el mismo cuento puede nacer en distintos lugares. Hoy en día se habla del subsconsciente colectivo.

Lo cierto es que los hermanos Grimm, subidos a la ola nacionalista y romántica del filósofo Herder, empezaron a catalogar los últimos vestigios orales de un mundo primigenio con un propósito cinetífico, pero tambiñen político: la unificación de todos los territorios de lengua alemana. Veían esas historias como retazos fósiles de los pasados buenos tiempos en los que los alemanes vivían unidos y felices. Eran un documento que no se podía manipular, si acaso se limitaban a atemperar la crudeza de las versiones orales.

Aquella pareja inseparable rescató del olvido un mundo que contenía reyes y príncipes; pero también, y sobre todo, fieles sirvientes, honestos artesanos, pescadores, molineros, carboneros y pastores: las gentes humildes que habían permanecido cercanas a una naturaleza poblada por los espíritus de la edad dorada. Un mundo en el que el pobre podía hacerse rico y la fea concertirse en bella, en el que el sol, la luna y las estrellas hablaban con la música de las esferas.[...]

Esa inocente comunión de lo grande y lo pequeño, esa dulzura inefable, fue el soberbio regalo que aquellos dos severos académicos dieron a los niños de todo el mundo. Porque los Cuentos de niños y del hogar pasaron de ser fósiles para estudiosos a lecturas para niños, un clásico absoluto, amado generación tras generación.

No escribieron ninguno de sus cuentos, su mérito fue convertirse en anticuarios profesionales para salvarlos del olvido. A pesar de la gloria que les dió esa ocupación menor, no fueron ellos los primeros folkloristas en recopilar las viejas fábulas, sino el francés Charles Perrault, que cien años antes ya publicó una colección de cuentos clásicos infantiles. Madame D'Aulnoy siguió sus pasos con sus cuentos de hadas. En Alemania, el primero en recopilar cuentos populares fue Johann Karl August Musäus, que en 1782 ya tenía unos 90. Los poetas Joachim von Arnim y Clemens Brentano publicaron en 1805 su propia colección de cuentos populares, y fueron ellos quienes animaron a hacer lo mismo a los Grimm.

Lo hicieron con tanta pasión que en seis años ya tenían 200. Creían que eran oro enterrado en peligro de perderse, que era importante preservar esa cultura ancestral de su nación. A pesar de que no fueron propiamente escritores, sino científicos de la lengua, sus nombres han quedado asociados al mundo de la infancia, cosa que gustaba la menor y siempre disgustó al mayor.

miércoles, febrero 22

El otro cuento de la familia Grimm II

(Y sigue)

Jacob y Wilhelm Grimm compartieron no sólo la sangre y el apellido sino también el nombre de Carl (Jacob como tercer nombre; Wilhelm como segundo). Los mayores de una familia de nueve hermanos, nacieron con un año de diferencia (el mayor en 1785) y fueron como dos árboles nacidos de la misma raíz: crecieron juntos y desarrollaron la misma copa.

El gusto por su trabajo lo incubaron en los idílicos paisajes de su infancia en Hanau, un lugar pacífico en el electorado de Hesse que los aficionó a la melancolía de la herrumbrosa tradición. Sus investigaciones se entrelazan: ambos son los padres de los estudios de la antigüedad, la historia y la filología germánicas. Sus vidas se trenzan: amaron a las mismas mujeres, compartieron como siameses las penas y los júbilos y cuando el enfermizo Wilhelm se ponía malo, el adusto Jacob se deprimía y era incapaz de hacer nada hasta que su hermano no recuperaba la salud. Vivieron tiempos convulsos: la Revolución francesa, Napoleón, el colapso del Imperio Romano Germánico, Waterloo y la emergencia del primer Reich. Sus vidas fueron una montaña rusa en la que se alternaron la adversidad y el éxito, la miseria y la fama. Sus extraordinarios talentos fueron complementarios y en la imaginería de los grabados, los óleos y los bajorrelieves siempre se los pinta como dos perfiles paralelos en primer plano, Jacob con el rostro severo y los rasgos de la cara rodeados de rizos blancos; detrás, Wilhelm, de rasgos más dulces y amables, con los ojos de un poeta soñador.

Cuando, en 1796, murió el juez comarcal Philipp Grimm, dejó en desesperada situación económica a su viuda y a su numerosa prole. Eran nueve hijos y el mayor, Jacob, sólo tenía 9 años. Su madre lo mandó junto a su hermano Wilhelm a vivir con la tía Henriette. Jacob estudió derecho pero no llegó a acabar la carrera. Cuando murió su madre, él tenía 23 años y cinco hermanos menores a su cargo (otros tres habían muerto en la infancia), por lo que aceptó un puesto como bibliotecario del rey de Westfalia, un hermano de Napoleón.

Tras la caída de Bonaparte, se dedicó al servicio diplomático, vivió en París y asistió al Congreso de Viena. Pero no estaba a gusto lejos de Wilhelm, que también había estudiado derecho, y volvió a reunirse con él. Desde entonces no se separaron más. Los dos tenían una curiosidad insaciable, una poderosa fuerza de voluntad, una rigurosa autodisciplina y una memoria poco común; los dos eran bibliotecarios y catedráticos en Gotinga; los dos disfrutaban paseando por bucólicos prados que olían a heno, hojarasca y piñas, y en los que crecían el alhelí y el heliotropo, sus flores preferidas.

Y los dos conspiraron contra el absolutismo del rey de Hanover Ernest August II. Junto con otros cinco profesores firmaron un manifiesto contra la violación de la Constitución y para evitar la cárcel Jacob tuvo que refugiarse en Hesse. Hasta la frontera fue escoltado por un pelotón de dragones y por un convoy de estudiantes solidarios que caminaron seis horas de noche para poder aclamar al refugiado. Antes de cruzar la frontera un sonriente -por una vez- Jacob lanzó su sombrero a la multitud que jaleaba su nombre. Se instaló en Kassel con su inseparable Wilhelm que fue, como siempre, tras los pasos del hermano mayor.

Jacob, que era un adicto al trabajo, nunca había tenido novia. Era un misógino y se escurrió de algunos proyectos matrimoniales urdidos por su familia o por amigos. Con las mujeres era frío, distante y crítico. Sólo hubo tres excepciones: su hermana Lotte, su cuñada Dorothea y Bettina Brentano. Wilhelm se casó a los 39 años con su primera novia, Dorothea Wild, siete años menor que él. Se conserva su correspondencia con otras jóvenes como Jenny von Droste-Hülshoff, que durante muchos años guardó las flores que él había cortado para ella. Amó también a Wilhelmine von Schwertzells. Si eligió a Dorothea fue, entre otras cosas, porque la familia Wild había aportado 35 cuentos a su colección. Fueron felices y tuvieron cuatro hijos, de los cuales el mayor murió en la infancia. Se llamaba Jacob como su tío, que vivió la mitad de su vida con la familia de su hermano menor.

(Y mañana más)

martes, febrero 21

El otro cuento de la familia Grimm I

(Un artículo de Gonzalo Ugidos en el Magazine de El Mundo del 5 de febrero de 2012)

Érase una vez, allá a principios del siglo XIX, una pareja de hermanos treintañeros que estaban muy ocupados en una extraña tarea, tan extraña que sus colegas filólogos y otros intelectuales la encontraban indigna de escritores serios. Los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm coleccionaban cuentos populares como si fueran cazadores de mariposas. Querían cazar los cuentos mientras aún estuvieran vivos. Buscaban viejas campesinas en perdidas aldeas y en los pueblos cercanos y las seducían para que les contaran una leyenda, un mito, una balada, un viejo romance. Les gustaban esas historias, eran unos románticos empedernidos, unos nacionalistas apegados a su tierra y el Volkgeist (espíritu del pueblo) les parecía tan sabroso como el pan hecho en casa.

El mayor, Jacob, era un tipo huraño, solitario y con mentalidad científica. Quería esos cuentos como objeto de estudio para filólogos e historiadores. Wilhelm, el menor, tenía un carácter más risueño, era sociable y extrovertido, tenía una mentalidad poética y no descartaba que esas fábulas pudieran, además, entretener a los niños y a los adultos que no hubieran perdido del todo la inocencia. Pero ni siquiera esa discrepancia los separó y, en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, se amaron y respetaron todos los días de su vida.

Algunos, perplejos por la fortaleza del vínculo, han sospechado que esa fraternidad era antinatural y escondía siniestros abismos freudianos. De hecho, Wilhelm vivió toda la vida a la sombra de su genial hermano mayor y parece relevante sólo en tanto es el otro Grimm. Por su agresivo nacionalismo, no han faltado críticos que han visto en la extraña pareja algunos rasgos de la peor herencia alemana. Se basan no sólo en sus biografías, sino en que muchos de sus cuentos glorificaron una forma exagerada de la peligrosa idea de "la sangre y la tierra". Han sido también acusados de antisemitismo por ridiculizar a los judíos y atribuirles dudosas cualidades. También por su insistencia en las raíces indoeuropeas de sus cuentos. Cuentos arios.

[Mañana sigue...]

lunes, febrero 20

Los últimos de Filipinas

(Un artículo de José Javier Esparza encontrado de casualidad en elmanifiesto.com)

Hoy muchos españoles ignoran quiénes fueron los héroes de Baler. Quizá ni siquiera el título de “los últimos de Filipinas” les evoque otra cosa que una vieja película. Pero aquellos hombres, los últimos de Filipinas, escribieron una gesta realmente extraordinaria: casi un año soportaron el asedio del enemigo en una pequeña iglesia de un rincón perdido del archipiélago. Se negaron a creer que España hubiera abandonado las Filipinas y mantuvieron la bandera, frente a un enemigo muy superior, hasta que no les cupo la menor duda de que aquello ya no era suelo español. Una aventura excepcional.
Estamos en Filipinas en 1898. Los norteamericanos han empezado a ejercer de gran potencia: quieren dominar América y controlar el Pacífico. Su primer objetivo será un viejo país europeo, empequeñecido y menesteroso, que sin embargo aún tiene su bandera en aquellos lugares: España. La bandera española ondea en Cuba, en Filipinas y también en Guaján o Guam, en las islas Marianas. Son los restos del viejo imperio. Los yanquis saben de nuestra debilidad. Saben también que, desde algunos años atrás, Cuba y Filipinas viven una fuerte efervescencia antiespañola. En Cuba la guerra viene siendo larga y costosa. En Filipinas no ha sido tan grave: a España no le había costado mucho mantener el orden; los disturbios, aunque serios, se habían limitado al área de la capital, Manila.
No lejos de Manila hay un distrito bastante tranquilo: el del Príncipe. Su capital era Baler, una aldea compuesta por una iglesia, un hospital, la casa del gobernador, los barracones de la tropa (un cabo y cuatro guardias civiles) y las viviendas de los nativos. Aunque Baler, sobre el mapa, está cerca de Manila, en la práctica está muy lejos: rodeada de montañas y aislada por un río, sus comunicaciones con el exterior son dificilísimas. También allí había llegado la guerra. Desde agosto de 1897, el pacífico poblado había sido escenario de enfrentamientos entre los rebeldes tagalos, escondidos en la selva, y las tropas españolas enviadas de refuerzo. La calma volverá cuando el líder independentista, Aguinaldo, sea derrotado. Pero como Baler se ha convertido en un foco de conflicto, España decide reforzar el puesto: así, hacia febrero de 1898 se instalan en Baler 50 hombres al mando de los tenientes Juan Alonso Zayas y Saturnino Martín Cerezo, bajo la autoridad del nuevo gobernador de la plaza, el capitán Enrique de las Morenas. Y en ese momento, cuando parece que la paz ha vuelto a Baler, los yanquis declaran la guerra a España.
El destacamento español de Baler, aislado en aquel lugar, lo ignora todo sobre la guerra con Norteamérica. Bastante tiene el capitán De las Morenas con prevenir nuevas insurrecciones: los tagalos están en la selva, esperando la oportunidad de volver al ataque. Hasta junio no se enteran los de Baler de que están en guerra con los EEUU. Ese mismo mes, los tagalos vuelven a la carga. Un día, el poblado amanece desierto: claro indicio de que va a comenzar el ataque. Los españoles se encierran en la iglesia y cortan toda comunicación con el exterior. Comienza así un asedio que hará historia.
La presencia española en Filipinas se desploma. Los rebeldes tagalos suman decenas de miles. Para colmo, los yanquis desembarcan a todo un cuerpo de ejército. Las tropas españolas no pueden oponer resistencia. Cae toda la provincia de Luzón. Manila está sitiada. Los rebeldes proclaman la independencia. Pero, en Baler, los españoles aguantan. Los filipinos, cada vez más numerosos, les envían mensajes: que Filipinas ha caído, que toda resistencia es inútil, que se rindan y serán bien tratados… Pero los de Baler se niegan a creerlo. Se suceden los combates. Los españoles, firmes, resisten. Exasperado, el mando filipino les plantea un ultimátum. Decía así:
“Acabo de llegar con tres columnas de mi comando y, enterado de la resistencia inútil que mantenéis, os informo de que si deponéis las armas en el plazo de veinticuatro horas, respetaré vuestras vidas y propiedades, y seréis tratados con toda consideración. De lo contrario, os obligaré a entregarlas. No tendré ninguna compasión de nadie y haré responsables a los oficiales de cualquier fatalidad que pueda ocurrir.”
Los españoles de Baler deliberan. Piensan que todas las noticias que les dan los tagalos sobre el hundimiento español son simples engaños. No están dispuestos a rendirse. Así contestaron los nuestros:
“A mediodía de hoy termina el período fijado en su amenaza. Los oficiales no pueden ser considerados responsables de las fatalidades que ocurran. Nos une la determinación de cumplir con nuestro deber, y deberás comprender que si tomas posesión de la iglesia, será solamente cuando no haya nada en ella más que los cuerpos muertos. La muerte es preferible a la deshonra”.
La capacidad de resistencia de los españoles es inaudita. Hacen un pozo para obtener agua. Sacan víveres de donde pueden. Con piezas viejas y pólvora de cohetes fabrican dos cañones. Los filipinos disparan desde todas partes. Pasan los meses. La iglesia está semiderruida, aumentan las bajas, pero Baler aguanta. Una y otra vez intentan los filipinos que los españoles se rindan. Inútilmente. Durante el verano de 1898 se consuma el desastre: cae Manila, España entrega las islas, las tropas vuelven a casa, pero los de Baler, ignorantes de todo eso, resisten. Los tagalos envían a dos sacerdotes españoles para que le cuenten la verdad a De las Morenas; pero el capitán no les cree y, aún más sorprendente, los sacerdotes deciden quedarse con los sitiados. Aquel puñado de hombres es un microcosmos de España: hay andaluces, valencianos, canarios, catalanes, castellanos, gallegos… Los manda un teniente de Cáceres, con un corneta de Zaragoza. ¿Por qué se obstinan en no creer a los filipinos? Porque les parece inverosímil que las islas se hayan perdido en tan poco tiempo. Por eso resisten.
Por si las cosas estuvieran poco difíciles, empieza a hacer estragos el beriberi, una enfermedad que se contrae por falta de vitamina B1. Los sitiados ya no tienen zapatos; se fabrican zuecos con madera y cuerdas. Sus ropas están deshechas; se confeccionan uniformes con sábanas del hospital. A finales de noviembre, De las Morenas se siente morir: es el beriberi. ¿Qué hace? Envía una carta a los filipinos instándoles a que se rindan y entreguen las armas, prometiéndoles que recibirán un trato benévolo. El enemigo reacciona con furia; la resistencia española no se quiebra. Hacia diciembre, en la iglesia de Baler quedan sólo 35 hombres. Los españoles están exhaustos, pero el nuevo jefe, el teniente Cerezo, ordena celebrar fiestas todas las tardes, con música y canciones, para demostrar que la moral de los sitiados no mengua. Más aún: los españoles todavía tienen arrestos para hacer varias salidas y quemar las posiciones avanzadas de los filipinos, ganarles terreno, cazar su ganado, robarles víveres.
El 21 de enero de 1899, el ya presidente Aguinaldo firmaba la Constitución filipina. Los norteamericanos, por su parte, reclamaban la soberanía sobre las islas. El conflicto entre ellos estallará en febrero. Pero los españoles de Baler, ajenos a todo, seguían manteniendo la bandera en su ruinosa iglesia. Es ya el mes de marzo cuando Aguinaldo, exasperado, manda refuerzos. Los filipinos cañonean sin cesar; los españoles no se rinden. Llevan 282 días de sitio. Se les han acabado los víveres; comen hierba, ratas, caracoles, pájaros. El teniente médico Vigil, herido y enfermo, se hace desplazar en un sillón para atender a los otros heridos. A finales de mayo de 1899, los filipinos intentan un asalto general, pero son rechazados por los españoles y se retiran dejando 17 muertos en el campo. Es por entonces cuando llega un emisario español: el teniente coronel Aguilar, del Estado Mayor del general De los Ríos. Aguilar se entrevista con Cerezo y le cuenta que Filipinas se ha perdido, pero Cerezo no puede creerlo. Así fue la conversación:
- "¡Pero hombre! ¿qué tengo que hacer para que Vd. me crea, espera que venga el General Ríos en persona?"
- "Si viniera, entonces sí que obedecería las órdenes".
Sin embargo, lo que despejó todas las dudas fue uno de los periódicos españoles que Aguilar dejó a los sitiados: allí Cerezo leyó una noticia que no podía ser un truco, porque hablaba de un amigo suyo. Así que el teniente Martín Cerezo reunió a la tropa y le expuso la situación: era verdad, la guerra se había perdido, España se había rendido y ellos, los de Baler, eran los últimos de Filipinas. Había que buscar una forma honrosa de rendir la posición. Cerezo se reunió con el jefe enemigo y pactó las condiciones: abandonar la plaza sin ser hechos prisioneros ni sufrir daños. Tras 337 días de asedio, los treinta y tres supervivientes, los héroes de Baler, abandonaban la iglesia enarbolando la rojigualda entre un pasillo de filipinos que les presentaban armas. El propio presidente Aguinaldo recibió a los héroes y les ofreció obsequios y alojamiento. Aguinaldo, admirado por el valor de aquellos hombres, publicó un decreto que decía así:
"Habiéndose hecho acreedoras de la admiración del mundo las fuerzas españolas que guarnecían el destacamento de Baler, por el valor, la constancia y heroísmo con que aquel puñado de hombres aislados y sin esperanza de auxilio alguno, han defendido su bandera por espacio de un año, realizando una epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo; rindiendo culto a las virtudes militares e interpretando los sentimientos del ejército de esta República, que bizarramente les ha combatido, vengo en disponer lo siguiente: Los individuos de que se componen las expresadas fuerzas no serán considerados como prisioneros, sino por el contrario, como amigos; y en su consecuencia, se les proveerá, por la Capitanía General, de los pases necesarios para que puedan regresar a su país".
Los héroes de Baler llegaron a España en septiembre de 1899. Fueron recibidos con todos los honores. Hoy, en la iglesia de Baler, una placa recuerda su gesta. En Filipinas se ha instituido recientemente el día hispano-filipino; se celebra el 30 de junio, en recuerdo de aquel decreto del presidente Aguinaldo. En España no hay un día específico que recuerde a aquellos valientes. Pero todos los días deberían ser el día de los últimos de Filipinas, de los héroes de Baler.

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domingo, febrero 19

De Isaac el sirio

Quien ama da la vida, la entrega libremente. Así afirma Isaac el Sirio:

“Déjate perseguir, pero tú no persigas.
Déjate crucificar, pero tú no crucifiques.
Déjate ultrajar, pero tú no ultrajes.
Déjate calumniar, pero tú no calumnies.(…)

Alégrate con los que se alegran. Y llora con los que lloran. Tal es el signo de la pureza. Sufre con los enfermos. Aflígete con los pecadores. Regocíjate con los que se arrepienten. Sé el amigo de todos. Pero, en tu espíritu, permanece solo. (…)

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sábado, febrero 18

Pinceladas históricas sobre el dolor de cabeza

(Un artículo de María Corisco en el Magazine de El Mundo del 5 de febrero)

En cráneos de la época neolítica, 7.000 años a.C., se han observado trepanaciones que probablemente se realizaron para liberar a los demonios que se creía que causaban males como la cefalea, epilepsia o locura.

En los Anales Sumerios, 4.000 años a.C, se describe con detalle una crisis de migraña y se la relaciona con los mitos: en aquella civilización, el dolor se consideraba un castigo divino, y por ello, para combatirlo había que complacer a los dioses.

En el Papiro de Ebers, escrito hacia el 1.200 a.C., se explica la migraña y se dan consejos como "amarrar un pequeño cocodrilo de arcilla, con una espiga en sus fauces, a la cabeza del paciente". Debía hacerse con una tira de lino que llevara inscritos los nombres de los dioses.

El griego Hipócrates (siglo IV a.C.) ya describe la migraña con aura y cómo el dolor podía aliviarse con el vómito. Él pensaba que la cefalea se producía por la actividad física y sexual. Platón, sin embargo, afirmaba que una excesiva atención centrada en el cuerpo podía desencadenar cefaleas y mareos. La mitología, por su parte, nos cuenta que el dios Zeus padeció una violenta cefalea que obligó a Hefesto a abrirle de un hachazo el cráneo para que naciera la diosa Atenea.

Por su parte, el médico romano Cornelius Celsus (siglo III d.C.) ya se dio cuenta de que la migraña podía desencadenarse por beber vino, padecer dispepsia, pasar excesivo calor, intenso frío o estar mucho tiempo expuesto al sol.

Fue Galeno quien introdujo el término migraña. Él achacaba el problema a los humores y los dividía en sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema. Según él, la bilis amarilla al llegar a la cabeza producía cefalea.

Hacia el siglo XI algunos médicos europeos recomendaban una solución de opio en vinagre con la que se tenía que frotar la frente del paciente.

En el siglo XII santa Hildegarda de Büngen describe sus migrañas con aura confiriéndolas de un matiz místico y apocalíptico: "Vi una gran estrella, la más espléndida y bella, y con ella una gran multitud de cometas que caían todos juntos hacia el sur; repentinamente, se convirtieron en brasas negras que caían al abismo y después quedé privada de la visión e invadida de intenso dolor de cabeza".

Isabel de Valois (1546-1568), esposa del rey español Felipe II, murió a causa de las sangrías a las que era sometida para intentar paliar las frecuentes migrañas que sufrió a lo largo de su vida.

En la Inglaterra isabelina se solía tratar la cefalea rodeando la cabeza con un pañuelo y sujetándolo fuertemente durante una hora.

Hacia 1873, Tisso distingue ya la cefalea común de la migraña. La denomina neuralgia supraorbital y la vincula al reflejo de alteraciones del estómago, la vesícula o el útero.

Cien años después, ya en el siglo XX, Liveing asocia, por primera vez, la migraña a un problema en el sistema nervioso autónomo y la bautiza como "tormenta nerviosa".

viernes, febrero 17

Cinco mil años de intimidad

(Un artículo de María Tapia en el Magazine de El Mundo del 5 de febrero)

Un repaso de curiosidades de la ropa interior de todos los tiempos, desde el taparrabos hasta hoy.

2.900 a.C.
Se crea el primer prototipo de prenda íntima, el taparrabos, que aún hoy utilizan muchas tribus.
Las damas del antiguo Egipto llevan sobre la piel el kalasyris, una prenda transparente.

1.600 a.C.
El primer corsé se ve en Creta, en las figuras que representan a la diosa de la fertilidad.

S. XII-I a.C.
Las griegas llevan apodermas, bandas que actúan de sostén.

Del s. I a.C. al IV d.C.
Los hombres y las mujeres de Roma se colocan sobre la piel la subucula, una especie de camiseta interior. Las antiguas romanas utilizan a modo de sostén una banda de lino de forma rectangular denominada strophium.

Edad Media.
Empieza a surgir el corsé para aplanar el pecho. Los hombres visten braies, unos pantalones que se atan a la cintura y a las piernas.

S. XV
El talle se afina con el uso del corsé, que realza la parte superior del cuerpo y lo esculpe. Sólo algunas mujeres usan calzones, considerados un artículo de lujo.

En el Renacimiento, la ropa interior debe ser blanca. La gente no se lava y la blancura de las prendas es símbolo de limpieza y riqueza.

S. XVI
Catalina de Médicis, mujer de Enrique II, rey de Francia, impone los corsés en la corte porque no quiere ver a mujeres que tengan la cintura ancha.

S. XVIII
Las máquinas de hilar llevan a la producción masiva de ropa interior de algodón. La gente puede comprarla en vez de tener que confeccionarla en casa.

S. XIX
Los hombres visten un traje de algodón llamado Union Suit, que cubre desde las muñecas hasta los tobillos y que cuenta en su parte trasera con una faldilla que se desabrocha para facilitar la visita al aseo. Las mujeres suelen llevar bajo su indumentaria camisa, pololos, corsé, cubrecorsé y enaguas.

1874
C.F. Bennett inventa el suspensorio para una empresa deportiva de Chicago (Sharp & Smith) para proporcionar comodidad y protección a los ciclistas. En 1897 la Bike Web Company lo patenta y comienza la producción masiva.

1907
Pierre Poiret crea en París un armazón de alambres finos y telas sedosas. A pesar de que no patenta su invento, se trata del primer sujetador moderno. Ese mismo año, el sujetador aparece mencionado por primera vez en la revista Vogue.

1914
EEUU entra en la I Guerra Mundial y pide a las mujeres que cedan sus corsés metálicos para uso militar. Se recopilan 28.000 toneladas de metal para construir dos naves de guerra.

La gran guerra trae una imagen femenina nueva, fruto de la entrada de la mujer en el mundo laboral. El pecho desaparece bajo el sujetador, y el corsé es substituido por la faja.

En 1914 Mary Phelps Jacob patenta el sujetador actual. Acepta por los derechos una oferta de la Warner Brothers Corset Company de 1.500$.

1.920
La ropa interior se reduce a sujetadores y corpiños que aplanan el pecho. El calzón se transforma en un short ajustado.

1.930
Ida Rosenthal introduce las tallas de las copas y funda la empresa Maidenform, que se valoró en 40 millones de dólares.

Los slip de la marca estadounidense Jockey triunfan: se venden más de 30.000 pares en los tres primeros meses. En 1938, cuando se introducen los slip en Reino Unido, los ingleses compran 3.000 piezas por semana.

1.940
Aparece el nailon y las medias se convierten en nuevo hito en la moda, hasta tal punto que las mujeres sin recursos se maquillan las piernas para simular que las llevan.

1.950
Los fabricantes comienzan a comercializar ropa interior coloreada, toda una declaración de moda.
El new look de Dior destaca el busto y perfila la cintura. Se usa el brasier en forma de misiles.

1.959
Dupont de Nemours inventa la licra.

Mayo de 1.968
Las feministas queman sujetadores para liberarse de la opresión del hombre y de la prisión del sostén.

1.978
Tiene lugar el lanzamiento del tanga en Brasil y su exportación a EEUU.

1.980
El body de una sola pieza es la nueva prenda fetiche y roba protagonismo a la braga y al sujetador.

1.989
Los japoneses inventan la microfibra, que es transpirable.

1.990
Es el momento de la ropa interior inteligente: se extiende el uso del wonderbra, que consigue dar mayor volumen al pecho.

2.000 En estos momentos el tanga vive sus momentos de gloria. Sharah Blakely reinventa la faja. Su firma Spanx hoy ingresa más de 7 millones de euros al año.

Y esto continua...

jueves, febrero 16

En busca de los Reyes Magos

(Un artículo de Jaime Mariño Chao en el XLSemanal del 1 de enero)

Según se deduce del libro de los Salmos, los Reyes Magos partieron de la mítica tierra de Ofir, en Oriente, el lugar de donde llegaban las naves cargadas de riquezas para el rey Salomón. En 1567, una expedición de aventureros españoles partió del Perú en busca de ese lugar. No encontraron el oro que imaginaban, pero descubrieron un paraíso...

Amanece el 7 de febrero de 1568 para dos naos españolas perdidas en la inmensidad del océano Pacífico. Se encuentran totalmente solos a 7000 millas del puerto de partida, llevan 80 días navegando y están al límite de sus fuerzas. Tienen nostalgia del hogar, aunque para la mayoría de la tripulación su último domicilio fuesen los calabozos del Perú, de donde fueron sacados a la fuerza para enrolarse. Si no sucede algo pronto, parece que todo puede acabar de modo trágico.

Y entonces ocurre. De repente, los hombres ven surgir una estrella «muy clara y resplandeciente» en el cielo; parece increíble, pero es como si aquella estrella les estuviese señalando un camino, como hizo la de Belén. Poco después, el marinero Juan Tejo se frota los ojos para cerciorarse de que no es una ilusión lo que ve antes de gritar una palabra mágica: «¡Tieeeerraaaa!»… Y todos corren a confirmar que es verdad, que es cierto, que las islas que buscaban existen y están ante ellos. Habían llegado... a la tierra de los Reyes Magos.

Una tierra mítica. La Biblia situaba en Oriente unas islas maravillosas, una tierra mítica llamada Ofir de donde el rey Salomón obtenía todas sus riquezas. Ofir estaba a ¡tres años! de distancia de Jerusalén y era un paraíso rebosante de piedras preciosas, oro, sándalo y marfil. Según el libro de los Salmos, de esas mismas islas vendrían los Reyes a postrarse ante el Hijo de Dios. Desde ese momento, la figura de los Reyes Magos quedó unida a la leyenda de las islas de Salomón y a sus riquezas sin límite.

El propio Cristóbal Colón creyó haber llegado a ellas al arribar a las Indias, como nos cuenta Michael de Cúneo: «Y así, antes de llegar a la isla Gruesa, dijo estas palabras: ‘Señores míos, os quiero llevar al lugar de donde salió uno de los tres Reyes Magos que vinieron a adorar a Cristo’ [...]».

El académico Juan Gil, en su libro Mitos y utopías del Descubrimiento, detalla cómo el ansia de ir tras las huellas de los Reyes Magos fue contagiando los sueños de los aventureros de las Indias. Si esas islas de Salomón no estaban en América, por fuerza debían de estar en algún sitio. ¿Por qué no en la Mar del Sur, inmensa e inexplorada?

Hacia las islas de los Reyes Magos. A la búsqueda de esas islas maravillosas zarpaba de El Callao, el 19 de noviembre de 1567, una expedición, mandada por Álvaro de Mendaña, sobrino del gobernador del Perú. La nao capitana se llamaba (cómo no) Los Tres Reyes y llevaba escrito en la popa un letrero profético que rezaba: «Los Reyes es nombre mío / porque sea guía mía / la estrella que fue su guía».

Como piloto mayor iba Hernán Gallego, que, en palabras de Mariño de Lobera, era «el más famoso piloto del reino». No parece mala compañía para singlar en un océano que era un mapa en blanco lleno de incógnitas por resolver. Iba a bordo también, con el cargo de capitán de la nao principal, Pedro Sarmiento de Gamboa, hombre brillante, cartógrafo y poeta, capaz de escribir una Historia inca, perseguir sin descanso al pirata Francis Drake o alimentar una fama de nigromante que lo llevó a ser acusado por la Inquisición de poseer anillos mágicos y realizar extraños conjuros, por los cuales estuvo preso en los húmedos calabozos de Lima.

Pedro y Hernán chocaron durante toda la expedición. Hernán Gallego llevaba más de 20 años de servicio en Indias, era un cincuentón malhumorado que no tenía formación teórica, sino que había aprendido el oficio navegando, y solo se fiaba de su instinto y de su experiencia desconfiando de cartógrafos y sabidurías académicas. Había estado en la toma de Túnez como soldado y en Italia, y su prestigio era indiscutible.

De su carácter indomable nos habla un hecho: a los nueve días de zarpar, habiendo marcado el rumbo Pedro Sarmiento, como le correspondía por su cargo, Hernán lo varió sin consultar a nadie. Así lo cuenta una relación conservada en el Archivo de Indias: «Y ese día que fue viernes, mudó Hernán Gallego la derrota, sin consejo ni acuerdo de los pilotos ni de Pedro Sarmiento, como era obligado [...]».

Hubo un gran altercado que solo fue el primero de muchos y, a pesar de la insistencia de Sarmiento de Gamboa, el general Mendaña, un joven de 25 años cuyo único mérito era ser el sobrino de Lope de Castro, consintió el cambio de Hernán y se plegó a sus intuiciones.

Completaban la expedición 150 sufridos marineros, los grumetes (muchachos de 16 a 20 años), los pajes (niños de 8 a 10 años), el despensero, el carpintero, el calafate y cuatro frailes franciscanos. Cada uno con sus funciones y su salario: 25 pesos mensuales para un marinero (el precio de cien comidas servidas en las ventas del Callao) o 116 pesos para el piloto mayor. Antes de zarpar habían recibido seis meses de salario completo. Todos ellos dormían en el suelo de la cubierta o de la bodega, comían escasas raciones en escudillas de madera y bebían aún menos frecuentemente de lo que comían (en tiempos duros la ración llegó a ser de un cuarto de litro cada dos días).

La mayoría habían sido reclutados de modo forzoso y alguno incluso había estado condenado a muerte. El gobernador había pensado de modo brillantemente pragmático que, si no se descubrían las islas de los Reyes Magos, al menos la expedición le serviría para librarse de gente problemática o, en sus propias palabras, «evacuar gente bulliciosa».

La bahía de la estrella. La bahía descubierta en aquella mañana de febrero pasará a llamarse, por supuesto, bahía de la Estrella en honor a los Magos que, como dice Mendaña, «siempre trajimos por abogados» y las islas serán ya por siempre las islas de Salomón.

Permanecieron tres meses explorando las islas. La realidad que Mendaña encontró no respondió a sus anhelos. No había rastro de las enormes riquezas esperadas. A pesar de ello, las islas y sus habitantes fascinaron a los españoles. Resulta curioso cómo los nativos vinieron en una ocasión con un instrumento musical que podemos reconocer hoy («muchos canutillos juntos puestos por su orden, unos mayores que otros, a manera de órgano de mayor a menor que ellos tocan con la boca como quien toca pífano», cuenta el general) y Mendaña mandó sacar trompetas y cantar a los soldados. Los nativos se pusieron a bailar, los españoles siguieron cantando
y he aquí que se formó lo que podíamos llamar la primera fiesta oceánica multicultural improvisada.

El sueño continúa. Tras año y medio de aventuras, Mendaña logró regresar a su punto de partida, El Callao, el 22 de julio de 1569. Y, a pesar de que los resultados no ilusionaron demasiado a las autoridades, Álvaro nunca cesó en su empeño de volver a las islas de Salomón para fundar una colonia estable. Así, 25 años después, en 1595, zarpó de nuevo hacia las islas. En esta ocasión lo acompañaban 400 personas, incluyendo mujeres y niños. Pero nunca llegaría a verlas de nuevo. Tras descubrir las Marquesas, enferma de malaria y muere, el 18 de octubre. Ese segundo viaje, cuya su historia la contó Robert Graves en Las islas de la imprudencia, sucede un singular episodio: la viuda de Mendaña se convierte en la primera y única almirante de todas las Armadas del mundo, pero… esa es otra historia.

miércoles, febrero 15

Cómo aprenden las jirafas

(Una historia encontrada en la columna de Paulo Coelho en el XLSemanal del 22 de enero)

[...] en de A view from the zoo, un interesantísimo libro en el que Gary Richmond establece paralelismos entre el comportamiento animal y el humano. Puede que una de sus más agudas observaciones sea aquella en la que describe los primeros momentos en la vida de una jirafa.

Para empezar, el bebé se precipita contra el suelo desde una altura considerable. La madre, con su largo cuello, se mueve un poco a un lado y ve a su cría luchando para ponerse en pie. Inmediatamente, ella extiende su larga pata, propinándole un golpe no muy delicado a la jirafita, que sale rodando sobre sí misma. Esto se repite numerosas veces, hasta que, ya cansada, la recién nacida logra finalmente levantarse para ponerse a salvo de tan agresivo comportamiento.

En este momento, en lugar de mostrarse orgullosa, la madre presenta un comportamiento extraño: una vez más patea a la cría, que cae y vuelve a levantarse más deprisa.

¿Por qué? Ella quiere que la jirafita aprenda rápido que va a vivir en un mundo lleno de leones, hienas, leopardos y cazadores.

Si no aprende a levantarse inmediatamente cuando cae, nunca podrá disfrutar de la vida que se abre ante ella.

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martes, febrero 14

A propósito de San Valentín

(Leído Dios sabe dónde hace ni sé cuanto tiempo....)

El eclesiástico Valentín vivió una Roma de época convulsa y llena de intrigas, gobernada por el emperador Claudius. Las ansias de conquista de éste le llevaron a una constante actividad guerrera para expandir el Imperio.


Pareciéndole que los soldados casados se debilitaban por querer estar con sus familias, les prohibió el matrimonio. El edicto imperial afectaba a todos los hombres jóvenes, es decir aquellos que debían servir al ejército romano. Pero el religioso Valentín, comprometido con la causa del amor y resuelto a servir a su Dios hasta las últimas consecuencias, decidió por su cuenta y >riesgo eludir la prohibición del emperador y continuar casando a las parejas que lo desearan. Aunque trataba de ser discreto en las ceremonias, que se celebraban clandestinamente, su fama fue extendiéndose inevitablemente por toda Roma. Finalmente, su actividad de casamentero fue descubierta y el emperador mandó que lo encarcelaran, fue condenado a muerte para que sirviera de ejemplo al clero. Y aquí empieza la leyenda del santo. El carcelero que lo custodiaba, viendo >que Valentín era un hombre de vasta cultura, le llevo a su hija Julia (una >bella e inteligente joven, ciega de nacimiento) para que la instruyera en >la >historia de Roma y la aritmética. El clérigo no desaprovechó la ocasión de >hacer proselitismo religioso y pronto Julia se convirtió a la fe cristiana y pasó a ser su fiel discípula. Un buen día, dicen, se produjo el milagro que le valdría al sacerdote su >posterior canonización: la joven recobró la vista. En la víspera de su >muerte, Valentín le escribió a Julia una carta pidiéndole que se mantuviera siempre cerca de Dios. Finalmente, el eclesiástico fue ejecutado el 14 de febrero del año 270. >


Cuenta la leyenda que Julia plantó junto a la tumba del santo un almendro que daba flores rosadas. Por eso hoy el almendro es símbolo de amor y amistad duraderos. Dos siglos más tarde, su fama no se había extinguido en la Roma ya cristianizada: así fue como, en el año 496, el papa Gelasio I lo canonizó e instituyó el 14 de febrero como día de san Valentín.


Esta festividad católica vino a sustituir, de hecho, a una antigua tradición de origen romano, que se celebraba el 15 de febrero: las fiestas Lupercales o de Lupercalia, con las que Gelasio I quería acabar, por considerarlas paganas y lujuriosas. Los jóvenes romanos ponían en una urna los nombres de las muchachas casaderas del lugar y luego se extraían los nombres al azar. Las >seleccionadas se unían por un año a los hombres que las habían escogido. Después de que la Iglesia católica reemplazara las fiestas de Lupercalia por el día de san Valentín, el viejo rito, lógicamente, se transformó en otro >más acorde con la religión y la moral cristianas: ahora, lo que retiraban >los jóvenes de la urna era una tarjeta con el nombre de algún santo o >santa, >ya no el de una mujer de carne y hueso. De este modo, les tocaba en suerte >rezar y servir durante un año al santo elegido en esta lotería: Muchos historiadores enlazan las fiestas de Lupercalia con otros ritos muy similares, próximos en su fecha de celebración e igualmente relacionados con el amor. Por ejemplo, la antigua costumbre de los británicos era, >igualmente escribir, nombres de >mujeres en pedazos de papel, echarlos en una jarra y sacarlos por turnos: las afortunadas debían ser agasajadas por los hombres con diversos regalos y atenciones.


A partir de estos remotos antecedentes, el día de san Valentín se ha >festejado de uno u otro modo en todo el mundo. En el Reino Unido existe, por ejemplo, una curiosa tradición: las mujeres solteras deben levantarse ese día antes del amanecer y quedarse ante una ventana, en espera de que vean pasar a un hombre; el primero que vean se casará con ellas durante ese año. También fue costumbre, allá por 1700, que la mujer escribiera en papeles los nombres de sus pretendientes, los enrollara en trozos de arcilla y los >metiera en agua: el primer nombre en emerger era el de su amor. En Dinamarca, una de las costumbres más extendidas por san Valentín es la de enviarse, a título de amistad, flores blancas prensadas, llamadas gotas de >nieve. A su vez, los hombres daneses envían cartas de amor (y también de aprecio) denominadas Gaekkebrev, en ellas escriben una rima en el lugar del >remitente, pero ésta no va firmada con su nombre sino con una serie de >puntos, uno por cada letra del nombre del emisario. Si la mujer que recibe >la misiva es capaz de adivinar quién la envió, el hombre debe recompensarla >con un huevo de Pascua...y quién sabe si algo más. Un aspecto que a veces se olvida de la fiesta de san Valentín es el referido a la amistad. En Estados Unidos, Canadá y Reino Unido, los niños >intercambian tarjetas de felicitación con saludos cariñosos, chistes o críticas que, al igual que los que se dedican los adultos, se conocen como valentines. En algunas escuelas colocan todos los valentines en una caja previamente decorada para la ocasión y, al final del día, los maestros distribuyen las tarjetas.

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lunes, febrero 13

Monumentos amenazados

(Leído en un ejemplar del Magazine de El Mundo publicado en enero -ni idea de cual-)

La organización World Monument Fund -http://www.wmf.org- elabora de forma bianual desde 1996 un listado con los monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad que se encuentran en peligro, ya sea a consecuencia de desastres naturales, amenazas de demolición, o simplemente por su antigüedad, con el objetivo de concienciar sobre la urgencia de su reparación.

El objetivo de esta lista es fomentar el interés internacional y concienciar tanto a gobiernos como a ciudadanos de la importancia de reparar y proteger ests espacios, así como potenciar las medidas adecuadas para su conservación y mantenimiento. En total, el listado, elaborado por expertos en arqueología e historia del arte, lo componen 67 monumentos de 41 países que necesitan medidas urgentes para su correcta preservación.

Aquí la lista del 2012:

Argentina
Casa sobre el Arroyo, Mar del Plata, provincia de Buenos Aires
Ciudad de la Plata, provincia de Buenos Aires
Pucará de Tilcara, Quebrada de Humahuaca, Jujuy
Belice
Arquitectura histórica de la ciudad de Belice
Benin
Akaba Idéna, Kétou, Plateau Department
Bhutan
Wangduechhoeling Palace, Jakar, Bumthang
Bolivia
El Fuerte de Samaipata, departamento de Santa Cruz
Brasil
Centro histórico de Salvador de Bahía
Burkina Faso
Cour Royale de Tiébélé, Región Centro-Sur
Islas Caimán
Mind's Eye, George Town, Grand Cayman
China
Excavación arqueológica del Palacio del reino de Nanyue, Guangzhou
Tiantai An, Wangqu, Shanxi
Colombia
Centro histórico de Santa Cruz de Mompox, Bolívar
Paeces Chapels of Tierradentro, Cauca
Cuba
Iglesia parroquial de San Juan Bautista de los Remedios, Villa Clara
República Dominicana
Iglesia parroquial de San Dionisio, Higüey, La Altagracia
Ghana
Edificios tradicionales Asante, cerca de Kumasi, Ashanti
Grecia
Primer cementerio de Atenas
Guatemala
Parque arqueológico y ruinas de Quiriguá, Izabal
El Zotz, Petén
Haiti
Barrio de Gingerbread, Puerto Príncipe
Distrito histórico de Jacmel
Palacio de Sans Souci, Milot
India
Bagh-i-Hafiz Rakhna,
Sirhind-Fategarh, Punjab
Balaji Ghat, Varanasi, Uttar Pradesh
Historic Havelis of Bikaner, Rajasthan
Royal Opera House, Mumbai, Maharashtra
Indonesia
Desa Lingga, Karo Regency, North Sumatra
Japón
Denchu Hirakushi House and Atelier,
Taitō, Tokyo
East Japan Earthquake Heritage Sites,
Tōhoku and Kantō Regions
Kyoto Machiya Townhouses
Jordania
Abila, Quweilbeh, Irbid Governorate
Ka zakhstan
Necrópolis de los Nómadas en la provincia de Mangystau
Macedonia
Stobi, Gradsko
Madagascar
Royal Hill of Ambohimanga,
Provincia de Antananarivo
México
Puente colonial de Tequixtepec,
San Miguel Tequixtepec, Oaxaca
Ruta de la Amistad, Mexico CF
Holanda
Cementerio Portugués judío de Beth Haim,
Ouderkerk aan de Amstel, North Holland
Nueva Zelanda
Edificios del gobierno provinicial de Canterbury, Christchurch
Territorios palestinos
Tell Umm el-'Amr (Saint Hilarion Monastery), Nuseirat, Gaza Strip
Panamá
Way On Cemetery, Panama City
Perú
Alameda de los Descalzos y Paseo de Aguas, Rímac, Lima
Líneas y geoglifos de of Nazca, Ica
Quinta de Presa, Rímac, Lima
Polonia
Iglisa de St. Paraskewa, Radruż, Subcarpathian Voivodeship
Portugal
Jardim Botânico de Lisboa, Lisboa
Santa Helena, Ascension, y Tristan da Cunha
Saint Helena
España
Barrio del Cabanyal-Canyamelar, Valencia
Berrocal de Trujillo
Tunez
Old Town of Testour, Béja
Turquía
Haydarpaşa Railway Station, Estambul
Oshki, Çamlıyamaç, Erzurum
Rum Orphanage, Büyükada,
Princes' Islands, Estambul
Turkmenistán
Ulug Depe, cerca de Dushak, Ahal
Reino Unido
British Brutalism, Birmingham, London, and
Preston Newstead Abbey, Ravenshead,
Nottinghamshire
Quarr Abbey, Ryde, Isle of Wight
Ruins of the Former Cathedral Church of St. Michael, Coventry, West Midlands
Estados Unidos
510 Fifth Avenue, New York City
Charleston Historic District,
South Carolina
Manitoga, Garrison, New York
New York Studio School of Drawing,
Painting and Sculpture, New York City
Orange County Government Center,
Goshen, New York
Walpi Village, First Mesa, Arizona
Vietnám
Pueblos pesqueros de la bahía de Ha. Long, Qua'ng Ninh
Yemen
Mosque and Hammam al-Mudhaffar, Ta'izz
Zimbabue
Nalatale Ruins, cerca de Gweru,
Matabeleland North

domingo, febrero 12

El combate del cabo Machichaco II

(La columna de Arturo Pérez Reverte en el XLSemanal del 8 de enero. Continúa la historia que empezó a contar el el artículo que copié el 22 de julio de 2007)

[...] La acción tuvo lugar cerca del cabo Machichaco; y como señalé en su momento, es mi episodio favorito de la historia naval española del siglo XX. Lo que voy a contarles quizá contribuya a aclarar por qué.

El 5 de marzo de 1937, durante una acción contra un pequeño convoy republicano, las 13.000 toneladas y las cuatro torres dobles del Canarias, capaces de disparar proyectiles de 113 kilos, se enfrentaron a un humilde bacaladero de la Euzkadiko Gudontzidia –ikurriña en la proa y bandera española con franja morada a popa– armado con sólo dos cañones de 101.6 milímetros. El combate fue brutal y sangriento: durante una hora, maniobrando con tenacidad suicida entre una fuerte marejada, el comandante del Nabarra, Enrique Moreno Plaza, un murciano al que la Enciclopedia Auñamendi llama «marino vasco nacido en la Unión» –confirmando, como dice mi amigo el marino y escritor Luis Jar, que los vascos nacen donde les da la gana–, y los cuarenta y ocho hombres de la dotación, lograron arrimarse lo bastante al crucero enemigo para sostener un combate que sus propios adversarios, en el parte oficial, calificarían de «eficaz y admirable». Y al fin, en llamas, sin arriar bandera, el pequeño Nabarra se hundió con treinta hombres a bordo –imposible compararlos con los miserables que hoy se llaman a sí mismos gudaris–, incluido el comandante. Con ellos murió también el cocinero, Pedro Elguezábal, que mientras se iban a pique, animado por una botella de coñac, enseñaba al Canarias un cuchillo desde la borda gritando: «Venid si tenéis huevos, cabrones».

Ésa es la historia que conté hace tres años, aunque en folio y medio no me cabía el epílogo. Uno de esos adversarios que calificaron de eficaz y admirable la hazaña del humilde Nabarra fue el tercer comandante del Canarias, Manuel Calderón. Y ese marino de la escuadra nacional demostró, con su comportamiento tras el combate, una admiración por la valentía del enemigo derrotado, una compasión y una calidad humana que situaron en el mismo plano de grandeza moral, quizá por única vez en la sucia historia de nuestra Guerra Civil, a vencedores y vencidos; sobre todo en lo que se refiere al aspecto naval del conflicto, donde la saña de unos y otros desbordó la infamia, con asesinatos masivos de oficiales en la zona republicana y con una despiadada aplicación de la pena de muerte por parte de los tribunales franquistas a los marinos, mercantes o de guerra, capturados al bando enemigo. Ése fue el caso de los diecinueve supervivientes del Nabarra, que fueron condenados a muerte tras su desembarco y prisión. Y si no se cumplió la sentencia fue gracias a los esfuerzos del comandante del Canarias, capitán de navío Moreno, y sobre todo al tesón de su tercero, el capitán de corbeta Calderón, que removió cielo y tierra para salvar la vida de los vencidos. Calderón llegó al extremo de pedir una entrevista con el general Franco, en la que argumentó: «Esos hombres son unos héroes, y los héroes merecen vivir». Tanto insistió una y otra vez en alabar el valor de aquellos diecinueve marinos, que para quitárselo de encima Franco acabó concediendo el indulto y la liberación inmediata de todos ellos. «Sáquelos de la cárcel –fueron sus palabras exactas–. Y luego invítelos a comer chipirones. Pero pague usted de su bolsillo».

Hubo algo más que chipirones. Porque Manuel Calderón siguió velando el resto de su vida por los supervivientes del Nabarra. Buscó trabajo a unos, recomendó a otros y protegió a todos para que no sufrieran represalias. Al marinero Lahoz le avaló un crédito bancario, al segundo oficial Olaveaga lo ayudó a obtener el título de capitán de la marina mercante, y cuando supo que al telegrafista Cahué le negaban trabajo en Baracaldo por sus antecedentes políticos, se presentó allí de uniforme, convocó al alcalde y al comandante de la Guardia Civil, y dijo que al día siguiente quería ver a Cahué trabajando. Fue Manuel Calderón, en suma, un marino decente y un hombre de honor. Con más gente como él, la suerte de la infeliz España habría sido entonces, y aún ahora, más afortunada de lo que fue y de lo que es. La prueba de que los hombres del Nabarra le profesaron idéntica lealtad y aprecio es que cuando Calderón, soltero y sin hijos, murió en 1979 en una residencia de ancianos, sus antiguos enemigos en el combate de cabo Machichaco lo habían hecho padrino de treinta y dos hijos y nietos.

sábado, febrero 11

Isabel, antes de ser la católica

(Un artículo de Javier Sanz en el XLSemanal del 8 de enero con unas cuantas pinceladas sobre la reina Católica, una gran intrigante que llegó donde quería, a pesar de las circunstancias)

El 28 de febrero de 1462 fue un gran día para la Corona de Castilla. Tras años sin descendencia, por sus problemas para casarse, Enrique IV consigue un heredero, en este caso, heredera: la futura princesa de Asturias, Juana. Si el apodo del Impotente para él está justificado, no lo está menos el de la Beltraneja para su hija, considerada, según los rumores, hija de la reina, que no del rey, y de Beltrán de la Cueva, favorito del rey y ¿amante? de la reina. La madrina de bautizo de la pequeña Juana es la infanta Isabel, su tía, de solo diez años. ¿Habría cambiado la historia si Isabel, futura reina de Castilla, hubiese sabido que tenía en sus brazos a la que sería su rival por la Corona? Cabe pensar que no. Con este nacimiento, Isabel pasaba a ser la tercera en la línea sucesoria de la Corona de Castilla. Por delante, la recién nacida y Alfonso, su propio hermano.

Once años antes, el 22 de abril de 1451, Juan II -rey de Castilla y padre de Enrique IV- anunciaba que, tras un parto difícil, y fruto de su segundo matrimonio, nacía la infanta Isabel en Madrigal de las Altas Torres (Ávila). Aunque nacida para ser un eslabón más de la cadena de matrimonios de conveniencia, según lo necesitase la Corona, su carácter y algunas muertes providenciales le permitieron labrarse su destino y llegar a reina de Castilla.

Sus primeros años transcurrieron en compañía de su hermano, Alfonso, dos años menor, y de su madre, depresiva, casi demente, sin más consuelo que la religión. La influencia de esta la convirtió en una devota católica lo que marca dos de sus futuras decisiones.

La paz y la tranquilidad se rompen con la muerte del rey Juan II, padre de Enrique IV y, aunque con distinta madre, de Isabel y Alfonso. En 1454, Enrique IV, hijo del primer matrimonio de Juan II con María de Aragón, sube al trono. Su primera decisión es apartar de la Corte a sus hermanastros y enviarlos con su madre a Arévalo (Ávila), sin más ayuda que para sus necesidades básicas. Allí, Isabel vive en la austeridad, la oración, el estudio y la preparación para casarse. Forja a su vez su primera y gran amistad: Beatriz de Bobadilla, de su misma edad e hija del gobernador del castillo de Arévalo. Inseparables, comparten juegos, cabalgadas, jornadas de caza y correrías. Isabel ya muestra carácter y una tarde, en una expedición, rechaza la montura habitual para las mujeres, las mulas, y monta un corcel.

Visto que Enrique IV no consigue un heredero, lleva a Segovia a sus medio hermanos, siguientes en la línea sucesoria, para manejarlos a su antojo. Isabel y Alfonso, ya con diez y ocho años, abandonan así a su madre, que los advierte de las intrigas de palacio. Ante aquel cambio radical, los hermanos, al inicio, permanecen juntos y se apoyan. Nadie repara en Isabel, centrada en sus quehaceres de mujer, pero ella observa a las facciones enfrentadas: monárquicos y nobiliarios. Más débil de carácter, su hermano se ve envuelto en la Farsa de Ávila. Los nobiliarios, los nobles que buscan delimitar el poder real, deponen en efigie al rey Enrique IV, escenificado sobre un monigote al que despojan de la corona, la espada, el cetro y el trono. Además, obligan a excluir a su hija Juana como heredera por ser fruto de un matrimonio nulo -Enrique IV y Juana de Portugal eran primos hermanos y no tenían la dispensa papal- y proclaman rey al pequeño Alfonso. Ante aquello, el reino se divide y Enrique IV, demasiado débil, cede: excluye a su hija y nombra heredero a Alfonso, un juguete en manos de los nobiliarios. Para Isabel, el primer escollo ha desaparecido: ahora, solo su hermano la separa de heredar el trono.

Isabel hace gala de sus dotes diplomáticas: apoya la causa de su hermano y, a la vez, no desafía la legitimidad vigente del rey, que, para ganarse el favor de los rebeldes, la ofrece en matrimonio a Pedro Girón, uno de los cabecillas. Aquello no entra en los planes de ella. Y el destino, sus rezos o... algún veneno acaban con la vida de Girón antes de que él pida su mano.

En 1468 también su hermano Alfonso muere en extrañas circunstancias. Su camino hacia el trono está de pronto libre. Isabel se deja querer por los nobles enfrentados a Enrique IV, quienes, creyendo que ella será un pelele como su hermano, la ponen al frente de sus reivindicaciones y obligan al rey a firmar el Tratado de los Toros de Guisando, por el que se proclama a Isabel princesa de Asturias y heredera de la Corona de Castilla. Se acuerda que no pueda casarse sin el consentimiento del rey, pero ella, a cambio, impone que nadie pueda casarla en contra de su voluntad. Pese a sus muchos pretendientes, solo ella, que no quiere un adefesio ni un títere a su lado, decide que el elegido sea el príncipe Fernando, heredero de la Corona de Aragón.

Pero aún hay un escollo: su rectitud cristiana le impide aceptar un matrimonio sin la bula papal. ¿O sí? En cualquier caso, el arzobispo de Toledo consigue una bula, de Pío II, fallecido hacía unos años, en favor de Fernando, en la que le permitía casarse con cualquier princesa a la que lo uniera una consanguinidad de hasta tercer grado. Tras escapar Isabel de los nobles que la custodiaban y Fernando atravesar Castilla disfrazado de comerciante, se casan el 19 de octubre de 1469 en el palacio del señor de Vivero (Valladolid). Las hostilidades con Enrique IV rebrotan. El matrimonio no cuenta con su aval. El rey sabe, además, que la dispensa del arzobispo Carrillo es falsa. Saca entonces a su hija Juana del encierro y la vuelve a nombrar heredera del trono. Esto descoloca a los nobles y divide otra vez Castilla en dos bandos. Durante el enfrentamiento (1469 a 1473) nace Isabel, primogénita de Fernando e Isabel y, por mediación del aragonés Rodrigo de Borja, el papa Sixto IV legaliza el matrimonio de los futuros Reyes Católicos. En la Navidad de 1473, Isabel y Enrique IV acercan posiciones... Y, un año más tarde, él muere. Isabel aprovecha la ausencia u ocultamiento del testamento e impone sus condiciones.

El 13 de diciembre de 1474 hace valer el acuerdo de los Toros de Guisando y se proclama reina. A los ojos de los presentes entra en la iglesia de San Miguel portando el pendón de Castilla; a sus propios ojos, lo que porta es su destino.

viernes, febrero 10

Retratando la paz

(Un cuento encontrado en la columna de Paulo Coelho en el XLSemanal del 22 de enero)

Cierto rey ofreció un gran premio para el artista que mejor retratara la idea de la paz. Muchos pintores enviaron sus trabajos al palacio, mostrando bosques al atardecer, ríos tranquilos, niños corriendo en la arena, arcoíris en el cielo, gotas de rocío en un pétalo de rosa…

El rey examinó todo el material que le habían enviado, pero terminó seleccionando apenas dos trabajos.

El primero mostraba un lago tranquilo, espejo perfecto de las poderosas montañas y del cielo azul que lo rodeaban. Aquí y allá se veían pequeñas nubes blancas, y quien se fijase con cuidado vería en el extremo izquierdo del lago una casita con la ventana abierta, y con su chimenea despidiendo humo, lo cual era señal de una cena frugal, pero apetitosa.

El segundo cuadro también mostraba montañas. Pero estas eran escabrosas, con sus picos abruptos y escarpados. Sobre las montañas, el cielo estaba implacablemente oscuro, y de las nubes cargadas salían rayos, granizo y una lluvia torrencial.

La pintura resultaba chocante frente al resto de los cuadros enviados al concurso. Sin embargo, cuando se observaba el cuadro en detalle, se advertía en una grieta de una roca inhóspita un nido de pájaro. Allí, en medio del violento rugir de la tempestad, acurrucada en perfecta calma, había una golondrina.

Al reunir a su corte, el rey eligió esta segunda pintura como la que mejor expresaba la idea de la paz perfecta.

Así explicó su elección:

–La paz no es lo que encontramos en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro, sino lo que permite mantener la calma en nuestro corazón, incluso rodeado de las situaciones más adversas. Este es su verdadero y único significado

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jueves, febrero 9

Tácticas de guerra triste

(Encontrado en un artículo de Alberto Rojas publicado en El Mundo)

En su libro Stalingrado, Anthony Beevor revelaba una de las técnicas más siniestras del aparato de propaganda soviético para desmoralizar al invasor nazi: cada noche, en una emisora que podía escucharse en toda Alemania, un locutor se limitaba a dar los nombres de los soldados enemigos que habían muerto o habían sido capturados por el Ejército rojo.

En las casas del Tercer Reich en las que tenían familiares en el frente ruso, las madres pasaban la noche en vela junto a la radio, esperando que el nombre de su hijo no estuviera entre los citados. Esta medida fue devastadora para la moral alemana.

miércoles, febrero 8

¡¡Vaya con la parroquia!!

"Son avisos parroquiales, reales todos ellos, que seguramente habrán sido escritos con toda la buena voluntad...

* Para quienes entre ustedes tienen hijos y no lo saben, tenemos en la parroquia una zona arreglada para niños.

* El próximo jueves, a las cinco de la tarde, se reunirá el grupo de las mamás. Las señoras que deseen entrar a formar parte de las mamás, por
favor, pedir entrevista para que las atienda el párroco en su despacho.


* El grupo de recuperación de la confianza en sí mismos se reúne el jueves por la tarde, a las ocho. Por favor, para entrar usen la puerta
trasera.


* El viernes, a las siete, los niños del Oratorio representarán la obra "Hamlet" de Shakespeare, en el salón de la iglesia. Se invita a toda la
comunidad a tomar parte en esta tragedia.


* Estimadas señoras, ¡no se olviden de la venta de beneficencia! Es una buena ocasión para liberarse de aquellas cosas inútiles que estorban en
casa. Traigan a sus maridos.


* Tema de la catequesis de hoy: "Jesús camina sobre las aguas". Catequesis de mañana: "En búsqueda de Jesús".


* El coro de los mayores de sesenta años se suspenderá durante todo el verano, con agradecimiento por parte de toda la parroquia.


* Recuerden en la oración a todos aquellos que están cansados y desesperados de nuestra parroquia.


* El torneo de baloncesto de las parroquias continúa con el partido del próximo miércoles por la tarde. ¡Venid a aplaudirnos, trataremos de
derrotar a Cristo Rey!


* El precio para participar en el cursillo sobre "oración y ayuno" incluye también las comidas.


* Por favor, pongan sus limosnas en el sobre, junto con los difuntos que deseen que recordemos.


* El párroco encenderá su vela en la del altar. El diácono encenderá la suya en la del párroco, y luego encenderá uno por uno a todos los fieles
de la primera fila.


* El próximo martes por la noche habrá cena a base de alubias en el salón parroquial. A continuación tendrá lugar un concierto.


* Recuerden que el jueves empieza la catequesis para niños y niñas de ambos sexos.


* El mes de noviembre terminará con un responso cantado por todos los difuntos de la parroquia."

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martes, febrero 7

El arte de arañar votos

(Extracto de un artículo de El Mundo publicado el 22 de enero y escrito por el enviado especial en EEUU)

De las aproximadamente 250 personas que en la noche del jueves estaban en el Yorktown con Newt Gingrich, este periodista sólo vio a un negro: un guardia de seguridad. Dado que en Charleston, donde está el barco, el 48% de la población es afroamericana, cabe preguntarse dónde estaban los aproximadamente 56.000 votantes de origen africano que viven en esta ciudad colonial en la que una planta de Boeing para construir su nuevo avión, el 787, ha compensado la crisis desatada por el colapso de la industria textil debida a la competencia china.

Pero los negros no solamente están ausentes de los mítines republicanos. Corren el riesgo de desaparecer de las elecciones al Congreso de los EEUU, y también a los legislativos de los estados. Lo mismo que los hispanos. Esto se debe a dos factores. Uno es un ejemplo de sofisticación tecnológica al servicio de una perversión electoral. Es decir, el diseño de los distritos electorales de modo que los negros y los hispanos no tengan mayoría en ninguno. El otro elemento es todo lo contrario. Porque las normas para acreditar la identidad del votante en EEUU son marxistas. De los hermanos Marx, se entiende.

Empecemos por la parte dramática: el rediseño de distritos de modo que los rivales se queden sin votos. Hay incluso una palabra para referirse a ello: gerrymandering. Es un término que procede del gobernador de Massachusetts Elbridge Gerry, que en 1812 fue un ilustre pionero de esa práctica al diseñar un distrito en forma de lagarto. Hoy, hay un distrito al Congreso en forma de croasán en Illinois, con el que los demócratas de ese Estado han liquidado por la vía de los hechos a un buen número de votos republicanos.

En Florida, otro distrito tiene 135 kilómetros de largo y 8 de ancho, al objeto de maximizar el voto republicano. Los distritos se diseñan por los Estados con los datos de cada nuevo censo. El último fue en 2010, justo el año en el que los republicanos lograron una victoria histórica en las elecciones del Congreso, de modo que están lanzados a una campaña para liquidar, con escuadra y compás, a los demócratas.

[...] En EEUU hay menos protección de datos que en España, y los partidos tienen bases de datos gigantescas compradas a empresas con las que clasifican a sus votantes. Por ejemplo, si se es subscriptor de la revista The Weekly Standard, se es republicano. Pero si se recibe The New Yorker, se es demócrata. Si se tiene un todoterreno que va con gasolina, se vota republicano, al contrario que si el coche es eléctrico.

A veces estos datos dan sorpresas: los mayores consumidores de pornografía son los conservadores y, dentro de ellos, los mormones. Súmese eso al uso de satélites para definir los distritos electorales y el resultado es el fraude electoral como una bella arte.

Luego viene el elemento marxista. En la mayoría de los estados de EEUU no hace falta presentar un documento con foto para votar; basta con enseñar, por ejemplo, la factura de la luz, o la cuenta del banco, donde aparezca la dirección postal del votante.

¿Sorprendido? Pues aún hay más: en EEUU no hay DNI, ni ningún documento oficial que diga quién es quién. Las pocas veces que eso se ha planteado, ha levantado una oleada de indignación porque podría ser el primer paso para la instauración de una dictadura. Así, el documento oficial más común es el carnet de conducir.

Y ahí se vuelve al mismo problema que con el gerrymandering: entre las minorías -negros, hispanos y nativos sobre todo- hay un 20% más de posibilidades de que una persona no tenga un documento con foto que entre los blancos.
[...]

lunes, febrero 6

Alimentos caducados, ¿Hasta cuando?

(Un artículo de A. Marchena publicado en el Mujer de Hoy del 21 de enero)

Consumir un yogur pasado de fecha, ¿es peligroso? Conservar especias durante años, ¿supone algún riesgo? ¿Se puede comer un chocolate 'blanqueado'? Te enseñamos a leer entre líneas las fechas de vencimiento.

PRODUCTOS CUAJADOS (Postres cremosos aromatizados, mousse de chocolate, flanes, copa de chocolate...)
  • ¿Hasta cuándo consumirlos? Tómalos como máximo dos o tres días después de la fecha de caducidad. Estos productos son poco ácidos, contienen una buena cantidad de azúcar y son ricos en proteínas. Constituyen, de hecho, un verdadero caldo de cultivo para las bacterias, un espacio muy favorable para que se multipliquen estos microorganismos.
  • Los riesgos. Sufrir una intoxicación alimentaria por estafilococos dorados, con diarreas y vómitos en cadena durante 24 horas. Un adulto sano se recuperará fácilmente de ella, pero a un niño pequeño o una persona con el sistema inmunitario deprimido les resultará complicado restablecerse. Por eso, ante la duda, es mejor deshacerse de estos alimentos si caducan.
ESPECIAS Y GRANOS (Té, café, vainilla...)
  • ¿Hasta cuándo consumirlas? Se conservan años mas allá de la fecha de consumo óptima. La objeción, sin embargo, es que los aromas pierden fuerza con el tiempo. Las vainas de vainilla o la canela en rama tendrán menos sabor, el café no olerá...
  • Los riesgos. Ninguno, salvo en el caso de las especias a granel, traídas de viajes a lugares lejanos o poco seguros.
PRODUCTOS CONGELADOS
  • ¿Hasta cuándo consumirlos? Ya sean preparados en casa o industriales, estén crudos o cocinados, si están conservados a -18° C, tienen una fecha óptima de consumo de 12 meses. La única excepción es la carne picada (de ternera, cerdo o ave) que no puede pasar de los nueve meses.
  • Los riesgos. No existe ningún riesgo microbiano, pero las grasas se vuelven rancias y acaban incorporando los olores de los envases.
ACEITES Y VINAGRES
  • ¿Hasta cuándo consumirlos? Ambas sustancias pueden conservarse perfectas durante años, si no se exponen a la luz solar. El único problema es que el aceite puede volverse rancio y el vinagre presentar veladuras, pero ninguno de estos efectos puede provocar molestias.
  • Los riesgos. No existe ninguno, lo único que se afecta es el sabor.
PRODUCTOS SECOS (Cereales, harina, pasta, galletas, puré...)
  • ¿Hasta cuándo consumirlos? Indefinidamente, con la condición de que sean mantenidos en un lugar adecuado, alejado de la humedad. Pasada la fecha óptima de consumo, el producto perderá sus cualidades de sabor o su eficacia: la levadura de cerveza, por ejemplo, caducada hace 10 años, corre el riesgo de no ser activa.
  • Los riesgos. Sin agua, no hay desarrollo microbiano. En cambio, en caso de humedad, sobre todo en la leche en polvo rica en proteínas, hay serios riesgos de intoxicación alimentaria.
LATAS DE CONSERVA
  • ¿Hasta cuándo consumirlas? Se pueden guardar indefinidamente, a condición de que estén intactas (no muestren deformaciones, ni estén hinchadas ni oxidadas). Pero su contenido perderá tal vez, a la larga, su sabor, su color y sus vitaminas. Los concentrados de tomate, por ejemplo, pueden adquirir un color más oscuro muy poco apetitoso.
  • Los riesgos. Son nulos, pues el producto es estable. En cambio, si la lata está estropeada, se haya alcanzado la fecha de vencimiento o no, hay que eliminarla a causa del riesgo de botulismo.
LÁCTEOS (Quesos blancos, yogures y equivalentes con bifidus, postres lácteos, nata fresca....)
  • ¿Hasta cuándo consumirlos? Hasta dos o tres semanas después de la fecha óptima de consumo recomendada. Cuanto más nos alejemos de esa fecha, más ácidos (y desagradables al gusto) se volverán. Un proceso que tiene algo positivo: si surgiesen bacterias, no consegurían desarrollarse en este medio adverso.
  • Los riesgos. Si aparece un pequeño punto de moho, se puede quitar y consumir el producto sin peligro. Si el desarrollo es más importante, ¡a la basura! Los mohos y levaduras pueden bajar la acidez del producto y posibilitar la multiplicación de gérmenes.
AGUA, ZUMO Y REFRESCOS
  • ¿Hasta cuándo consumirlos? Es preferible respetar las fechas máximas y las condiciones de almacenaje indicadas en el envase, es decir, al fresco y a la sombra. En el caso de las bebidas gasificadas (aguas, refrescos...) después de nueve meses pueden perder sus burbujas.
  • Los riesgos. A corto plazo, se modifica su sabor y aparecen depósitos sólidos. Pero a largo plazo, el material de la botella termina por contaminar la bebida. Cuanto más ácido sea el contenido (zumos de fruta), más se acelerará esa contaminación, lo que supone un factor de riesgo.
MERMELADAS Y CHOCOLATE
  • ¿Hasta cuándo consumirlos? Indefinidamente, pero, desgraciadamente, con una pérdida progresiva de sabor.
  • Los riesgos. Ninguno. En caso de presencia de moho en la mermelada, se puede retirar la capa. Bajo el efecto del calor, el chocolate puede "blanquearse". El sabor es el mismo, pero visualmente es menos apetitoso.
EMBUTIDOS Y CONSERVAS SALADAS
  • ¿Hasta cuándo consumirlos? Para todo lo que se almacena en frío (patés, jamón de York...), nunca hay que pasarse de la fecha de caducidad. En cambio, con los productos estabilizados por salazón, secado o ahumado, no se corre ningún riesgo hasta pasadas dos semanas después de la fecha indicada. Las piezas enteras de embutidos se pueden comer hasta dos meses después.
  • Los riesgos. Los productos frescos caducados pueden provocar problemas gástricos e infección por Listeria. Los salados y envasados perderán su sabor original, pero no provocan ninguna enfermedad.
SALSAS (Mayonesas, ketchup, mostaza, barbacoa...)
  • ¿Hasta cuándo consumirlas? Antes de la apertura, se pueden agregar dos semanas a las recomendaciones de los fabricantes. Una vez abierto, se pueden consumir durante las siguientes dos a tres semanas en el caso de las mayonesas, dos meses en el caso del ketchup y de 48 a 72 h para las salsas de tomate en conserva. La mostaza, rica en vinagre, es estable en el plano microbiológico a temperatura ambiente.
  • Los riesgos. Una vez abiertos, las salsas pueden contaminarse, por lo que debes extremar el cuidado a la hora de conservarlas y manipularlas.
LECHE EN TETRA BRICK Y EN BOTELLA
  • ¿Hasta cuándo consumirla? Sin problemas, hasta dos meses después de la fecha de consumo que pone en el envase.
  • Los riesgos. Ninguno en cuanto al aspecto microbiológico, siempre que el embalaje no esté hinchado. Si es así, la leche puede presentar modificaciones organolépticas: grumos, olores... Conclusión: no caerás enferma, pero tampoco tendrás ganas de beberla.

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domingo, febrero 5

La mayor falsificación de la historia

(Un artículo de Marc Garrigasait en elconfidencial.com del 1 de febrero)

La Alemania nazi usó un arma mortífera en la II Guerra Mundial que casi hunde Inglaterra y a los aliados. La falsificación masiva de millones de billetes de libras esterlinas y de dólares norteamericanos.

Una guerra se puede perder de muchas formas, pero la más clara es por la parte económica y la Alemania nazi, al no poder invadir Inglaterra ni Estados Unidos, trató de hundirlas inundándolas de billetes falsos.

El objetivo de Alemania con esta estrategia era provocar graves problemas económicos con un incremento de la inflación, a la vez que minar la confianza internacional en la moneda del imperio británico en el comercio internacional.

Obviamente, falsificar moneda también le servía a Alemania para conseguir recursos a coste cero para pagar a sus espías, a sus confidentes, importar material militar, alimentario e industrial.
Difícilmente en una época de escasez provocada por la II Guerra Mundial podía diseñarse una operación más positiva para Alemania y negativa para el bando de los aliados.

El plan fue ideado y dirigido por el Mayor de las SS, Bernhard Krüger, un antiguo ingeniero textil con línea directa con Himmler, entre 1942 y 1945. Los alemanes buscaron en sus registros policíacos a todos los expertos falsificadores judíos y los concentraron, los separaron del resto de prisioneros -lo que obviamente les salvo la vida-, les dotaron de un nivel de vida aceptable y les proporcionaron los mejores medios industriales, tanto maquinaria como el mejor papel moneda de una empresa alemana. Su único objetivo era conseguir billetes falsos prácticamente perfectos e indetectables.

Este equipo de 142 prisioneros judíos fue llevado a principios de 1942 cerca de Berlín, al campo de concentración de Sachsenhausen, para trasladarles posteriormente al campo de Auschwitz. Se le llamo "operación Krugër o Bernhard".

A finales de 1943 aproximadamente, se imprimían al mes un millón de billetes y muchos de ellos fueron transferidos al cuartel general de las SS, en el antiguo hotel cerca de Merano, en los Alpes italianos, para 'lavarlos' pagando con ellos las importaciones de todo tipo de bienes, espías y confidentes.

Hay quien explica que los alemanes pagaron la liberación del dictador Benito Mussolini en 1943 con estos billetes falsos, pero no se ha podido demostrar con ninguna evidencia clara.

El Banco de Inglaterra tuvo constancia por primera vez de la existencia de estos billetes en 1943 y reconoció que fue "la falsificación más peligrosa que nunca había visto".

En 22 de febrero de 1945 consiguieron dar con la técnica exacta y las planchas para imprimir el primer billete de 100 dólares. La oficina principal del Reich ordenó parar y desmantelar todas las imprentas para evitar que fueran descubiertas por los aliados ya cerca del final de la guerra.

En abril de 1945 Sachsenhausen fue evacuado ante el avance aliado. Se estima que para entonces las imprentas habían producido 8.965.080 de billetes, con un valor de 134.610.810 de libras. Se consideraron las mejores falsificaciones nunca antes realizadas, siendo muy difícil o casi imposible de detectar.

Se falsificaron billetes de 5, 10, 20, y 50 libras. Se estima que el total de billetes emitidos equivalían a nada menos el 15% de todos los billetes de libras esterlinas en circulación en la época.

En la evacuación de Sachsenhausen todo el equipo y maquinaria fueron trasladados a las cuevas que se ubicaban cerca del campo de concentración de Ebensee, en Austria. Las órdenes eran claras: esconder las imprentas y matar al equipo de 142 expertos falsificadores para no dejar rastro. Pero la complicada logística en la fase final de la guerra les salvó la vida a todos. El campo Ebensee fue liberado el día 6 de mayo de 1945 por las fuerzas armadas norteamericanas. El judío eslovaco Adolf Burger, unos de los prisioneros del equipo de falsificadores, sería quien escribiría con detalle sus memorias explicando esta increíble historia.

Se ha sabido que las órdenes de las SS eran matar a los falsificadores para no dejar ningún rastro a los aliados. Todos ellos lo sabían, pero siguieron falsificando ya que era la única forma que tenían de conseguir ganar tiempo para que llegara un milagro como finalmente se produjo.
Salvaron su vida gracias a las prisas de la retirada nazi. Aquí finalizó la "operación Krugër o Reinhard".

El Mayor de las SS, Krüger, huyó a Suiza con algunas libras esterlinas encima, supongo yo, junto a una mujer. Fue detenido por los ingleses y siempre negó la operación, que no pudo probarse en juicio. Logró así librarse de la condena, volvió a su vida normal e, irónicamente, trabajó para la empresa alemana que proporcionaba el papel especial para imprimir billetes. Murió en 1989.

En esta página se pueden encontrar varios de los documentos históricos sobre este sorprendente relato del que también se ha hecho eco el cine. La película "Los falsificadores" o Die Fälscher (The Counterfeiters), del año 2007, es una producción austriaco-alemana que relata con todo detalle esta increíble historia. El protagonista es el falsificador judío, Salomon 'Sally' Sorowitsch, el mayor experto del grupo de falsificadores de élite de Sachsenhausen. Dudo que en la historia económica moderna existiese un grupo tan amplio de expertos falsificadores y con todos los medios necesarios como lo fue este.

Es muy buena la escena en la película en la que un militar alemán de incógnito viaja a Zurich para ingresar los billetes falsos en su cuenta bancaria, en Sachsenhausen, para comprobar su validez. Tras la respuesta afirmativa del banquero suizo una vez analizados, el alemán, con mucha sangre fría, le comenta: "Ya sé que usted acaba de comprobarlos, pero le pediría a su banco un análisis más profundo de estos billetes, ya que tengo ciertas dudas sobre su procedencia".

El banco revisó más a fondo los billetes y la contestación fue que eran billetes totalmente válidos y de curso legal. Imaginaros la celebración del grupo de 142 prisioneros cuando reciben la noticia que han creado una obra maestra de la falsificación. Su vida dependía de la calidad de sus falsificaciones.

Ruzowitsky, el director del film, consultó estrechamente con Adolf Burguer todo el guión de la película que relata la Operación Bernhard.

En 1959, unos buzos descubrieron millones de libras en billetes en el fondo del lago austriaco de Toplitz, cerca de Ebensee, donde se ocultaron las imprentas y los billetes. Muchos de los billetes
continuaron circulando libremente por Inglaterra, y el Banco de Inglaterra se vio obligado con los años a variar el formato de muchos billetes hasta que pudo finalmente sustituirlo por nuevos billetes.

Parece pues, que en 1943 también se inyectaba dinero artificial a la economía europea, igual que ocurre hoy con los bancos centrales. La diferencia es que entonces el dinero llegaba a la economía real y en cambio hoy en día se queda en el sistema bancario.

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