Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

miércoles, abril 28

The first camping club in the world

(Taken from wikipedia, XLSemanal and other pages throughout Internet)

The founder of modern recreational camping was Thomas Hiram Holding, who wrote the first edition of "The Camper’s Handbook" in 1908. His urge to camp derived from his experiences as a boy: in 1853 he crossed the prairies of the United States in a wagon train, covering some 1,200 miles (1,900 km) with a company of 300. In 1877 he camped with a canoe on a cruise in the Highlands of Scotland, and he made a similar trip the next year. He wrote two books on these ventures.

He was also a founder of the Bicycle Touring Club 1878 (now renamed the Cyclists' Touring Club Thomas Hiram Holding) and later, in 1901, he founded the first camping club in the world, "Camping and Caravanning Club".

lunes, abril 26

Así funcionan los negocios ilegales

(Un artículo de Por Pablo Pardo en el suplemento Mercados de mayo de 2008. Lo peor es que, aunque el artículo ya tiene un par de años, el contenido sigue aún vigente)

La cuarta economía mundial no es China. En realidad, la cuarta economía mundial no es ningún país. Pero es una de las economías más dinámicas, productivas e innovadoras del mundo. Sus empresarios han aprovechado el aumento del comercio internacional, el desarrollo del sector financiero y la explosión de las nuevas tecnologías para convertirse en verdaderos motores del crecimiento en países de la talla de Rusia, China o Tailandia. Son capitalistas puros.Comercian con todo. Sus mercancías son armas, drogas, software, películas, discos y seres humanos. Es la
economía del crimen organizado.

Evidentemente, es imposible saber el peso económico del crimen organizado en el mundo. Pero su cifra de negocio oscila entre 1,3 y 2,5 billones de euros anuales, es decir, entre el 2,5% y el 5% del PIB mundial, según las estimaciones de Naciones Unidas y del Fondo Monetario Internacional. Si se toma la parte alta de esa horquilla, eso implica que este sector mueve al año el equivalente a tres veces la economía española. Sólo lo superan en tamaño la UE, EEUU y Japón. Con esos 2,5 billones de euros podría pagarse todo el consumo de petróleo del mundo
durante seis meses, incluso con el barril a 120 dólares. O financiar la Guerra de Irak durante 39 años.

Además, el crimen organizado crece a una velocidad propia de un portal de internet de éxito. En 1992, el Departamento de Estado de EEUU estimaba que había tres millones de esclavos en el mundo. Hoy, la ONU eleva esa cifra a 12,3 millones. Según la Organización Internacional del
Trabajo, un organismo dependiente de Naciones Unidas, 2,4 millones de mujeres están en este momento ejerciendo la prostitución como esclavas sexuales después de haber sido exportadas con engaños y por la fuerza de sus países de origen.Los 200.000 millones de euros que mueve como mínimo el tráfico de drogas son más que el comercio mundial de textiles, ropa, hierro y acero juntos.

Así que los verdaderos líderes empresariales de la globalización son los mafiosos. Como ha explicado Moises Naim, director de la revista Foreign Policy, a este periódico, los criminales son los empresarios más innovadores y más audaces del mundo. Ellos entendieron antes que nadie
las posibilidades de la globalización, y las han sabido aprovechar.

Naim es autor del libro Illicit (Ilícito), que ha sido recientemente transformado en un documental televisivo por la cadena pública estadounidense PBS, en el que estudia los modelos de gestión de las mafias. Su análisis, confirmado por otros expertos consultados por este periódico, confirma que las mafias operan igual que las empresas privadas, con cuatro patas que podrían haber sido sacadas de cualquier manual de una consultora sobre cómo organizar un negocio.

Las redes criminales son muy dinámicas y flexibles. Un ejemplo: este año, EEUU está dando una enorme publicidad a la caída de las aprehensiones de cocaína, lo que parece indicar que está teniendo éxito en la lucha contra el tráfico de drogas. Pero la realidad es otra. «Las mafias han comprobado que el euro es más atractivo que el dólar, y que Europa no controla la entrada de coca desde Africa, así que están exportando a ese mercado en vez de a EEUU. Así que entra menos coca y, por tanto, se apresa menos», explica Naim.

Más notable aún es la innovación en materia de producto, que refleja que incluso la legalización de ciertas actividades no implica necesariamente menos crimen. Un ejemplo es la prostitución.El profesor de Harvard Sudhir Venkatesh -uno de los mayores expertos en economía informal del
mundo- y su colega de Chicago Steven Levitt han descubierto que la expansión de las relaciones sexuales antes del matrimonio no sólo no ha limitado la prostitución, sino que la ha expandido, puesto que las prostitutas se han especializado en prácticas sexuales que los hombres no atreven a reclamar a sus parejas.

Como explicó Levitt en enero en el congreso anual de la Asociación de Economistas Americanos (celebrado, paradójicamente, en Nueva Orleans, una ciudad famosa por su prostitución), «la disponibilidad del sexo premarital ha eliminado en gran medida la prostitución tradicional. Lo
que queda es lo que el mercado de esposas y novias no proveerán con facilidad». Esos nuevos comportamientos sexuales han provocado un boom del tráfico de mujeres y del turismo sexual, fácilmente accesible para cualquiera con un ordenador y que tenga aproximadamente 30 segundos para realizar una búsqueda en Google. Hoy, el tráfico de personas es ya el tercer sector del crimen organizado más grande por tamaño, con una cifra de negocio anual de unos 28.000 millones de euros, según el think tank Federación de Asociaciones de Naciones Unidas.

La innovación está también en el origen del mercado mundial de falsificaciones, el mayor segmento del crimen organizado mundial, que mueve, según esa misma organización, 340.000 millones y tiene un enorme peso económico en países como China, Tailandia y Brasil.

«Cada vez hay menos organizaciones verticales, es decir, grupos a la antigua usanza, que controlaban toda la línea de producción y comercialización. Ahora hay grupos pequeños, locales, que se coordinan entre sí. La Mafia al estilo siciliano, en torno a un líder al que se jura fidelidad, ha desaparecido», ha explicado a MERCADOS Saltanat Berdikeeva, analista de la consultora RiskMetrics y autora de varios artículos publicados en la revista especializada Jane's sobre crimen organizado en Asia Central.

Esa dinámica es consecuencia de la integración de la economía mundial. Con la excepción de las mafias que proveen seguridad a cambio de dinero, la mayor parte de las actividades ilegales requieren trascender fronteras, tratar con culturas diferentes y tener buenos conocimientos
técnicos y financieros. Una sola organización no puede hacerlo. Pero muchos pequeños grupos, sí.

Eso también conlleva mayores márgenes. Un mayorista compra heroína en Afganistán a unos 750 euros el kilo, y después la revende a una mafia turca a 9.000 euros. De allí, la droga pasa a un intermediario que, a su vez, la coloca en el Reino Unido a 28.000 euros. Finalmente, los
minoristas británicos obtienen 45.000 euros por esa droga. Lo mismo se aplica a otras actividades.En el norte de Argentina han llegado a venderse mujeres por 130 euros, según han confirmado fuentes de la Organización de Estados Americanos (OEA) a este periódico. En un burdel en España, esa esclava sexual puede aportar 100.000 euros anuales a sus propietarios.

También hay excepciones. El tráfico de armas se está centralizando.Pero eso se debe a la dinámica política en Rusia. Como ha declarado a este periódico Douglas Farah, autor del libro Merchant of Death (Mercader de Muerte), sobre el mayor traficante de armas del mundo, Viktor Bout: «Putin y su gente quieren llevarse una tajada del tráfico de armas, que hasta ahora estaba en manos de empresarios privados. En otras palabras: los parámetros han cambiado, pero el problema sigue siendo igual. La única diferencia es que las exportaciones de armas ilegales tienen certificados de exportación legales». Otros países, como China y Corea del Norte, siguen la misma política.

El máximo ejemplo de esta dinámica es Bout. En realidad, él no era un traficante de armas, sino un empresario del transporte. Con una flota de 60 gigantescos aviones de la antigua URSS con base en los Emiratos Arabes, y en Moldavia, Bout llevó a cabo todo tipo de operaciones hasta su arresto, hace dos meses. Transportaba flores de Sudáfrica a Europa, tropas de paz de Bélgica a Somalia, y suministros militares para el Ejército de EEUU en Irak. En diciembre de 2005, la ONU le contrató para que distribuyera la ayuda tras el tsunami que mató a 200.000 personas en el Océano Indico. Pero Bout también llevó armas a todas las facciones de la guerra civil de Afganistán, a las FARC colombianas y a todo tipo de guerrillas y Gobiernos de Africa. Sus modelo de negocio queda descrito en el documental Darwin's Nightmare (La pesadilla de Darwin), en el que se muestra cómo los aviones de Bout llevaban armas de la antigua URSS a Africa, y allí cargaban percas del Nilo para Europa. Ese modus operandi es cualquier cosa menos excepcional. «Las mafias son pragmáticas. Si se le presenta una buena oportunidad, una red de tráfico de drogas se dedicará al tráfico de mujeres», subraya Berdikeeva.

Todas estas actividades no podrían darse sin la complicidad de Occidente. La ONU calcula que el blanqueo de dinero mueve alrededor de un billón de euros anuales y ésa es una cifra demasiado grande como para actuar contra ella. La movilidad del capital, además, refuerza las posibilidades de inversión de los criminales. Deborah Jeane Palfrey, que dirigía una red de prostitutas de lujo en Washington que contaba con 15.000 clientes, fue detenida cuando estaba comprando inmuebles en Alemania. A cambio de dar armas a las facciones de la guerra civil de Sierra Leona, Bout no pidió dinero, sino varias minas de platino de ese país, con lo que estuvo a punto de convertirse en uno de los principales actores en el mercado mundial de ese mineral estratégico.

La proliferación de centros financieros offhsore -en la práctica, paraísos fiscales en los que se establecen los hedge funds- se ha combinado con la permanencia de redes tradicionales de transferencia de capital, como la famosa hawala, utilizada por los ciudadanos de Oriente Medio, que tampoco están sujetas a control. Así es como, por ejemplo, han proliferado fraudes como el famoso 419, el timo que conocen bien los usuarios de correo electrónico Yahoo! El 419, que se lleva a cabo desde Nigeria, consiste en enviar correos electrónicos ofreciendo negocios fabulosos siempre y cuando la víctima gire primero unos pocos miles de euros. Es un sistema rudimentario, pero que cada año genera más de 300 millones de euros de beneficios a sus perpetradores, y que es tan popular en Nigeria que hay incluso canciones populares celebrándolo.

«Si los europeos son serios respecto a la lucha contra el crimen organizado y el autoritarismo en Rusia, no tienen más que congelar las cuentas de los empresarios de ese país en sus bancos», subraya un experto estadounidense que prefiere no dar su nombre. Como ha explicado a este periódico el periodista británico Misha Glenny, autor del libro, recién publicado, McMafia: «La canciller alemana Angela Merkel no ha conseguido que Liechtenstein endurezca su legislación contra el blanqueo de capitales. Cuando Alemania no puede hacer nada contra Liechtenstein,
¿qué podemos esperar?».

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sábado, abril 24

Un rey gordo

(Un artículo de Jesús Hernández, aunque no me acuerdo dónde lo leí)

Un rey a dieta, medida que, por lo visto, surtía más efecto que las hierbas, los potingues y las dietéticas varias. Ayuno y abstinencia. De todo. Su reino, el de León, bien valía ese duro sacrificio, aunque las tripas rugiesen como fieras. Sancho I "el Craso" (935-966), hijo de Ramiro II, monarca que gustaba de frecuentes estancias con la corte en Zamora, y de Urraca de Navarra, padecía una grave obesidad (¿hidropesía?), que le impedía dar un paso. Perdió la confianza de sus vasallos y el trono por su extrema gordura. Por consejo de su abuela Toda se confió a Abderramán III, el califa cordobés, y un médico árabe le hizo adelgazar de manera drástica. Recuperó las fuerzas propias, obtuvo otras ajenas -la cooperación de un ejército musulmán- y se dirigió a Zamora.

«La situación creada por la prematura muerte del rey Ordoño II en la ciudad de Zamora, en la que no sabemos si aquélla le sucede cuando preparaba alguna reacción contra los musulmanes o simplemente se encuentra residiendo en ella», escribe la profesora María Luisa Bueno en "Zamora en el siglo X", «abre un nuevo periodo de tensiones domésticas, o más bien políticas, que inciden de alguna manera en la ciudad del Duero». Sancho I accedió el trono con el apoyo de Navarra y Castilla. Su comienzo constituyó «un cúmulo de errores», puesto que rompió la tregua con los musulmanes «al negarse a llevar a cabo la entrega o desmantelamiento de las fortalezas exigidas a su hermano»: las situadas en la línea del Duero. Los cordobeses derrotaron al leonés y se acrecentó la inquietud de la nobleza del Viejo Reino, siempre tan suya, que menospreciaba al monarca por su adiposidad.

Sancho I "el Craso", que sucedió a su hermano Ordoño II -antes le había disputado el trono al excelente monarca-, fue coronado en el año 956. Su gordura no le permitía hacer empleo de las armas. Y sólo así, en aquellos días, se acreditaba el valor. No cabía suponerlo. Precisaba ayuda para casi todo. No podía ponerse al frente de su ejército. Porque no se sostenía firme en el caballo y porque movía a la (soterrada) burla su cómica y trágica situación.

La historiografía zamorana señala que Sancho I "el Craso" «tuvo que abandonar sus reinos y refugiarse en Pamplona, porque Ordoño, hijo de Alfonso el Monje, le disputaba la corona, como él se la había disputado a su antecesor, ayudado por el inquieto Fernán González», conde levantisco y conspirador. Leoneses y castellanos estaban de acuerdo en la inutilidad del monarca gordinflón. Era el año 958. Sólo le quedaba un refugio: Navarra, donde su abuela Toda, hábil reina, dirigía la vida y las existencias. Pronto salió a relucir su destreza. Así, ideó una trama para situar a su nieto otra vez en el trono. Miró al sur: Córdoba, el Califato, Abderramán III. Y solicitó su ayuda. Interés por interés. Interés con interés se paga. Así se establecen las alianzas políticas. Y, a veces, las otras.

Toda, viuda del rey Sancho Garcés, mujer de notable talento -lo demostró durante el largo periodo de regencia- y energía, se propuso reivindicar a su nieto y, con eso, recuperar el trono perdido. Y comenzó -la imagen ya contaba mucho- por el aspecto: había que corregir la traza, la presencia, el porte?, porque la pinta no era de empaque, de alcurnia. Recio en su interior y, también, en su exterior. Pensó en Córdoba, donde la ciencia prosperaba a mediados del siglo X. El Califato era un foco cultural. La anciana reina envió sus correos, quienes expusieron sus propósitos. Abderramán III vio la posibilidad de intervenir directamente en la política de los reinos cristianos de la península? y despachó a Hasday Ibn Shaprut, médico y diplomático, judío de amplia fama. Su diagnóstico: la cura debía realizarse en Córdoba. A cambio, el Califa respaldaría militarmente a Sancho I y éste daría el control de las diez plazas fuertes situadas en la frontera del Duero. No era poco lo que se pedía, pero se concedió.

Del norte al sur, de Pamplona a Córdoba. Había que ponerse en camino. Los años no arredraban a la reina navarra, que se acompañaba de un amplio séquito: caballeros, damas, sirvientes? Dos fines: tratar la obesidad de Sancho I -¿cómo realizó el viaje?, ¿acaso lo hizo a pie?- y sellar el pacto. El régimen impuesto al rey sin corona fue severísimo: cuarenta días de infusiones, a base de no se sabe qué hierbas. Sólo líquidos, que debía tomar siete veces cada jornada. El monarca depuesto no podía ni con el alma. Los vómitos y las diarreas, que se sucedían continuamente, le hicieron bajar de peso. Le dejaron, al fin, sin fuerzas pero magro. Curado.

Ya no era aquel hombre fofo. La dieta había hecho maravillas. Quedaba cumplir, sin embargo, con la segunda parte del acuerdo. A sus órdenes, un aguerrido ejército cordobés. El objetivo: conquistar Zamora. Después de «obtenida su curación y de serle devueltos por el saber de los médicos árabes la agilidad y energía de los primeros años, el Califa puso a su disposición» una tropa disciplinada, con la cual, y «colocado a su cabeza, recuperó el trono? Zamora y tras ella las más importantes ciudades le abrieron sus puertas, volviendo a la gobernación», escribe Ursicino Alvarez en su "Historia General, Civil y Eclesiástica de Zamora".

Ibn Jaldún, historiador y filósofo árabe, de origen andalusí, señala: «Sancho llegó a Córdoba en busca de ayuda, y, habiéndola conseguido, se apoderó de Zamora». Y prosigue: «hizo ocupar esta ciudad por sus auxiliares musulmanes». Sancho "I el Craso", que se olvidó de lo acordado con Abderramán, falleció en el 967, tal vez envenenado -tan frugal, pero mordió una manzana y?-, en Galicia. En Zamora, había contado con apoyos y partidarios. Aquí asentó la corona en su testa. Ahora lo cuenta "El legado de Al-Andalus en Castilla y León". Hace mucho lo habían relatado cronistas e historiadores.

Zamora se constituye «en residencia de los reyes leoneses durante buena parte del siglo X, en ella pasan temporadas largas, desde ella proyectan sus correrías hacia el sur, a ella vuelven como retaguardia segura tras las incursiones y las batallas en territorio islámico y en ella enferman y mueren varios de ellos. Zamora se hace corte a la par que comienza a presentar rasgos de ciudad», según ha estudiado Salustiano de Dios. Se encontraban a gusto. Residencia: para el descanso acogidos a la fortaleza que daba seguridad, para la cura de la enfermedad y la espera de la muerte. También para el nacimiento regio, que alumbra alegría y fiesta. Y algunos monarcas no lo olvidaron. Su origen o su prolongada estancia en la urbe les movió a las concesiones.

Sancho I "el Craso" no fue de aquellos. Tampoco dispuso de mucho tiempo. Su reinado, dividido en dos etapas, duró ocho años: de 956 a 958 y, después, de 960 a 966... Para este rey, la comida siempre fue como un veneno.

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jueves, abril 22

La importancia de la apariencia

(Sacado de un artículo de Carlos Salas del 18 de diciembre del 2007. Es sólo una anécdota pero nos recuerda que si, que la apariencia importa. ¡Y mucho!)

"A mediados de los años 70, aparecieron en las cabinas telefónicas del aeropuerto de Detroit unas carpetas olvidadas que tenían el siguiente mensaje: «Querido papá: que tengas un buen viaje.¡No te olvides de enviar la solicitud por correo antes de tomar el avión! Te quiere, Linda». Dentro había un currículum y un sello de correos.

Las 503 carpetas eran iguales excepto en una cosa: la foto de Linda. En unas, era verdaderamente hermosa. En otras, digamos que la tal Linda había llegado tarde el día en que Dios repartió las caras. Fea como ella sola. Los transeúntes examinaron el contenido. ¿Adivinan qué carpetas fueron enviadas altruistamente a su destino? El receptor fue el profesor Richard Lerner, psicólogo social de la Universidad East Michigan. Su experimento pretendía demostrar si existía alguna relación entre la belleza y la actitud de los humanos. Existía, claro.

Y ahora, apriétense los cinturones porque entramos en un terreno minado. ¿Por qué razón un niño guapo recibe en la escuela mayor atención y mejores notas? ¿Por qué un ladrón bien parecido consigue del juez una pena menos severa que otro ladrón de aspecto menos agraciado?

Estas preguntas se las hizo Ulrich Renz antes de escribir su reciente libro La ciencia de la belleza (Editorial Destino).Y, para lo que nos toca, habría que añadir otras preguntas: ¿Ganan las mujeres hermosas más dinero que las feas? ¿Daría un empleo a alguien sólo porque se pareciera a Beckham?

Si la respuesta es no, entonces dejen de leer este artículo.¿Siguen aún ahí? Bien, entonces empecemos por desmontar sus prejuicios.Quizá no exista un ideal universal de la belleza porque en tiempos de Rubens gustaban gorditas y ahora las preferimos flacas. Pero casi todos estamos de acuerdo en la fealdad.

Quasimodo, el Hombre Elefante o Picio lo hubieran tenido muy crudo en un proceso de selección del Grupo Hay. Por instinto, asociamos la fealdad a lo negativo, razón por la cual todos tratamos de aparentar lo que no somos (más guapos, más atractivos, más sexys) cuando nos enfrentamos a una entrevista de trabajo. Cualquier seleccionador sabe que, ante dos candidatos iguales, casi siempre gana el más guapo. Es una cuestión matemática.

The Economist decía en un artículo reciente titulado Belleza y éxito (número especial del 22 de diciembre) que la razón de este comportamiento radica en que ligamos la salud y la inteligencia a la belleza. La cara bonita es síntoma inequívoco de bienestar.¿Y la inteligencia? Ahí va eso. «En contra de los chistes sobre las rubias tontas, la gente guapa parece ser más inteligente», afirma la revista, y aporta estudios científicos como el del doctor Daniel Hamermesh, que es un economista (no un biólogo) de la Universidad de Texas. Hamermesh hizo un montón de test basados en fotografías y llegó a la conclusión de que el éxito en los negocios estaba asociado a la belleza. Incluso estableció que había una especie de «penalización por fealdad» pues en general la gente fea ganaba menos que la guapa. Glup.

Eso explica que las mujeres (y los hombres cada vez más) gasten cada año 280.000 millones de dólares en la industria de la cosmética, según The Economist. Por algo se llama la industria de la belleza.

Los publicitarios no necesitaban leer el estudio de Hamermesh, pues saben de sobra que si emplean modelos hermosos, las ventas se disparan. ¿O es que todos descubrimos por casualidad este año lo buenos que son los cafelitos de Nespresso? No señor. La gracia estaba en el anuncio de George Clooney, el hombre que está en los salvapantallas de todas las mujeres y que envidiamos los varones.

Si usted es feo o fea, no querrá terminar este artículo porque pensará que su futuro está ya escrito. Bueno, no vaya tan lejos porque las guapas también sufren. Según un estudio de Madeline Heilman y Melanie Stopeck, de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, las mujeres guapas que aspiran a altos puestos directivos deben atravesar por pruebas más duras que las feas, ya que los de arriba sospechan que las primeras han llegado allí por su exuberancia.

Para evitar esa discriminación por el aspecto físico, Ulrich Renz recomienda el truco de las orquestas americanas, que examinan a los músicos situándolos detrás de una cortina mientras tocan una pieza.

De todos modos, algunas pruebas nos indican que en el caso de España, las teorías de Hamermesh o de la belleza, acaban por los suelos.

Voy a poner un ejemplo. En las grandes casas de moda, parece que el éxito está ligado a la belleza de sus dueños: Giorgio Armani, un atractivo italiano de pelo blanco; Luciano Benetton, con ese look de profesor sexy; Ralph Lauren con su aspecto de caballero de fortuna. Pues bien, Amancio Ortega no es precisamente un dandy pero Zara se los ha merendado a todos en pocos años.Puedo seguir poniendo ejemplos en que nuestros empresarios y hombres y mujeres de negocios no son bellos, ni apuestos, ni atractivos (ni sexys), pero, amigos, no sólo han conquistado América del Sur, sino que se han metido en la del Norte, en Europa, y ahora quieren un buen trozo de Asia. En España, el éxito en los negocios no está asociado a la belleza. Lo siento por The Economist.

Ultima esperanza. Si usted es una persona horripilante y ha sido discriminada en alguna selección de personal, le recomiendo que lea una entrevista que hizo Muy Interesante (especial sobre La Belleza) al catedrático de estética Xavier Rubert de Ventós. Cuenta este profesor que cuando fue a Berkeley conoció a dos señoritas, una muy guapa y otra muy fea. Estas chicas tenían un grupo que luchaba contra algo que llamaban «imaginismo». Primero buscaban anuncios en los que se solicitaban secretarias con conocimientos de informática e idiomas, y se presentaban por separado. La fea demostraba todas sus cualidades para el puesto, y la guapa, aparentaba no saber ni de gramática. Cuando la empresa contrataba a la guapa, las dos presentaban una denuncia por discriminación y estafa.Y ganaban mucho dinero con estos pleitos. Animo."

martes, abril 20

Justicia babilónica

(De Peluche, para variar)

Una vez al año, los babilonios seguían la tradición de subastar a las jóvenes en edad casadera.
Los hombres tenían que pujar con altas sumas de dinero para conseguir llevarse a las mujeres más guapas. El dinero recaudado se repartía entre las menos agraciadas para que pudieran comprarse esposo.

domingo, abril 18

La temperatura del marisco

(Extraído de un artículo de Caius Apicius en El Confidencial)


[...]Las nécoras hay que tomarlas mornas (templadas).

Claro que sí. Y las centollas. Ojo: nadie está diciendo que se tomen calientes, aunque haya zonas en las que así se hace, sino cuando están un poco por encima de la temperatura ambiente... y, desde luego, cuando se han atemperado de forma natural, esto es, dejándolas enfriar sin caer para nada en la tentación de castigarlas con una estancia en la nevera como si fueran Virgil Hilts, el inolvidable personaje de Steve McQueen en La gran evasión. El frío de nevera no hace ningún favor a estos mariscos: seca sus carnes, dificulta su extracción de las patas... y les cambia el sabor.

Así que berberechos, mejillones, nécoras, centollas, santiaguiños, cigalas... que haga un rato, pero sólo un rato, que se han cocido en agua convenientemente salada y que vayan bajando su temperatura por medios, digamos, naturales. El hielo sólo va bien en los casos extremos, en los casos en los que el marisco se come no ya crudo, sino vivo, como las ostras y las almejas "al natural", que se sirven normalmente sobre una capa de hielo picado; el frío, aquí, es beneficioso para la firmeza de sus carnes, puro sabor a yodo, a mar limpio... En los demás casos, el frío sirve sólo para su transporte. Pero nada es igual a comer un marisco de hoy, como mucho de ayer, cocido hace un rato y aún moderadamente tibio.

Con otra excepción gloriosa: los percebes. Con los percebes no hay tibieza que valga. Han de ir de la lumbre a la mesa, a la que llegarán tapados con un paño blanco, en parte para que no se enfríen nada entre la cocina y el comedor y en parte también para que los comensales los pillen a ciegas, es decir, sin seleccionar con la vista los más grandes. Pero han de estar calientes. No digo que quemando los dedos, pero que les falte poco. Comer percebes es algo que no fomenta la conversación, entre otras cosas porque mientras hablas pierdes turno, pero también para evitar que se enfríen; por eso se suelen cocer y servir por tandas.

Siempre recuerdo de mis años estudiantiles madrileños de las que yo consideraba auténticas herejías marisqueras que presenciaba en tantos bares y tascas. Una, comer los percebes -a precio de percebe- de la cámara, del escaparate, o sea, fríos; otra, que cuando alguien pedía una nécora se la trajesen ya dividida en sus correspondientes secciones, y escoltada por cuartos de limón para regar con su zumo al crustáceo, al que no le hace ninguna falta tal 'ayuda'; la tercera, que muchos parroquianos que pedían en el aperitivo una latita de berberechos al natural, en tiempos en los que no alcanzaban los precios en ocasiones desorbitados a los que ha llegado este antaño humildísimo molusco, regaban su contenido con un chorrito de vinagre. Con los años he aprendido a respetar casi todos los gustos, pero... por lo que a mí respecta, si quiero subrayar el frescor de unos berberechos usaré, juiciosamente, limón, un elemento con el que jamás se me ocurrirá mancillar el sabor de una buena nécora.

Pero en lo que me declaro intransigente es en la temperatura de consumo de los percebes. Calientes, y bien calientes; sólo así desarrollan todo ese sabor único, marino, irrepetible. Fríos... qué quieren que les diga, a mí me resultan chiclosos, me parecen menos percebes. De modo que seguiré disfrutando de los percebes recién cocidos, de los berberechos y mejillones abiertos al vapor minutos antes, de las nécoras y centollas cocidas con cierta antelación, tampoco mucha... La temperatura es un elemento más a la hora de experimentar placeres gastronómicos: afecta al sabor, a la intensidad de los aromas y, desde luego, a la sensación táctil en la boca, que es la que interesa. Así que cada cosa a su temperatura: mejor para todos.

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viernes, abril 16

Einstein, un mal estudiante

(Aunque todos sabemos que Albert Einstein suspendió física cuando era un adolescente, hasta este mes no he encontrado ninguna anécdota que detallara tanto. De El Confidencial)

[...] "Su profesor de física del politécnico, Jean Pernet, le puso un uno en el curso de Experimentos de física para principiantes. Y es que es conocida la proverbial insolencia, falta de esfuerzo e indisciplina del extraordinario científico en su etapa académica del Politécnico de Zurich (aprobaba física justito y suspendía matemáticas).

Walter Isaacson narra en su obra "Einstein. Su vida y su universo" que Pernet preguntó un día a Einstein: “¿Por qué está estudiando usted física en lugar de medicina o abogacía?”. Y el estudiante respondió: “Porque para esas materias tengo todavía menos talento”.

Einstein realizaba los experimentos a su manera y Pernet preguntaba a su ayudante: “¿Qué vamos a hacer con Einstein? Siempre hace algo distinto de lo que le he ordenado"."

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miércoles, abril 14

El rey que se burló de los ciegos

(Leído en el blog de Antonio Fumero en El Confidencial Digital. Una vieja historia con chicha)

Cuentan que un rey del norte de la India reunió en una ocasión a un buen número de ciegos que nunca antes se habían encontrado con un elefante.

Los lacayos del monarca, siguiendo una orden establecida, distribuyeron por grupos a los invidentes. A unos, les hicieron tocar únicamente la cabeza del paquidermo mientras les decían: "esto es un elefante". A otros, les permitieron tocar la cola del animal, repitiéndoles la misma
consigna. Y así hicieron con los demás grupos, mientras les dejaban palpar únicamente la trompa o las orejas o las patas.

Al final, el rey reunió a sus invitados ante sí y les preguntó qué era un elefante. Cada grupo comenzó a describir su experiencia. Como es fácil imaginar, surgieron explicaciones diversas según la parte del elefante que a cada uno le había correspondido tocar. Las intervenciones
se hicieron cada vez de forma más acalorada y hasta se tornaron violentas.

Al final, todo terminó en una gran pelea a puñetazos entre los ciegos, mientras el rey disfrutaba regocijado en la sala con el espectáculo porque eso es lo que había buscado desde el primer momento.

Esta fábula suele utilizarse para explicar esa idea, tan extendida en nuestra sociedad actual, de que el conocimiento humano (y la condición de la persona en general) es relativo. Los hombres –sostienen quienes apoyan esta tesis- seríamos como ciegos empeñados en absolutizar una
percepción del mundo que es parcial e inadecuada.[...]

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lunes, abril 12

A guide to Belgian beers

(Collected from Lonely Planet's monthly newsletter)

In Belgium, beer rules. No other country boasts a brewing tradition more richly diverse. Standard Belgian lagers, notably Jupiler, Maes and Stella Artois, are world class. That’s what you’ll get if you ask at any establishment for a pintje/bière. But what really gets connoisseurs in a tizzy are the ‘angels and demons’ – big bold brews that often derive from old monastery recipes or compete for the most diabolical names (Duvel, which means devil; Forbidden Fruit; Judas). The most famous of all, the six Trappist beers, are still brewed in active abbeys.

There are hundreds of varieties of beer, yet each one is served in its own glass, uniquely embossed and specially shaped to enhance the taste and aroma. Dip into our beginners guide:

Abbey beers
In medieval times, beer was healthier than water and approximated to barley soup – a meal in itself. In the early 19th century monastic beer production developed into a source of revenue for rebuilding monasteries that had been ravaged following the French Revolution. Today many fine, flavourful Belgian brews remain ‘Abbey Beers’ in name only since the monks have sold their labels and recipes to big brewery chains.

Trappist beers
Six abbeys of the strict Cistercian order still make their own ‘Trappist Beers’. Widely considered the epitome of the Belgian beer experience, these brews come in varying colours and strengths, but all are rich, smooth and intriguingly complex.

White beers
Known as witbier/bière blanche in Dutch/French, white beers are thirst quenching wheat beers, typically cloudy, flavoured with hints of orange peel and cardamon and drunk ice-cold with a twist of lemon on summer afternoons.

Lambics & fruit beers
In the Senne Valley southwest of Brussels mysterious airborne microorganisms allow the spontaneous fermentation of archetypal lambic beers (lambiek in Dutch). The idea is magical. However the taste of pure lambic is uncomfortably sharp and acidic. It’s rendered less unpalatable by barrel-maturing for up to three years, then blending (to make gueuze), sweetening with sugar/caramel (for faro) or by adding fresh soft fruit, notably cherries.

Other brews
Not all beers fit into neat categories, and not all abbey-style brews are Abbey Beers. A plethora of small-production artisan breweries produce special beers, sometimes experimenting with curious vegetable additions and historic recipes or coming up with ‘seasonal’ beers.

Must-try Belgian beers

The Trappists – mythic Westvleteren 12consistently tops the list. Orval, Rochefort 10 and Westmalle Triple come in just behind
Pannepot
– like liquid, alcoholised black chocolate, this unique and powerfully delicious brew takes some effort to find
If Leffe and archetypal white-beer Hoegaarden seem a bit corny, try the lesser known, higher-strength Leffe 9° or sturdy Hoegaarden Grand Cru
Duvel
, Grimbergen Triple, Double Enghien, St-Bernardus, Ename Triple, Brugse Zot and La Chouffe are all readily available golden brews that are well structured and deceptively strong
De Koninck
– a characteristic brown ale of mild strength. In Antwerp, where it’s ubiquitous, just ask for a bolleke (a ‘little bowl’ as the glass is nicknamed). Try some at the city’s oldest watering hole
Silly Pils
– fun to find if only for the name
Kriek Boon
– if you hate fruit beers and can’t understand lambics, this remarkable cherry beer just might change your mind
Kwak
– a characterful red beer served in a hilarious glass that shouts ‘I’m a tourist!’
Oerbier
– a complex, Marmitey dark brew that’s best on draft
Garre
– this 11% draught marvel with an incredibly floral head is only available in one pub. Handle with extreme care!

And where best to try them

Beermania, Brussels – the place to start, or finish, any serious beer study
Bierhuis Kulminator, Antwerp – off the beaten route but well worth finding
Café Botteltje, Ostend – seaside pub with 280 beers and counting
De Garre, Bruges – well hidden bar between Bruges’ main squares
Herberg De Dulle Griet, Ghent – inside or outside, as the weather dictates
Het Waterhuis aan de Bierkant, Ghent – waterside location and a superb array of brews
Moeder Lambic, Brussels – grungy bar known worldwide for its extensive beer list
Oud Arsenaal, Antwerp – not a strict beer-specialist café, but can hold its own among the big guns
’t Brugs Beertje, Bruges – Belgium’s most famous beer-specialist pub
Ter Posterie, Ypres – cellar café with a great summer courtyard.

Serious beer fans will want to visit Belgium’s best breweries:

  • Musée Bruxellois de la Gueuze – best intro to Brussels’ strange lambic brews
  • De Dolle Brouwers – crazy brewers that defy categorisation
  • Brasserie à Vapeur– still blowing steam and a great day out
  • Brouwerij De Halve Maan – Belgium’s most accessible brewery

and specialist beer shops:

  • Beermania and De Biertempel in Brussels
  • Bottle Shop, Bruges
  • Den Dorstvlegel, Antwerp
  • Ter Posterie, Ypres

And, if that wasn’t enough, time your visit for early September and you’ll be able to catch the Belgian Beer Weekend, a beer tasting event held in Brussels’ Grand Place that showcases new and time-honoured brews.

sábado, abril 10

Un error histórico: cien años de dinero de curso legal

(Este artículo es un discurso del Profesor Antal E. Fekete, matemático y experto monetario, durante una cena benéfica de “The Ficino School” en Auckland, Nueva Zelanda, el 28 de octubre 2009. Lo leí en noviembre del 2009 en El Confidencial, partido en dos partes, y creo que es interesante)


Muy probablemente concluirá el año 2009 sin que se haya conmemorado el centenario de un evento de gran importancia en la historia, que figura en forma destacada como la causa principal de la Gran Crisis Financiera del siglo. Este evento fue aquel al cual se le dio el falso nombre de “Legislación de Curso Legal” de 1909. Los billetes de banco, tanto de la Banque de France, así como del Reichsbank de Alemania, se convirtieron en moneda de curso legal, primero en Francia y muy poco después, también en la Alemania Imperial. El resto del mundo siguió el ejemplo. De esta forma se eliminaron todos los obstáculos a la financiación, por medio de créditos, de la Guerra Mundial que se avecinaba y a la monetización de la deuda que resultaría por medio de billetes de banco.

Un efecto imprevisto fue que se truncaron todos los esfuerzos diplomáticos por evitar la guerra y la gran derrama de sangre y destrucción de propiedad que traería consigo. En ambos países, los partidos que favorecían la guerra se habían anotado una gran victoria. La causa de la paz sufrió una derrota decisiva.

Quiero subrayar que he dicho que la legislación que llevó el nombre de “Legislación de Curso Legal” no fue tal, porque “curso legal” en este contexto fue una maligna distorsión del sentido aceptado de la frase. No había ningún aspecto de coacción en el curso legal, anteriormente a 1909. Los billetes de banco circulaban como dinero, pero su aceptación era enteramente voluntaria. La gente tenía el derecho incondicional de cambiarlos por moneda del país, o sea, por monedas de oro. Si un banco no podía entregar moneda de oro a cambio de un billete estaba en mora técnica y tenía que atenerse a las consecuencias.

En su sentido original el término “curso legal” se refería sencillamente a un estándar de tolerancia aplicable al desgaste de las monedas de oro. Las monedas de oro que estaban dentro del estándar de tolerancia circulaban por número, o sea, que su “valor de curso legal” se establecía por conteo de las mismas – una gran conveniencia. Otras circulaban por peso: todas y cada una de las monedas tenía que ser pesada – una gran inconveniencia. No había coacción alguna establecida en esta discriminación.

La salida de la crisis y el camino para evitar otra Gran Depresión es por vía de la restauración de la libertad en el ámbito de la moneda: por medio de una hábil revocación de las leyes de curso legal

La Casa de Moneda cambiaba monedas de oro dentro del estándar de tolerancia a cambio de nuevas monedas recién acuñadas, sin cargo para el propietario. El gobierno absorbía la pérdida y la cubría con cargo a los fondos generales de ingresos. Al costo se daba el mismo trato que el costo de mantener en buen estado las carreteras del país. No sólo no había coacción alguna en las leyes de curso legal, sino que en efecto, el gobierno proporcionaba un servicio público sin cobrar una cuota por el mismo. Ese era el significado de “curso legal” anteriormente a 1909.

Coacción contra el público

Nótese el cambio disimulado en su significado, como resultado de las leyes de curso legal de 1909. En el lugar de una conveniencia pública se sustituyó una coacción contra el público. Los dos gobiernos con la mayor capacidad bélica del mundo introdujeron la coacción al forzar a sus súbditos a aceptar y usar deuda como dinero. Esto constituyó un acto nunca antes visto en las historia. En particular, los gobiernos estaban obligando a los militares, así como a los empleados del gobierno, a recibir promesas de papel a manera de pago con finiquito por servicios rendidos.

Desde luego, el uso de la frase “curso legal” en esta forma constituye una contradicción. Una promesa de pago que es al mismo tiempo, un finiquito, no es una promesa. Es un edicto arbitrario. Este fue un paso reaccionario, diseñado para facilitar el aumento ilimitado de la circulación monetaria, sin tomar en cuenta la reserva de oro. Permitió la financiación con crédito de la guerra que se avecinaba, gran parte del cual era libre de intereses y sin fecha de vencimiento. La carga financiera de la guerra se le impuso al pueblo sin su consentimiento.

La medida se representó como un simple cambio, conveniente por razones de eficiencia. No hubo debate público respecto a sus implicaciones. En aquel tiempo, nadie podía adivinar las consecuencias ominosas. Nadie sospechaba mala fe de parte del gobierno. Como prueba de buena fe, se permitió que el oro continuara en circulación por otros cinco años. Los bancos entregaban las monedas de oro sin mayor problema. No hubo un notable incremento en la acumulación de monedas de oro por el público, señal que éste albergaba una confianza implícita en su gobierno. Cuando la guerra finalmente estalló en 1914, “los cañones de agosto” anunciaron el efecto demorado de las leyes de curso legal. De inmediato, todas las monedas de oro se escondieron. Los bancos se rehusaron a entregar oro a cambio de billetes. La Legislatura, incluso todos los diputados socialistas, votó a favor de los créditos bélicos que solicitaba el gobierno, sin demora.

El origen de la Gran Depresión

El primer autor que desenmascaró la conexión entre las Leyes de Curso Legal de 1909 y el inicio repentino de la guerra, cinco años más tarde, en 1914, fue el economista alemán Heinrich Rittershausen (1898-1984). También pronosticó la Gran Depresión y mostró la relación que existió entre la subsecuente ola de desempleo sin precedente y estas Leyes, como explicaré en mayor detalle más adelante.

No nos queda más que especular sobre caminos distintos que pudiera haber seguido la historia. ¿Hubiera terminado en breve la matanza insensata y la destrucción de propiedad si no se hubiesen promulgado las Leyes de Curso Legal, tan pronto como los gobiernos en guerra hubiesen agotado el oro necesario para financiarla? La mayoría de los observadores contemporáneos pensaba que así hubiera sido. No había forma de financiar un conflicto de esta magnitud por medio de impuestos. La gente no comprendía que el curso legal era una forma invisible de impuesto, para pagar por la guerra más grande que hubiera visto el mundo hasta ese punto en la historia. No comprendía el poder del crédito que permitiría que los gobiernos gastasen sangre y tesoro con toda libertad, sin limitaciones. La gente no percibió al Moloch detrás de la fachada de Curso Legal – el dios que se preparaba para devorar a sus propios hijos.

Sin embargo, las leyes de curso legal tuvieron otra nefasta consecuencia, que no se reconoció en aquel tiempo. Anteriormente a 1909, el comercio mundial se financiaba por medio de letras de cambio (“real bills” o “bills of exchange”) giradas sobre Londres. Una letra de cambio era papel comercial con vencimiento a corto plazo, pagadero en moneda de oro a su vencimiento. Representaba crédito auto-liquidable para financiar la aparición de mercancía nueva, demandada con mayor urgencia por los consumidores, en los mercados. Como su creación estaba limitada a la cantidad de mercancía nueva en camino al mercado, no era inflacionaria.

El crédito era liquidado por la moneda de oro entregada por el consumidor final de la mercancía subyacente. Una letra de cambio la podríamos entender como un crédito en proceso de “madurar en monedas de oro” en fecha próxima. Como medio de cambio, la letra de cambio era lo que seguía a la moneda de oro misma, en calidad. Su tenencia era virtualmente libre de riesgo, ya que la mercancía subyacente tenía un mercado bien dispuesto a su adquisición, en cuanto llegara a su destino.


Las letras de cambio

Está claro que las letras de cambio son incompatibles con la Leyes de Curso Legal. No tiene sentido sugerir que se puede lograr que las letras de cambio maduren en billetes de curso legal. El hecho es que el billete de banco es inferior a la letra de cambio en casi todos aspectos. En primer lugar, las letras de cambio son un activo que produce ingresos. Esto se debe a la existencia de un descuento que se aplica al valor nominal de la letra de cambio, cuando ésta se compra y vende antes de su vencimiento. La letra de cambio es lo más líquido; sólo la moneda de oro tiene mayor liquidez. Las letras de cambio son el mejor activo que pueda poseer un banco comercial.

Pero lo que otorga la supremacía económica a las letras de cambio es el hecho que, en conjunto, constituyen el fondo de empleo de la sociedad. Solamente las letras de cambio posibilitan la producción y distribución de bienes hoy, que se no pagarán sino hasta más tarde. Hasta tres meses más tarde, para decirlo exactamente. Sin embargo, en el ínterin los trabajadores empleados en la producción tendrán que recibir sus salarios devengados, semanalmente. Efectivamente, estos trabajadores tendrán que comer y satisfacer otras necesidades para poder continuar con sus esfuerzos productivos. El pago de salarios no se paga, en definitiva, con los ahorros de capitalistas. Se financia por “clearing” o sea, por la concesión espontanea de privilegios monetarios temporáneos a las letras de cambio, lo cual les permite circular antes de su vencimiento.

Una consecuencia indeseada de la Legislación de Curso Legal fue la destrucción de este fondo salarial, del cual se podía pagar a los trabajadores antes de la venta de los bienes. Las leyes de curso legal cargan con la responsabilidad directa del horrible desempleo que existió durante la Gran Depresión – como señaló Rittershausen. Mientras esté intacto el fondo salarial, no puede haber desempleo. Todos los que ansían ganar un salario pueden participar en la producción o distribución de algunos bienes demandados urgentemente por los consumidores y obtener compensación de ese fondo inmediatamente, aún antes de que se venda el producto. La destrucción de fondo salarial echó abajo todo eso. Los trabajadores no podían ya recibir compensación por su trabajo aplicado a la producción de mercancía, a menos que se estuviese lista para venderse, de inmediato.

La destrucción del fondo salarial no fue inmediatamente perceptible en 1909. El alistamiento militar y la producción de material bélico absorbió la mano de obra disponible. Durante la guerra la mano de obra escaseó debido a la enorme expansión de la producción de municiones. El desempleo no golpeó a la sociedad sino hasta después de haber cesado las hostilidades.

El mayor desempleo de la historia

Si las potencias que vencieron hubiesen repudiado las leyes de curso legal una vez concluida la guerra y hubiesen rehabilitado el mercado en letras de cambio y reabastecido así el fondo salarial, la Gran Depresión no hubiera ocurrido. Pero los vencedores no tenían interés en comercio mundial multilateral. Deseaban castigar a los vencidos aun más, por medio del comercio bilateral y excluir la circulación de letras de cambio. De esta forma deseaban retener el control del comercio de los que fueron sus adversarios. Por consiguiente, el fondo salarial nunca resurgió y no se podía pagar a los trabajadores. El resultado fue el mayor desempleo jamás visto en la historia. Los gobiernos se vieron obligados a responsabilizarse de los desempleados, por medio del sistema de dádivas. Este sistema, que es una afrenta a la gente que quiere trabajar, sigue vigente, pero permanece el desconocimiento de su causa fundamental, la ausencia de letras de cambio en circulación.

Las Leyes de Curso Legal, que representan la alianza non sancta (por no decir conjura) entre gobierno y bancos, nunca se han revocado. Los gobiernos han llegado a gozar de los poderes adicionales que adquirieron por medio de alegatos falsos. Los bancos recibieron el soborno con gusto. Su lealtad se transfirió de sus clientes al gobierno. A cambio del privilegio de crear depósitos bancarios sin el impedimento de una reserva de oro, como era el caso antes de 1909, los bancos estuvieron dispuestos a comprar todos los bonos gubernamentales que no hallaron compradores activos en el mercado de bonos. “Tú me rascas la espalda, yo te rasco la tuya.” Esta conjura sigue adelante bajo un nuevo “contrato social” en el cual el soborno y el chantaje han sustituido a la cooperación voluntaria.

La confabulación de Academia, de los medios y particularmente la lealtad de la profesión económica y de los analistas financieros ha sido comprada gracias al afán de los Bancos Centrales de patrocinar la investigación. “El que paga al músico escoge el programa.” Autores dispuestos a cantar las loas del dinero irredimible recibieron amplios emolumentos. Autores que criticaban el dinero fiat fueron marginados.

La mayoría de los economistas y escritores sobre finanzas de hoy son escribanos a sueldo que venden su pluma al gobierno y al Banco Central. La propaganda se viste como investigación.

El Santo Grial de la economía

Las matemáticas han sido prostituidas como nunca antes en la historia de la Reina de las Ciencias. Ensayos de investigación sobre economía y teoría monetaria, salpicados con ecuaciones diferenciales de aspecto formidable pero que en resumen están vacías de significado, se presentan como el Santo Grial.

Los gestos estudiados y malabarismos de los economistas de nuestros días se parecen a los del sacerdocio del antiguo Egipto. En virtud de su conocimiento de astronomía – conocimientos que no se compartían con el público general – los sacerdotes egipcios podían predecir los eclipses solares y otros eventos celestiales. Mantenían a su audiencia en estado de admiración y temerosa de sus facultades sobrenaturales.

La diferencia es ésta: mientras que los egipcios eran profesionales que contaban con los últimos conocimientos científicos de su tiempo, los economistas acreditados de hoy son charlatanes que se regocijan en la gloria personal que se les concede, mientras que de hecho han sido totalmente incapaces de predecir el colapso financiero aunque lo tengan ya frente a sus narices, como ha demostrado su inepto desempeño en 2007. Para colmo de males, son incapaces de reconocer sus propios errores. Son una maldición sobre el cuerpo político de la nación y una lacra sobre la profesión económica. Llevan al mundo a un desastre económico y monetario sin precedentes, en estos mismos momentos.

Nuestra crisis financiera actual es la culminación de una tragedia que se nos endilgó por la coacción en el campo monetario. La salida de la crisis y el camino para evitar otra Gran Depresión, es por vía de la restauración de la libertad en el ámbito de la moneda: por medio de una hábil revocación de las leyes de curso legal. Es necesario rehabilitar el patrón oro junto con el sistema de “clearing” que lo acompañaba, el mercado de letras de cambio.

La naturaleza monopolística de deuda gubernamental en el mercado de bonos tiene que eliminarse mediante la reintroducción de la competencia que la moneda de oro le hará a las promesas gubernamentales. Los tenedores de bonos que no quedan satisfechos con la tasa de interés que ofrecen los cupones que arbitrariamente se adjuntan a los bonos de gobierno, deben recuperar nuevamente su derecho: el derecho de colocar sus ahorros en monedas de oro, como lo hacían antes de 1909. De esta forma, podrían obligar a los gobiernos a pagar tasas de intereses competitivas, para atraer los ahorros de los particulares. Toda coacción en el campo monetario debe cesar. La dignidad del individuo debe respetarse. La actitud colectivista de los gobiernos debe descartarse a favor de una actitud que favorezca al individuo, una actitud que restaura la libertad y la libre iniciativa del ser humano.

Un siglo no es más que un momento pasajero en la historia. Los últimos cien años deben verse como un episodio reaccionario en nuestra civilización, un experimento descabellado con moneda irredimible. El experimento ha fallado totalmente, como todos experimentos similares en el pasado. A menos que cese de inmediato, sumirá a la especie humana en un estado de miseria sin precedentes. Literalmente, amenaza la supervivencia de nuestra civilización y todo el sistema de nuestros valores.

La libertad en el ámbito de la moneda nos traerá paz y prosperidad. Persistir en la coacción es el camino a la guerra y a la miseria.

* Traducción de Hugo Salinas Price. Cortesía de Oro y Finanzas

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jueves, abril 8

Algunos acertijos victorianos (de Lewis Carroll)

(Escrito por Angel Diaz en el suplemento Eureka de El Mundo)

Palabras que son trampas, números que son pistas y relatos enredados para lectores con ganas de ser matemáticos por un día. El reverendo Charles Dodgson, más conocido por su pseudónimo literario, Lewis Carroll, mantenía una relación tan cercana como didáctica con sus lectores: él proponía un problema, recibía por carta las respuestas y, por último, las comentaba y repartía elogios entre los que habían dado con la solución, sobre todo cuando habían llegado a ella de forma elegante.

Sus clases de Matemáticas en Oxford eran, según cuentan, aburridas. El profesor Dodgson renegaba de los manuales de su época y prefería tirar de los textos clásicos. Incluso escribió un libro, esta vez firmado con su nombre auténtico, titulado Euclides y sus rivales modernos.

Como Platón y Galileo, el autor empleaba la técnica del diálogo: el fantasma del geómetra griego volvía del ultramundo para defender su obra frente al profesor Niemand (Nadie, en alemán), personificación de la pedagogía moderna. Una cita del prefacio del libro -en la que se admitía
que éste no era más que un experimento y, como tal, susceptible de fallar- se usó en el primer logo de Wikipedia.

Pero cuando Dodgson escapaba de la Universidad y se convertía en Carroll, su relación con las matemáticas, y con sus contemporáneos, era más distendida. Así lo muestra Un cuento enmarañado y otros problemas de almohada (RBA), libro que es mezcla indisoluble de narración y pasatiempo lógico.

Los relatos de Un cuento enmarañado aparecieron a partir de abril de 1880 en una revista mensual. La intención era «incluir en cada uno (como las medicinas escondidas con tanta habilidad como ineficacia en la mermelada de nuestra niñez) uno o más problemas matemáticos», comentaba el autor.

En otras ocasiones, como en El juego de la lógica, los acertijos eran enrevesados silogismos que jugaban con las palabras y el modo en que las premisas pueden generar sorprendentes conclusiones (o viceversa: a veces de extrañas premisas se llega a conclusiones evidentes y banales).

Pero también en los cuentos puramente literarios, como Alicia en el País de la Maravillas, se deja ver la pasión de Carroll por la lógica y las matemáticas. El encuentro de Alicia con el gato de Cheshire, a la vera de una grotesca Duquesa, es una prodigiosa maraña lingüística:

-No sabía que los gatos de Cheshire estuvieran siempre sonriendo; en realidad, ni siquiera sabía que los gatos pudieran sonreír.

-Todos pueden -dijo la Duquesa-, y muchos lo hacen.

- No sabía de ninguno que lo hiciera -dijo Alicia muy amablemente, contenta de haber iniciado una conversación.

- No sabes demasiado -dijo la Duquesa. Y eso es un hecho.

La estrambótica consideración de los gatos de Cheshire como un subconjunto de gatos cuya sonrisa es perpetua y el insistente uso de cuantificadores (ninguno, todos, muchos) sólo pueden deberse a la burlona devoción de Carroll por las artes lógicas. La misma que hace que sus acertijos (extraídos aquí de Un cuento enmarañado y otras obras) no siempre tengan una respuesta racional:

1. LOS VIAJEROS

Dos viajeros tardan desde las tres hasta las nueve en recorrer un camino llano, subir una colina y volver al punto de partida. Su velocidad en llano es de cuatro millas por hora, de tres millas por hora en la subida y de seis millas por hora en la bajada. Hallar la distancia recorrida, y también la hora en que coronaron la colina con un margen de media hora.

2. LA COMIDA DEL GOBERNADOR

El gobernador de Kgovjni quiere ofrecer una pequeña comida e invita al cuñado de su padre, al suegro de su hermano, al hermano de su suegro y al padre de su cuñado. Calcule el número de invitados.

3. LAS TEJEDORAS

L teje cinco bufandas mientras M teje dos; Z teje cuatro mientras L teje tres. Cinco bufandas de Z pesan igual que una de L; cinco de M, igual que tres de Z. Una de M abriga como cuatro de Z; y una de L abriga como tres de M. ¿Quién es la mejor si concedemos el mismo valor a la rapidez,
la ligereza y la capacidad de abrigar?

4. PENSIONISTAS DE CHELSEA

Si el 70% ha perdido un ojo, el 75% una oreja, el 80% un brazo y el 85% una pierna, ¿qué porcentaje mínimo de ellos tiene que haber perdido las cuatro partes?

5. LAS EDADES DE LOS HIJOS

Al principio la suma de dos de las edades es igual a la tercera. Unos cuantos años después, la suma de dos de ellas es el doble de la tercera. Cuando el número de años transcurridos desde la primera vez es igual a dos tercios de la suma de las edades en aquella ocasión, una de las edades es 21. ¿Cuáles son las otras dos?

6. LOS CERDOS (CON TRAMPA)

Colocar 24 cerdos en cuatro pocilgas de manera que al recorrerlas siempre se encuentre que la cantidad que hay en cada una está más próxima a 10 que la de la anterior.

7. SILOGISMO DE LOS BEBÉS

a) Todos los niños son ilógicos.

b) Nadie que sepa dominar a un cocodrilo es despreciado.

c) Las personas ilógicas son despreciadas.

(¿Qué conclusión cabe extraer de estas premisas?)

8. COSAS HALLADAS EN EL MAR

a) Ninguna de las cosas inadvertidas, que son halladas en el mar, son sirenas.

b) Las cosas anotadas en el diario, tras ser halladas en el mar, merecen con toda seguridad ser recordadas.

c) Nunca he hallado nada que merezca ser recordado durante un viaje.

d) Las cosas halladas en el mar, que son advertidas, son con seguridad registradas en el diario.

(¿Cuál es la conclusión?)

9. NADA PIDEN (TIENE TRUCO)

A y B comenzaron el año con sólo 1.000 libras cada uno. Nada pidieron, nada robaron, pero en el siguiente día de Año Nuevo tenían 60.000 libras entre los dos. ¿Cómo lo hicieron?

10. LOS SACOS

Hay cinco sacos, de los cuales los números uno y dos pesan juntos 12 libras; el dos y el tres, 13,5 libras; el tres y el cuatro, 11,5 libras; el cuatro y el cinco, ocho libras; y el uno, el tres y el cinco, 16 libras. Calcular el peso de cada saco.

SOLUCIONES

1) 24 millas; las 6 y media

2) Uno

3) El orden es M, L, Z

4) 10%

5) 15 y 18

6) Colocar ocho cerdos en la primera pocilga, 10 en la segunda, nada en
la tercera y seis en la cuarta: 10 está más cerca de 10 que ocho, nada
está más cerca de 10 que 10; seis está más cerca de 10 que nada y ocho
está más cerca de 10 que seis. (Juega con la palabra 'nada')

7) Ningún niño puede dominar a un cocodrilo

8) Nunca he hallado a una sirena en el mar

9) Fueron ese día al Banco de Inglaterra. A esperó delante de la puerta
y B dio la vuelta al edificio y se plantó detrás. (El dinero del banco
queda 'entre los dos')

10) 5,5; 6,5; 7; 4,5 y 3,5

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miércoles, abril 7

April's fools

(Another nice list published on Expat's Daily Telegraph. This time is a list of good April's fooleries. The old ones are the best.)

In 1957 Panorama announced that as the result of a mild winter and the virtual elimination of the dreaded spaghetti weevil, Swiss farmers were enjoying a bumper spaghetti crop. Cue footage of Swiss peasants pulling strands of spaghetti from trees. To callers asking for gardening tips, the beeb's switchboard said: "Place a sprig of spaghetti in a tin of tomato sauce and hope for the best."

On April 1 1962 Kjell Stenson, Swedish television's technical expert, told the nation that, thanks to a new technology, it would be possible for viewers to convert their TV sets for colour reception. All they need do was pull a nylon stocking over the screen - and he proceeded to demonstrate for them, looking suitably pleased with the result for the benfit of a nation watching him on their black and white sets. Since Swedish television didn't start broadcasting in colour until 1970 one can only assume that optimistic Swedes spent eight years pulling a stocking on and off their TV.

In 1995 the Irish Times published a report about negotiations between Disney and the Russian government to purchase the embalmed body of Vladimir Ilyich Lenin, which had been on display in Red Square since his death. Disney proposed moving the body to Euro Disney, it said, where it would be given the "full Disney treatment", including stroboscopic lights to tone up his pallid face, Lenin T-shirts for sale and excerpts from Ronald Reagan's "evil empire" speech played in quadrophonic sound. Liberal groups were said to be lobbying to keep the mausoleum empty thereafter "to symbolise the emptiness of the Communist system".

Two years ago the BBC announced that it had captured footage of Adélie penguins in flight, as part of its natural history series Miracles of Evolution and even offered a video clip of the miraculous event (http://www.youtube.com/watch?v=9dfWzp7rYR4). Penguins can't fly because their wings are too small to support their body weight. A follow up video (http://www.youtube.com/watch?v=lzhDsojoqk8) showed how the special effect had been achieved. The clue should perhaps have been in the fact that it was Terry Jones playing the natural historian.

The Times reported in 1992 that Belgium was to be split in half with the north, Dutch-speaking part joining the Netherlands and the French-speaking south joining France. The British foreign office minister Tristan Garel-Jones went on television to discuss the hot, breaking story and a rival newspaper pointed out, rather po-facedly, that one would only find it funny if one found the notion of Belgium instrinsically funny.

In 1915, with the First World War in full swing, a French pilot flew over a German camp and dropped what appeared to be a huge bomb. Everyone scattered and it was some time before they crept back, unnerved by the lack of an explosion, to find a football where they had expected to find a bomb, with a note attached reading "April Fool!".

In 1993 China Youth Daily ran a story on its front page saying that the government had decided to make PhD holders exempt from the country's policy of allowing only one child per couple, the better to create a brainy population. The story was clearly marked as a joke, but this did not prevent it being picked up by a French wire service and beamed around the world. Another Chinese newspaper declared that "April Fool's Day is Liar's Day".

A 1973 radio broadcast featuring a doddery academic called Dr Clothier referred to the work of a Dr Emily Lang at the London School of Pathological and Environmental Medicine, who had found that exposure to Dutch elm disease immunised people against the common cold. Unfortunately there was also a side effect: it made red hair turn yellow and fall out, which was attributed to a similarity between the blood count of redheads and the soil conditions in which affected trees grew. Dr Clothier was, in reality - ta da! - Spike Milligan.

In 1992, amid the decay of the Soviet Union, the Moskovskaya Pravda announced that the forces of capitalism were coming to Moscow with a vengeance: plans had been finalised to build a new subway system for the Russian capital. The second metro was to be dug, it was explained, "in the interests of competition".

1984: the Orlando Sentinel featured a story about a craze for a new pet called the Tasmanian Mock Walrus. It was said to be approximately four inches long, looked like a walrus, purred like a cat and had the temperament of a hamster. Oh, and it ate cockroaches. A picture of a Tasmanian mock walrus accompanied the article. Some sceptics noted that the creature looked surprisingly similar to a naked mole rat.

The April 1998 edition of New Mexicans for Science and Reason carried a story by a physicist called Mark Boslough to the extent that Alabama's state legislature had voted to change the value of the mathematical constant known as pi from 3.14159 etc to the "biblical value" of three. Guess what it was a parodying?

In 1977 The Guardian published a seven-page supplement about several semi-colon shaped islands in the Indian Ocean known as San Serriffe. Its two main islands were called Upper Caisse and Lower Caisse and its leader was called General Pica. Each of the proper nouns is printer's terminology, making it a very "in" April fools joke. But it is credited with having kicked off an enthusiasm for similar pranks elsewhere in the British newspaper industry.

In 2007 a website called RealClimate.org posted a story about the work of a Dr Ewe Noh-Watt, who had discovered that global warming had been caused by the decline of New Zealand's sheep population. Sheep are white, you see, and collectively they increase the planet's albedo, which is the amount of sunlight reflected back into space. Terrifyingly, the good doctor also warned of a pernicious feedback mechanism, saying that as the temperature rose there would be falling demand for wool sweaters and woolly undies. Hence the sheep population would tend to fall, leading to even more warming.

It was 1965 and the Danish newspaper Politiken reported that parliament had passed a new law requiring all dogs to be painted white. This, it explained, would increase road safety by allowing dogs to be seen more easily.

Burger King took out a full page advert in USA Today in 1998 announcing the introduction to its menu of the left-handed Whoppper, designed for the USA's left-handed minority (of a lucrative 32 million). The ad stated that the new burger contained basically the same ingredients as the original but that all the condiments had been rotated 180 degrees for the benefit of their left-handed customers. Needless to say, thousands attempted to order them before it was revealed as a hoax.

More April's fools might be found at: http://www.museumofhoaxes.com/hoax/aprilfool/

martes, abril 6

Cocina ¿francesa?

(Una de las columnas de Martin Ferrand en El Almirez del 5 de abril del 2009. Como siempre una delicia)

"Cuando la hija de nuestro Felipe IV, la infanta María Teresa, contrajo matrimonio con Luis XIV de Francia, el rey Sol, se trasladó a vivir a Versalles. Para no echar de menos ninguna de sus costumbres españolas, las culinarias entre ellas, se hizo acompañar de un largo séquito en el que se puede destacar la personalidad y la maña de su doncella principal, conocida como La Molina. Fue ella quien implantó en la corte de los Borbones lo que hoy conocemos como `tortilla francesa´. Pero, que conste, la tortilla francesa es española. Francisco Martínez Montiño, que fue jefe de las cocinas de Felipe II, Felipe III y Felipe IV, la reseña en su monumental Arte de cocina; pastelería; vizcochería y conservería. La denomina `tortilla de la Cartuja´.

La merecida gloria alcanzada por la cocina francesa en el último tercio del XIX y los dos primeros del XX –malos tiempos en la vida nacional– tienden a palidecer el hecho de que España, durante siglos, enseñó a comer a toda Europa. La Molina, al servicio de su señora, llevó también a Francia algo tradicional en nuestra cocina y que, como 'el consumido' –arrebatado de nuestras tradiciones con el sobrenombre de `consomé´–, los galos hicieron suyo llamándolo feuilletée, nuestro hojaldre. Incluso el famoso pot au feu, del que se dice que provienen todos los cocidos,
de la escudella al madrileño, es una traslación de la muy típica y españolísima olla podrida.

Cuando Adolfo Suárez, gran conductor de la Transición y devorador especializado de tortillas francesas –¡muy cuajadas!–, insistía en su consumo casi exclusivo, no hacía otra cosa que concordar con nuestra propia Historia. Era un gesto de afirmación nacional."

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domingo, abril 4

Como buscarse la ruina sin salir de casa

(Una de esas columnas de Arturo Perez Reverte que, aunque hacen reir, podrían igualmente hacerte llorar. En el XLSemanal del 3 de mayo del 2009)

Me despierta un ruido y miro el reloj de la mesilla de noche. Ha sonado en la planta de abajo. Así que cojo la linterna y el cuchillo K-Bar de marine americano –recuerdo de Disneylandia– y bajo las escaleras intentando ir tranquilo y echar cuentas. Cuántos son, altos o bajos, nacionales o de importación, armados o no. Si estuviera en un país normal, este agobio sería relativo. Bajaría con una escopeta de caza, y una vez abajo haría pumba, pumba, sin decir buenas noches.

Albanokosovares al cielo. O lo que sean. Pero estoy en la sierra de Madrid, España. Tampoco me gusta la caza ni tengo escopeta. Sólo un Kalashnikov –otro recuerdo de Disneylandia– que ya no dispara. Por otra parte, una escopeta no iba a servirme de nada. Estoy en la España líder de Occidente, repito. Aquí el procedimiento varía. Mientras bajo por la escalera –de mi casa, insisto– con el cuchillo en la mano, lo que voy es haciendo cálculos. Pensando, si se lía la pajarraca, si no me ponen mirando a Triana y si tengo suerte de esparramar a algún malo, en lo que voy a contar luego a la Guardia Civil y al juez. Que tiene huevos.

Lo primero, a ver cómo averiguo cuántos son. Porque si encuentro a un caco solo y tengo la fortuna de arrimarme y tirarle un viaje, antes debo establecer los parámetros. Imaginen que descubro a uno robándome las películas de John Wayne, le doy una mojada a oscuras, y resulta que el fulano está solo y no lleva armas, o lleva un destornillador, mientras que yo se la endiño con una hoja de palmo y pico. Ruina total. La violencia debe ser proporcionada, ojo. Y para que lo sea, antes he de asegurarme de lo que lleva el pavo. Y de sus intenciones. No es lo mismo que un bulto oscuro que se cuela en tu casa de madrugada tenga el propósito de robarte Río Bravo que violar a tu mujer, a tu madre, a tus niñas y a la chacha. Todo eso hay que establecerlo antes con el diálogo adecuado. ¿A qué viene usted exactamente, buen hombre? ¿Cuáles son sus intenciones? ¿De dónde es? ¿A qué dedica el tiempo libre?… Y si el otro no domina el español, recurriendo a un medio alternativo. No añadamos, por Dios, el agravante de xenofobia a la prepotencia.

Pero la cosa no acaba ahí. Incluso si establezco con luz y taquígrafos los móviles exactos y el armamento del malo, un juez –eso depende del que me toque– puede decidir que encontrártelo de noche en casa, incluso armado de igual a igual, no es motivo suficiente para el acto fascista
de pegarle una puñalada. Además hay que demostrar que se enfrentó a ti, que ésa es otra. Y no digo ya si en vez de darle un pinchazo, en el calor de la refriega le pegas tres o cuatro. Ahí vas listo. Ensañamiento y alevosía, por lo menos. En cualquier caso, violencia innecesaria; como en el episodio reciente de ese secuestrado con su mujer que, para librarse de sus captores, les quitó el cuchillo y le endiñó seis puñaladas a uno de ellos. Estaría cabreadillo, supongo, o el otro no se
dejaba. Pues nada. Diez años de prisión, reducidos a cinco por el Tribunal Supremo. Lo normal. Por chulo.

Imaginemos sin embargo que, en vez de cuchillo, lo que esta noche lleva el malo es una pistola de verdad. Y que en un alarde de perspicacia y de potra increíble lo advierto en la oscuridad, me abalanzo heroico sobre el malvado, desarmándolo, y forcejeamos. Y pum. Le pego un tiro. Ruina
absoluta, oigan. Sale más barato dejar que él me lo pegue a mí, porque hasta pueden demandarme los familiares del difunto. Otra cosa sería que el malo estuviese acompañado. En tal caso, nuestra legislación es comprensiva. Sólo tengo que abalanzarme vigorosamente sobre él,
arrebatarle el fusco, calcular con astuta visión de conjunto cuántos malos hay en la casa, qué armamento llevan y cuáles son las intenciones de cada uno, y dispararle, no al que lleve barra de hierro, navaja empalmada, bate de béisbol o pistola simulada –ojito con esto último, hay que acercarse y comprobarlo antes–, sino a aquel que cargue de pistolón o subfusil para arriba. Todo eso, asegurándome bien, pese a la oscuridad y el previsible barullo, de que en ese momento el fulano no se está dando ya a la fuga; porque en tal caso la cagaste, Burlancaster. En cuanto al del bate de béisbol, el procedimiento es simple: dejo la pistola, voy en busca de otro bate, bastón o paraguas de similares dimensiones y le hago frente, mientras afeo su conducta y le pregunto si
sólo pretende llevarse las joyas de la familia o si sus intenciones incluyen, además, romperme el ojete. Luego hago lo mismo con el de la navaja. Y así sucesivamente.

El caso es que, cuando llego al final de la escalera, comiéndome el tarro y más pendiente de las explicaciones que daré mañana, si salgo de ésta, que de lo que pueda encontrar abajo, compruebo que se ha ido dos o tres veces la luz, y que el ruido era del deuvedé y de la tele al encenderse. Y pienso que por esta vez me he salvado. De ir a la cárcel, quiero decir. Traía más cuenta dejar que me robaran.

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viernes, abril 2

Cereales Kellog's

(Leído en la sección de efemérides del suplemento Eureka de El Mundo del 7 de marzo)

El doctor John Kellogg sirvió la primera ración de cereales de la historia un 7 de marzo de 1897. Lo hizo en el hospital psiquiátrico donde trabajaba, convencido de que una dieta vegetariana y el ejercicio físico intenso podrían ayudar a sus pacientes. En 1906, su hermano Will, decidió añadirles azúcar para hacerlos más sabrosos y empezó a comercializarlos a gran escala para el desayuno. Aquello desató entre ambos una intensa batalla judicial, por el empeño de John de mantener el apellido Kellogg alejado de un producto de masas de ese tipo.

Es obvio que no lo consiguió...