Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

martes, marzo 31

On bread and people

(Extracted from an article published in the Expat newsletter of Daily Telegraph yesterday)

In French the word for friend is copain, which comes from the Latin cum pane (with bread) and is the person with whom you share your bread.

One could be forgiven for thinking that the French invented bread, but it was probably the Egyptians: however, while few people have heard of eesh baladi, nearly everyone knows what a French stick is.

The elongated form of the baguette was created in the early 20th century and was invented for townspeople who lived near a bakery and could buy their bread fresh, twice a day. The bread was made to be eaten on the same day as purchase and this is still the case.

I have tried wrapping leftover baguette in a tea towel; I have put it in a plastic bag overnight; I have popped dry bread in the microwave; I've sprinkled it with water and baked it in a hot oven, but the result is always the same – day-old French bread tastes like carpet slippers.

Bread has been the staple diet of the French for centuries, even if they are now eating a mere five ounces a day as opposed to the two pounds they were eating in 1900. The Ancient Gauls ate their food off a thick slice of bread called a tranchoir and when told to "finish your plate", that's exactly what they did. This custom lasted well into the 14th century, although the wealthier classes would give the sauce-sodden tranchoir to the poor to finish off.

The quality of bread eaten was an indicator of wealth and the whiter and finer the flour, the more expensive the bread. At this time, the humble peasant had to make do with coarse, black rye bread that he made himself – but not before he'd paid tax to his overlord to grind his flour in the communal mill and more tax to be allowed to use the communal oven.

As if that wasn't humiliating enough, he often had to add straw or even clay to the grain when times were hard, producing a loaf that, I suspect, closely resembled the "100 per cent natural high-fibre rustic bread" you can buy for a small fortune in any organic bakery today.

The rising price of bread was one of the reasons for the French Revolution. The harvest in 1788 had been extremely poor and the population was starving. At the beginning of 1789, riots broke out throughout the country, and not for the first time.

People were demanding work and bread and it was then that Marie-Antoinette – a little half-baked herself – was supposed to have suggested that if there was no bread, they could eat cake instead (actually, she didn't say that, but I wanted to get that joke in about her being half-baked...) Later, in 1791, the Constituent Assembly fixed the price of bread and decreed that bakers could only bake one sort of loaf, the "Equality Loaf", made from three parts wheat flour to one part rye.

In the 19th century, the mechanical kneading machine was invented and bakers no longer had to knead their dough by hand – or with their feet, which had been the case for some types of bread. Consumers were hostile to the idea but professional bakers welcomed the chance to lighten their workload.

Further changes followed, including the replacement of brewer's yeast with baker's yeast and the use of steam ovens over wood-fired ones until finally, in the 1950s, bread was being made in what is known as industrial bakeries, thus becoming plentiful and cheap. In the face of this competition, 6,786 traditional bakeries were forced to close down between 1968 and 1975.

Today, shops known as "baking terminals" sell bread that they have bought frozen and partially baked and which they have finished cooking in their own ovens, to con you into thinking it is homemade. American and British-type sliced bread has also become popular – I have even seen it sold without crusts: pale and limp and wrapped in cellophane. It's enough to put you off your croque monsieur...

Thankfully, there are many for whom bread is still the staff of life and 36,000 traditional boulangeries continue to flourish in France (that's one for every 1,500 inhabitants). Each region produces its speciality in a myriad of shapes and sizes, some flavoured with walnuts, raisins, bacon, olives, basil or garlic and others with names that read like poetry: fougasses, flûtes and fibassiers, polka, choine and gâche.

The feast day of the patron saint of bread, Saint Honoré, is celebrated on May 16 and events that include processions, free breakfasts and bread tasting are held throughout the country. And once a year, the Grand Prix of the Parisian Baguette (yes, really), is organised by the City of Paris, the victor walking away with a prize of €4,000 and the honour of providing the president with his daily bread for a year.

Now, that's what I'd call a real breadwinner!

Etiquetas:

lunes, marzo 30

No se si reir o llorar

(Leído en una firma de un participante en un foro. No deja de tener su parte de razón, aunque yo pondría lo de "mejor" entre comillas)

"España tiene lo mejor de los países europeos: sueldos portugueses, precios alemanes, impuestos suecos, corrupción búlgara, honradez rumana, política italiana, banca albanesa, sanidad britanica y engreimiento frances. "

domingo, marzo 29

Steak tartare

(Creo que lo copié de un artículo de El Confidencial de finales de febrero, pero no pondría la mano en el fuego. ¡Ay!¡Qué memoria de pez!)

Se atribuye, acaso falsamente, la paternidad de ese delicioso plato a un azote de Dios llamado Atila, cuyas legendarias huestes trajeron de cabeza al poderoso Imperio Romano. Parece en efecto que a falta de tiempo (y cocina), Hunos y Tártaros nómadas depositaban los filetes de carne cruda bajo sus sillas de montar.

Mediante el roce de sus muslos y las costillas de sus caballos se ablandaba la carne y así podían alimentarse los tempestuosos jinetes sin necesidad de pararse para cocerla. Seguro que los apresurados Tártaros consumieron más filetes de esa guisa que sus colegas infernales y por tanto, se atribuyeron el copyright del engendro, bautizado con su nombre. Ni McDonald's ni Kentucky Fried Chicken ni nada: el fastfood nació a lomos de caballo tártaro allá por Eurasia.

Otra curiosa referencia aparece en 1875 en la novela de Jules Verne, Michel Strogoff. Como última opción tenemos a la más plausible explicación, indicada por Prosper Montagné en su Larousse Gastronomique de 1938. En esa obra se ofrece al mundo mundial una primera versión con salsa incluida, que sigue deleitando a los más carnívoros.

Tiempo, modas e imaginación reformaron la formula inicial y lanzaron al estrellato epatantes retoños aliñados de variada manera : así florecen al menú de los modernos restaurantes unos sofisticados “tártaros” (más bien “salpicones”) de bonito, salmón, lenguado, dorada, gambas, vieiras u ostras. Como el carpaccio, todo parece poder transformarse también en tártaro, por tanto se declinó la cosa en frescas propuestas… vegetarianas, con espárragos, tomate, calabacín, pomelo, pepino, aguacate, melón, mango, envueltos de exquisitas salsas especiadas o afrutadas.

Tradicionalmente y así lo sugiere Fogon’s a sus lectores, lo haremos con carne cruda recién picada (¡cuidado con las bacterias!) y un aliño de salsa Worcestershire, Tabasco y Ketchup. Las proporciones son para 4 personas y las cantidades para la salsa meramente indicativas, variando según las preferencias del personal. Picar muy finamente 4 cucharas de alcaparras, pepinillos y chalote, reservar. En un cuenco grande mezclar 4 yemas de huevo crudo, 4 cucharitas de mostaza, igual de Salsa Worcestershire, gotitas de Tabasco, coñac y Ketchup a gusto. Salpimentar con prudencia y añadir la mezcla pepinillo-alcaparra-chalote.

Por último, agregar 800 gramos de carne cruda recién picada, muy fresca y amasar para que todos los aromas fusionen perfectamente. Repartir el tártaro en cantidades iguales y boles, volcarles sobre el plato de cada convite y rodear esas pequeñas cúpulas de ensaladas variadas. Se sirve inmediatamente, con patatas fritas muy calentitas. Hay quien añade anchoas picadas, huevos duros, perejil… Con la imaginación al poder, seguro que haréis maravillas. En todo caso, esperamos que esa fácil receta básica, rápida y sabrosa os gustará.

Etiquetas:

sábado, marzo 28

Historia del Sistema Monetario Moderno IV

(El último de varios artículos que Fernando Suarez escribió en el Confidencial a final de octubre del 2008 intentando responder a la pregunta "¿De verdad vale algo nuestro dinero?".)

Nos habíamos quedado en el alumbramiento, el 15 de Agosto de 1971, de un sistema fiduciario puro basado en el exorbitante privilegio del dollar standard. Efeméride trascendental, pues la divisa norteamericana canceló su valor intrínseco (0'888671 gramos de oro) y pasó de ser un depósito de valor al portador a un concepto de valor abstracto e indefinido. Papel moneda convertible en credulidad y respaldado únicamente por la fiducia o confianza depositada en él, en su preeminencia como divisa de reserva, medio de pago internacional y unidad de cuenta. Poderío de parné. In Dollar We Trust.

El dólar permanecía como eje de un sistema viciado en su concepción y en el consentimiento tácito hurtado por sorpresa al orbe económico. Las sucesivas devaluaciones y turbulencias financieras desembocaron en la primera crisis del petróleo, toda vez que la OPEP había ya arrebatado el control del cártel a Le Sette Sorelle y, por consiguiente, podía redefinir los términos de intercambio de sus limitados/estratégicos recursos fósiles por papelillos ilimitados: si el medio de pago vale menos, suben los precios nominales. Si vuelven los Greenbacks, nuevo Boom de materias primas denominadas en dólares.

La desmonetización del oro (Jamaica Agreements, 1976) obligó al FMI a deshacerse de la tercera parte de sus reservas auríferas. Las divisas quedaban ligadas entre sí mediante tipos de cambio flexibles y fijos en todas sus modalidades, desde libre flotación cambiaria a dolarización, pasando por parrillas de paridades o tipos fijos con paridad móvil. Un sistema de monedas fiduciarias basado en el crédito otorgado al representante más tangible de la hegemonía norteamericana, a su divisa. Las manipulaciones cambiarias y devaluaciones competitivas orquestadas para corregir desequilibrios dieron buena cuenta de la fragilidad del sistema. Bluf.

De esta guisa, EE.UU, año tras año, importa bienes y servicios del resto del mundo pagando en dólares. Los dólares recibidos por los exportadores son vendidos a sus respectivos bancos centrales a cambio de moneda local creada al efecto y reinvertidos/reciclados en activos (reales o financieros) denominados en la divisa norteamericana. El exceso de consumo estadounidense, su insuficiencia de ahorro y producción, se compensa mediante un creciente endeudamiento con el exterior documentado mediante masivas emisiones de deuda, absorbidas en el proceso de
reciclado de dólares.

Idéntico mecanismo al de Bretton Woods, salvo que ahora las reservas de dólares acumuladas no son convertibles en oro, sino en la confianza de que EE.UU es y seguirá siendo solvente. En que mantendrá la capacidad de repago de sus deudas, respaldadas únicamente por la futura suficiencia fiscal del emisor que, en el caso de la deuda pública, descansa en la potestad tributaria, en la capacidad venidera de recaudar impuestos. Notate Bene.

La sumisión exportadora, vender a toda costa, lleva a fiar sin límites y a manipular la relación real de intercambio con devaluaciones competitivas/anclajes cambiarios, en aras de obtener dólares que sirvan, a su vez, para la expansión doméstica del dinero & crédito. Las deudas
de uno son los activos del resto. Y los activos, en efectivo, sólo representan la deuda que respaldó su emisión. La creación de dólares comienza, de facto, con una mera monetización de deuda: el Tesoro norteamericano emite títulos de deuda pública (bonos) que vende a la Reserva Federal (Fed) a cambio de dinero. Esta transacción es usualmente electrónica, simples anotaciones contables. Contra el saldo acreedor de su cuenta en la Fed, el Tesoro libra cheques, realiza transferencias, acredita cuentas gubernamentales para gastos e inversiones. También para rescates públicos. Dinero instantáneo. Magia, alquimia financiera.

El dinero, de natural inquieto, cambia de titulares y muta hasta llegar, en forma de depósito, a los bancos. Éstos, a su vez, sólo necesitan mantener una pequeña parte de sus depósitos, entre nada y el 10%, como reservas en sus respectivas cuentas en la Fed, como garantía de sus obligaciones frente a sus depositantes. A cambio, pueden prestar e invertir hasta 9 veces las reservas, 10 veces los depósitos iniciales. Es decir, crean dinero bancario expandiendo el crédito en base a
depósitos que no tienen, cobrando intereses por un dinero que no existe y que se multiplica, como panes y peces, gracias al sistema fraccional de reservas.

La lógica invita a preguntarse de dónde sale el dinero de la Fed. No sólo las notes, los billetes en circulación impresos, en buena parte para reponer existencias, por mandato de la Reserva Federal, quien paga su coste de producción. Me refiero al dinero electrónico, el que se acredita en la cuenta del Tesoro a cambio de sus bonos y que previamente debiera existir. O no. Un simple apunte contable sin contrapartida. Pura entelequia. Ficción monetaria virtual, la imprenta de Bernanke: "Como el oro, los dólares tienen valor sólo en el supuesto de su oferta estrictamente limitada. Pero el Gobierno norteamericano tiene una tecnología, llamada imprenta (o su equivalente electrónica), que permite producir tantos dólares como se deseen sin coste alguno. Incrementando la cantidad de dólares en circulación, o incluso amenazando creíblemente con hacerlo, el Gobierno norteamericano puede reducir el valor del dólar en términos de bienes y servicios, lo que equivale a elevar los precios en dólares de bienes y servicios. Concluimos que, bajo un sistema monetario fiduciario, un determinado gobierno puede siempre generar mayor gasto y, por tanto, inflación positiva."

Pardiez. Un absurdo círculo vicioso fiduciario de vales de deuda para cancelar deudas. Más dinero/deuda, más inflación, menor poder adquisitivo del dinero y, albricias, menor valor real de la deuda acumulada. El dólar, desde 1971, ha perdido más del 82% de su poder adquisitivo, según esta calculadora de la Fed. En términos de oro, se han esfumado el 95% de los 0'888671 gramos que compraba...

Sin un límite natural a los excesos monetarios y crediticios, al gasto infinito, la barra libre fiduciaria del Estado del Bienestar Ilusorio crea un nivel de vida ficticio basado en el descuento de prosperidad futura. Una enorme pirámide invertida de deudas sin respaldo real. La brutal pérdida de poder adquisitivo, la confiscación de riqueza, abocan a la destrucción del único valor del que goza, actualmente, el dinero: la confianza, la firme convicción de que el papel moneda es, y seguirá siendo, un depósito de valor, riqueza al portador. Paradójico, me temo.

Un esquema piramidal en toda regla, basado en una progresión que permita ensanchar la pirámide para atender los sucesivos repagos de deuda e intereses. Show must go on. La Cumbre de Washington ha vuelto a refrendarlo. Arabescos laterales y balones fuera, pero de cambiar el
sistema, naranjas chinescas.

Con un PIB nominal mundial estimado en 55 billones de dólares, en torno a 65 billones en términos de paridad del poder adquisitivo, la pirámide invertida de liquidez global resultaba monstruosa en 2006. Si actualizamos el gráfico anterior con datos a Junio de 2008, sólo el
nocional de derivados OTC supera ya 10 veces el valor de la producción anual mundial. En dos años, el saldo bruto de la deuda externa ha crecido un 55% en España, casi el 50% en Francia, 42% en Alemania, un 31% en Reino Unido, el 27% en EE.UU y un meritorio 95% en la Federación Rusa. Observen la progresión de la deuda norteamericana entre 1950 y 1999, en los últimos ocho años y hace apenas una semana. Comprueben cómo trabajan a destajo las imprentas monetarias. Por último, concluyan si el endeudamiento norteamericano es sostenible a largo plazo. La propia
Oficina General de Contabilidad estadounidense dice que no. Que alguien pare este enorme disparate.

Un híbrido entre cuento de la lechera y timo de la estampita cuyo desenlace se intuye sin demasiado esfuerzo. Entre tanto, si el tiempo no lo impide y la autoridad competente lo permite, en próximas reflexiones abordaremos el cómo y los porqués de su insostenible vigencia,
instrumentada mediante la gestión de la confianza/credulidad, manipulaciones varias y un Estado del Bienestar Ilusorio basado en el feudocapitalismo especulativo del señoreaje, el impuesto inflación y la confiscación de riqueza mediante burbujas y sumideros financieros. Les
espero...

Etiquetas:

viernes, marzo 27

Historia del Sistema Monetario Moderno III

(El tercero de varios artículos que Fernando Suarez escribió en el Confidencial a final de octubre del 2008 intentando responder a la pregunta "¿De verdad vale algo nuestro dinero?". No deja de ser un punto de vista.)

Tercera entrega. Tras el paréntesis alla Greenspan, retornamos a la época convulsa de devaluaciones competitivas, nacionalismo y proteccionismo globales, fugas de capitales y economías de casus belli. Menguan los años 30, se impone el pleno empleo cortesía de políticos
jugando a militares y militares jugando a políticos.

La nacionalización del oro norteamericano y posterior devaluación del dólar minaron cualquier intento serio de vuelta al gold standard. La captación de reservas de oro internacionales a cambio de dólares y la implantación de éste como moneda de reserva se apoyaron en la RFC, el
Exchange Stabilization Fund y el Export-Import Bank of the United States. El resultado fue que las reservas norteamericanas de oro se duplicaron en apenas 5 años, triplicándose en menos de una década, constituyendo casi dos terceras partes del total a finales de la II Guerra Mundial. Indispensable paso previo para la futura dolarización.

Tupido velo sobre los desastres bélicos. Realizado el desembarco de Normandía, los aliados conferenciaron en Bretton Woods para dotar al nuevo orden mundial de un estándar monetario que restaurase la estabilidad cambiaria del gold standard y cimentase los retos económicos de posguerra. Sin objeciones, la hegemonía estadounidense se tradujo en aceptamos barco: en lugar de oro, dólares.

Patrón cambios oro de convertibilidad absoluta con el dólar, a 35 $ la onza de oro fino. Los pilares institucionales, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento). Las divisas tenían como eje central del sistema al dólar, respecto del que fijaban su paridad (tan sólo ajustable en un 1%) y que podrían convertir en oro al precio establecido. La moneda norteamericana se comprometía a dotar de liquidez al sistema, a ser solvente, haciendo frente a cualquier demanda de convertibilidad con el adecuado encaje metálico, y quedaba erigida como medio internacional de pago.

Para defender la paridad cambiaria, las naciones adheridas debían intervenir en el mercado comprando o vendiendo su divisa contra el dólar, según se depreciase o apreciase más allá del límite establecido. El problema era que EE.UU, tras la guerra, además de operar superávits
por cuenta corriente, era el mayor acreedor neto del mundo. Y sus prestatarios iban a necesitar, entre otras cosas, muchos dólares. Se impuso, pues, que EE.UU operase déficits comerciales para que los dólares fluyeran a sus, a partir de entonces, acreedores comerciales, quienes a su vez eran deudores por los créditos bélicos que debían amortizar. Deber y que te deban, A Whole New World.

Pero la equivalencia 1$ = 1/35 parte de una onza de oro era pura fantasía disney, una ilusión virtual de que el oro podía imprimirse como los dólares, a voluntad. Como el espejismo de asepsia monetaria de los mecanismos de control de los flujos comerciales, de capital y de inflación crediticia. Bondades del efecto multiplicador. In Keynes We Trust. Sin embargo, la perversa realidad del sistema fraccional de reservas y el dinero bancario ilimitado obligaron a mantener el ensueño mediante continuas intervenciones cambiarias y manipulaciones del precio del oro. ¿Resultado final? Exportación de inflación global vía reciclado de dólares.

Se duplica la base de crédito en el mundo. Jacques Rueff, insigne economista y estadista francés, se refirió a este sistema como "un juego infantil en el que, después de cada ronda, los ganadores devuelven sus canicas a los perdedores". Y lo argumentaba así de bonito en L'Âge de l'inflation de 1964 (Le Péché monétaire de l'Occident, 1971):

"Al recibir dólares o efectos pagaderos en dólares a causa de los déficits de la balanza de pagos de Estados Unidos, los bancos emisores de Occidente, en lugar de cobrar el oro al que tenían derecho, dejaban los dólares depositados en los Estados Unidos, donde generalmente se prestaban de nuevo en el mercado norteamericano. Los bancos emisores acogieron muy favorablemente el nuevo régimen, puesto que sustituía en sus balances los lingotes o piezas de oro totalmente improductivos por activos rentables.../...

El patrón cambios oro proporcionaba al país deficitario la certeza de que, en la medida en que el acreedor le devuelve en forma de préstamo las divisas obtenidas de las liquidaciones de sus créditos, el déficit de su balanza no provocará ningún pago al extranjero. Todo tenía lugar en el plano monetario, como si el déficit no hubiese existido. De esta forma, el patrón cambios oro produjo una inmensa revolución y promovió el secreto de un déficit sin llanto. Permitió, a aquellos países que se beneficiaban de una divisa de prestigio internacional, dar sin tomar,
prestar sin pedir prestado y comprar sin pagar.../...

La capacidad adquisitiva agregada de un país no se veía afectada en modo alguno por su déficit de la balanza de pagos, cualquiera que éste fuese.../... Todo déficit de la balanza de pagos de un país cuya moneda le es devuelta por los bancos emisores que la reciben, produce una duplicación de la base del crédito en el mundo. Las divisas transferidas para la liquidación del déficit son compradas, mediante la creación de moneda, por el sistema bancario del país acreedor. Y la liquidez generada es entregada a los acreedores del país deudor. Pero, al mismo tiempo, estas divisas contra las que el país acreedor ha emitido moneda son reinvertidas de nuevo en el mercado del país deudor. Por tanto, todo ocurre como si las divisas no abandonasen nunca el país deudor. Al entrar en el sistema crediticio del país acreedor y permanecer, al mismo tiempo, en el del deudor, las divisas producen inmediatamente un fenómeno de duplicación.../...

La más grave consecuencia del patrón cambios oro es el carácter engañoso de la estructura de crédito que engendra.../... Si los extranjeros solicitasen la convertibilidad en oro de una parte sustancial de sus haberes en dólares, podrían provocar el colapso de la estructura crediticia en EE.UU. Por tanto, es absolutamente necesario, antes de que sea demasiado tarde, que se corrija la situación resultante de la doble estructura crediticia piramidal basada en el stock mundial de oro."

Pero la situación no fue, ni mucho menos, corregida. De hecho, para mantener ese privilège exorbitant referido por Charles de Gaulle, la convertibilidad del dólar quedó secretamente en suspenso a mediados de los años cincuenta. Y, ante las tensiones al alza en el precio "libre" del oro, hubo de suscribirse el compromiso adicional de manipular su precio a través del London Gold Pool, además de abonarse a intervenciones cambiarias y otras respuestas, como los Derechos Especiales de Giro, según justifica el propio FMI.

Pérdidas de reservas de oro, turbulencias monetarias, flight from $, no más papelillos por petróleo y Nixon cierra la gold window el 15 de agosto de 1971. El dólar deja de ser, de iure, convertible en oro. Nace el sistema fiduciario puro basado en el exorbitante privilegio del
dollar standard.

Tela. Medio mundo de vacaciones, siesta dominical y, cuando uno se levanta, el dólar ha dejado de tener valor intrínseco (0'888671 gramos de oro). Pasó de ser un depósito de valor al portador a ser un concepto de valor: abstracto, indefinido, subjetivo, convertible en credulidad y
reproducible sin más respaldo que la confianza que genera...

Moneda fiduciaria, aquella que representa un valor intrínseco que no tiene y únicamente está respaldada, res ipsa loquitur, por la fiducia o confianza depositada en ella. Pero será en la cuarta y última entrega cuando acarrearemos la harina de ese costal.

Etiquetas:

jueves, marzo 26

Historia del Sistema Monetario Moderno II

(El segundo de varios artículos que Fernando Suarez escribió en el Confidencial a final de octubre y principio de noviembre del 2008 intentando responder a la pregunta "¿De verdad vale algo nuestro dinero?". Aquí habla del abandono del patrón oro)

Decíamos la semana pasada que, consumada la "confiscación" del oro privado en Estados Unidos, y prohibido cualquier pacto o cláusula que requiriese pago/liquidación en moneda distinta a la de curso legal establecida entonces, Franklin Delano Roosevelt (en adelante, FDR) procedió a la devaluación del dólar en términos de oro (casi un 41%) en 1934, "redefiniéndose" el dólar de 25'8 a 15'23 gramos de oro de 900 milésimas de pureza y pasando el precio de la onza de oro norteamericano de 20'67 a 35 dólares.

Un deshonor... una traición a las viudas y huérfanos que habían confiado en la convertibilidad de los bonos gubernamentales y en la paridad del poder adquisitivo del papel moneda obligatorio, tal y como recogemos en su V.O. El senador Carter Glass dirigiéndose a FDR: "This great government, strong in gold, is breaking its promises to pay gold to widows and orphans to whom it has sold government bonds with a pledge to pay gold coin of the present standard value. It is breaking its promise to redeem its paper money in gold coin of the present standard of value.
It's dishonor, sir."

Deshonor. Confiscación. Traición fiduciaria. ¿Conspiración? No crean que es una teoría apoyada por un iluminado cualquiera. Abro paréntesis. Necesario. Sin abandonar nuestro hilo argumental, tal vez merezca la pena recordar las reflexiones siempre autorizadas de alguien considerado un maestro/gurú, impagables por su trasfondo socioeconómico, político, moral. Y por su esencia, tan vigente y actual.

¿Por qué se abandona el patron oro? "Como raramente se da el caso de que todos los depositantes deseen retirar todo su oro al mismo tiempo, el banquero (depositario) sólo
necesita mantener una fracción del total de depósitos en oro como reservas. Esto le permite prestar más que el importe de sus depósitos en oro (lo que significa que mantiene obligaciones / exigibilidades en oro como garantía de sus depósitos). Pero el montante de préstamos que puede
permitirse otorgar no es arbitrario: debe calcularlo en relación a sus reservas y al estado de sus inversiones.

Cuando los bancos prestan dinero para financiar esfuerzos productivos y rentables, los préstamos son amortizados rápidamente y el crédito bancario se mantiene en general disponible. Pero cuando los proyectos empresariales financiados con crédito bancario resultan menos rentables y se retrasa su devolución, los banqueros pronto encuentran que sus préstamos pendientes de pago son excesivos en relación con sus reservas de oro y comienzan a recortar nueva financiación, habitualmente cobrando tipos de interés más altos. Esto tiende a restringir la financiación de nuevos proyectos y exige de los prestatarios existentes una mejora de su
rentabilidad antes de que puedan obtener crédito para una mayor expansión. Por tanto, bajo el gold standard, un sistema bancario libre se erige como el protector de la estabilidad económica y el crecimiento equilibrado.../...

Periódicamente, como resultado de una expansión crediticia demasiado rápida, los préstamos de los bancos alcanzan el límite de sus reservas de oro, los tipos de interés suben bruscamente, se paraliza la nueva financiación y la economía se adentra en una acusada pero corta recesión... /... Los periodos de reajuste eran cortos y las economías rápidamente reestablecían una base sólida sobre la que reanudar la expansión.../...

Si la escasez de reservas bancarias causaba un descenso en los negocios, argumentaban los intervencionistas, ¿por qué no encontrar un modo de suministrar un incremento en las reservas bancarias de forma que nunca fuesen escasas? Si los bancos podían prestar dinero definidamente, se afirmaba, no habría necesidad de descensos en los negocios. Y así fue como se organizó el Sistema de la Reserva Federal en 1913.../...

Técnicamente, permanecíamos en el gold standard, las personas aún podían poseer oro libremente y éste se usaba todavía como reservas bancarias. Pero ahora, además del oro, los créditos concedidos por los bancos de la Reserva Federal ("reservas de papel") podían servir como moneda de curso legal en el pago a los depositantes.../...

El Estado del Bienestar no es más que un mecanismo por el que los gobiernos confiscan la riqueza de los miembros productivos de una sociedad para apoyar una amplia variedad de esquemas de prestaciones sociales (bienes y servicios públicos). Una parte sustancial de la confiscación se realiza a través de impuestos. Pero los estadistas del bienestar enseguida se dieron cuenta de que si querían mantener el poder político, la imposición fiscal tenía que ser limitada y tenían que
recurrir a masivos y deficitarios programas de gasto, es decir, tenían que pedir prestado dinero, emitiendo bonos gubernamentales, para financiar prestaciones sociales a gran escala.

En virtud del gold standard, la cantidad de crédito que una economía puede asumir está determinada por los activos tangibles de la economía, ya que todo instrumento de crédito es, en última instancia, una reclamación sobre algún activo tangible. Pero los bonos gubernamentales
no están respaldados por riqueza tangible, sino sólo por la promesa de pago del gobierno en base a sus ingresos fiscales futuros, lo que no es asimilado fácilmente por los mercados financieros. Un enorme volumen de nuevos bonos gubernamentales sólo puede ser vendido al público mediante
progresivamente más altos tipos de interés. Por consiguiente, bajo el gold standard el gasto público deficitario está severamente limitado.

El abandono del patrón oro hizo posible para los estadistas del bienestar el uso del sistema bancario como medio de expansión ilimitada del crédito. Han creado "reservas de papel" en forma de bonos gubernamentales que, a través de una complicada serie de pasos, los bancos aceptan en lugar de activos tangibles y tratan como si fuesen un depósito real, es decir, como el equivalente a lo que anteriormente era un depósito en oro. El tenedor de un bono del gobierno o de un depósito bancario creado por "reservas de papel" cree que tiene un derecho sobre un activo real. Pero el hecho es que ahora hay más derechos (exigibilidades) que activos reales.../...

En ausencia de patrón oro, no hay forma de proteger los ahorros de la confiscación a través de la inflación. No hay depósito de valor seguro. Si lo hubiera, el gobierno tendría que ilegalizarlo, como se hizo en el caso del oro. Si todo el mundo decidiese, por ejemplo, convertir todos sus depósitos bancarios en plata o cobre o cualquier otro bien y posteriormente rechazase aceptar cheques como pago de bienes, los depósitos bancarios perderían su poder adquisitivo y el crédito bancario creado por el gobierno no valdría nada a la hora de reclamar (exigir) contraprestación en bienes. La política financiera del Estado del Bienestar requiere que no haya modo alguno de que los propietarios de riqueza se protejan.

Este es el vil secreto de los estadistas del bienestar en sus diatribas contra el oro. El gasto deficitario es simplemente un plan para la confiscación de la riqueza. El oro se interpone en el camino de este insidioso proceso. Representa un protector de los derechos de propiedad.

Si uno entiende esto, no tiene ninguna dificultad para entender la hostilidad política hacia el patrón oro."

Alan Greenspan, "Gold and Economic Freedom" (1966). Cierro paréntesis.

Sorpresas te da la vida. Curiosa catarsis desde partisano combatiente contra la confiscación y el fraude piramidal a cooperador necesario en la exuberancia irracional (1996), el conundrum de los tipos de interés (2005) y burbujas varias, en su condición de Commander in Chief entre 1987 y 2006 de los, según su propio criterio, confiscadores de riqueza global. Están locos estos romanos...

Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo. Seguiremos recordando la próxima semana la Historia del Sistema Monetario Moderno bajo la perspectiva del valor real del dinero fiduciario. Espero.

Etiquetas:

miércoles, marzo 25

Historia del Sistema Monetario Moderno I

(El primero de varios artículos que Fernando Suarez escribió en el Confidencial a final de octubre del 2008 intentando responder a la pregunta "¿De verdad vale algo nuestro dinero?". No deja de ser un punto de vista.)

Hubo un tiempo en el que el estándar de riqueza, el activo de reserva internacional capaz de saldar deudas, de ser intercambiable por cualquier otra cosa, era el oro. Las naciones adheridas al gold standard se habían comprometido a fijar el tipo de cambio de sus respectivas divisas en términos de una determinada cantidad de oro, el cual iba y venía en respuesta a los precios relativos entre países. Aunque el papel moneda se utilizaba en la vida cotidiana como medio de pago, con absoluta movilidad de capitales, cualquiera podía canjear sus billetes por oro, salir del país y, allá donde fuese, dirigirse a un banco simpático, hacer un depósito en metálico y obtener a cambio billetes en moneda local.

Puesto que las reservas de oro de un país eran finitas y sólo podían aumentar a través de un superávit de la balanza de pagos (exportador neto) o por producción interna de oro, tanto el proceso de emisión de moneda respaldada con oro como la pérdida de reservas tenían un límite natural. Así, un descenso en las reservas de un país, consecuencia del exceso de sus importaciones sobre sus exportaciones, ocasionaba una bajada general de precios como resultado de la contracción monetaria (salida de oro para enjugar el déficit). El efecto contrario se producía en los países exportadores netos quienes, ante el aumento de sus reservas, perdían competitividad por la subida interna de precios.

El flujo del oro funcionó para mantener la paridad del poder de compra (PPP, Purchasing Power Parity) a través de una cantidad equivalente de oro entre las naciones, evitando que los desequilibrios comerciales (déficits) perpetuos se acumularan.

El mecanismo de control esencial del flujo del oro era la política de tipos de interés: cualquier déficit de la balanza de pagos que redujese las reservas debía acompañarse de una subida del tipo de descuento que, de un lado contuviese la salida de capitales a corto plazo y, de otro, desincentivase el consumo, el gasto de inversión y, finalmente, redujese el nivel general de precios. Cuando operaba un superávit, el proceso era el inverso. Algunos bancos centrales, no obstante, hacían trampas recurriendo a operaciones de mercado abierto, esterilizando el aumento de reservas mediante la venta de títulos de deuda pública, impidiendo de esta forma un incremento indeseable de la oferta monetaria.

Debido a que las divisas estaban ligadas en términos de oro, su valor se mantenía estable en torno a los puntos de importación/exportación del metal, esto es, cualquier tensión en los mercados de cambio (exceso de demanda/oferta) quedaba corregida, vía arbitraje, por los costes de exportación/importación. Si la demanda de tenedores de A que quisieran cambiar por B excediese la demanda de tenedores de B que quisiesen cambiar sus cromos por A, B tendería a subir. Pero sólo hasta alcanzar un tipo de cambio tal que compensase convertir la divisa A en oro y enviarlo hasta donde lo cambiasen por B. El resultado, relativa estabilidad cambiaria, comercial, financiera, muy baja inflación media de largo plazo, aunque volátil a corto, y florecimiento económico mundial apoyado en la revolución industrial y el capitalismo weberiano.

Llegan los peros... El problema de los tipos de cambio fijos es que los ajustes macro se realizan directamente sobre las variables: inflación, empleo, producción, renta. La ventaja de una muy baja inflación media de largo plazo se veía contrarrestada por movimientos acusados en empleo, producción y renta por motivos varios, caseros o forasteros, ya que los shocks, las crisis de origen diverso sufridas en un país, se transmitían, vía comercio exterior, a través del flujo del oro. La inoperancia de la política monetaria trasladaba el peso del ajuste a la fiscal, con un coste social, político y económico considerable, impopular y al contado.

Con todo, baja inflación, reducidas expectativas de inflación a largo plazo medidas a través de los rendimientos de la deuda pública, mantenimiento del poder adquisitivo y un crecimiento real robusto1. No dejen de consultar los gráficos que aparecen enlanzados para ver la comparativa histórica.

Reino Unido, potencia mundial decimonónica, abandonó de facto el patrón oro con el bloqueo de los albores de la Gran Guerra, al quedar sin suministros, sufrir pánicos financieros, revueltas, moratoria de deudas y la suspensión de la Bank Charter Act, el alma del gold standard. La emisión de papel moneda sin respaldo para financiar gasto bélico y corriente estoqueó la economía del Imperio Británico y el sucedáneo de reinstauración tras la Conferencia de Génova de 1922, sin previa devaluación de la esterlina, la apuntilló con una depresión deflacionista anterior a la Gran Depresión.

Estados Unidos, a la sazón potencia novel ávida del testigo británico, adoptó la Gold Standard Act en 1900. Los convulsos pasos para estabilizar su joven y errático sistema financiero dotándole de un banco central conveniente terminaron en el Sistema de la Reserva Federal, un consorcio interbancario compuesto por 12 bancos comerciales y que oficialmente empezó a funcionar en diciembre de 1913.

La FED emitía notes, papel moneda denominado en dólares y respaldado por apenas dos quintas partes de oro; notes que servían, a su vez, como reservas fraccionarias para que los respectivos Bancos Nacionales expandiesen depósitos y los Bancos Estatales ofreciesen créditos respaldados por los depósitos de los Bancos Nacionales.

Este esquema, conocido como la Triple Pirámide Invertida de Jekyll, representa una gran pirámide invertida (el sistema) compuesta de tres filas o niveles de pirámides invertidas más pequeñas: el de la Reserva Federal (base), el de los Bancos Nacionales (nivel intermedio) y el de los Bancos Estatales (nivel superior), permitiendo la emisión de papel moneda convertible en oro y la expansión del crédito bancario con requisitos muy bajos de reservas/encaje metálico.

El abandono formal u oficioso de la disciplina monetaria impuesta por el gold standard, el exceso de papel moneda y de crédito para financiar gasto público, políticas de estabilización y guerras, terminó pagándose con la Gran Depresión.

El gold-exchange standard, adoptado tras la Conferencia de Génova, fue un paripé de disciplina ficticia a través de un dólar respaldado por oro, una libra convertible en dólares (y en oro, pero sólo en lingotes y por bancos centrales), mientras el resto de divisas eran convertibles en libras. Un fiasco equivalente a una pirámide de monedas sobrevaloradas, convertibles entre sí y, en última instancia, en el dorado metal. A esos precios, no había oro en el mundo para aplicar la convertibilidad. La pirámide de dinero y crédito se vino abajo. Crash. Gran Depresión. Hoover Vs. FDR, Presidenciales USA de noviembre de 1932.

En 1933, ya con Franklin Delano Roosevelt como Presidente, New Deal mediante, quedaron aprobadas las leyes que oficialmente sacaron a EE.UU del gold standard, imponiendo un sistema monetario fiduciario elástico para combatir la depresión y obligando a separar las actividades de banca comercial y de inversión, además de asegurar los depósitos y autorizar la confiscación del oro de ciudadanos y empresas, a cambio del cual se recibía papel moneda oficial que tardó poco en ser devaluado por el gobierno y jamás recuperó su adorada convertibilidad.

1 Michael D. Bordo, William G. Dewald: “BOND MARKET INFLATION EXPECTATIONS IN INDUSTRIAL COUNTRIES: HISTORICAL COMPARISONS” (NBER Working Papers, 2001)

Etiquetas:

martes, marzo 24

¿Deberían bajar los sueldos?

(Un artículo de José Manuel Campa publicado en el suplemento económico de El Mundo el 8 de marzo. Un granito de arena para el debate de como salir de esta)

Tres palabras definen la esencia de nuestra situación actual: apalancamiento, desconfianza y paro.

La crisis financiera global tiene su centro en un exceso de apalancamiento financiero, es decir, en un exceso de deuda. En España esto se refleja tanto en las empresas como en los hogares. Nuestras familias se encuentran más apalancadas que nunca para financiar un activo, el inmobiliario, que es esencialmente ilíquido. Este exceso de apalancamiento genera desconfianza, tanto en la capacidad de repagar las deudas por quien está apalancado, como en la solvencia de los bancos que han prestado a éstos. Y por último, el paro crece en nuestro país a una tasa espeluznante. Estamos a punto de llegar a los 3,5 millones de parados, por encima de las previsiones para este trimestre de los más pesimistas hace tan solo seis meses.

Pero además, como todo en la economía, estos tres efectos se autoalimentan. El incremento del paro aumenta la desconfianza sobre la posibilidad de que las familias puedan hacer frente a sus deudas y sobre la solvencia de los bancos que les han prestado el dinero. Esto, a su vez, aumenta el riesgo esperado que exige a la economía que se desapalanque cuanto antes.

¿Cómo podemos romper este círculo vicioso? Lo fundamental parar el incremento del desempleo, lo que requiere una reducción del coste del empleo. Sí, una reforma del mercado laboral, pero esto lleva tiempo. Más rápido aún es una reducción del salario real de los que trabajan, reducción que a su vez nos ayudaría a recuperar competitividad. Esto se puede conseguir rápidamente con una reducción del salario nominal. Parece una medida radical, y quizás lo sea en situaciones
normales, pero hoy sus consecuencias serían casi todas benignas.Veamos por qué.

El argumento principal para evitar una bajada de los salarios nominales es que esto implica una pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. Esto sólo es cierto si se cumplen dos cosas: (1) que los que están trabajando siguen trabajando, y (2) que su renta disponible para consumir después de la bajada salarial no les permita consumir lo mismo que antes de ella.

La primera condición obviamente no se cumple hoy en la economía española. La probabilidad de pérdida de empleo es alta, y lo razonable es pensar que si el salario real no baja, el paro aumentará.

La segunda condición, aunque menos obvia, tampoco se cumple hoy en día para la inmensa mayoría de los españoles. No se cumple en parte porque la inflación este año lo más probable es que esté muy cercana a cero o sea negativa. Pero más importante aún: la renta disponible para consumir este año se incrementará para la gran mayoría de las familias , y especialmente para las clases medias. Esto es debido a que están apalancadas. Según la Encuesta financiera de las familias del Banco de España, en el año 2005 más del 60% de las familias tenían algún tipo de deuda, la mayoría hipotecaria bien de su vivienda principal o de una segunda vivienda.

En los últimos tres años, este porcentaje sólo ha podido incrementarse.La hipoteca media en España es de unos 130.000 euros, y la inmensa mayoría están a tipo variable. La caída de los tipos de interés este año (de al menos un 2,5%) implicará una reducción del coste financiero anual medio para las familias de unos 3.250 euros.Dado que la renta disponible media de las familias para consumir es menor a los 30.000 euros, esto supone un incremento superior al 10% de la renta disponible de las familias para consumir.

Pero, dirá el lector, esto no es justo para aquéllos que han sido prudentes y no se encuentran endeudados. Pues no. Según de nuevo la Encuesta Financiera de las Familias, las familias no endeudadas son en mayor proporción las que se encuentran en la parte más baja de la distribución de renta. Es decir, mayoritariamente los jóvenes y los parados. Ellos son precisamente los que más se beneficiarían de la bajada salarial gracias a la mayor probabilidad de encontrar un empleo.

Sí habría un grupo de hogares que se vería aparentemente perjudicado, aquellas familias con rentas medias-altas, empleos seguros y no endeudadas. Pero sólo aparentemente, ya que serán los que tendrán que contribuir en el medio plazo a hacer frente a los déficit fiscales que la crisis está generando por ayudas a las empresas y a prestaciones de desempleo como consecuencia de la crisis.

Así que la bajada salarial es la forma más eficaz con la que contamos estos días para mejorar el bienestar social en esta crisis. Expliquémoslo y exijamos que se produzca ya.

José Manuel Campa es profesor de la IESE Business School

Etiquetas:

domingo, marzo 22

No es oro todo lo que reluce

(Un artículo de Juan Antonio Maroto publicado en el suplemento económico de El Mundo el 1 de marzo. Y es que en esto de las energías renovables hay mucha demagogia...)

Aparentemente se trata de un concepto claro. El déficit de tarifa del sector eléctrico español es la cantidad de los costes de generación, transporte y distribución de energía que no se cubren con los correspondientes ingresos que pagan los consumidores domésticos e industriales. En otras palabras, son pérdidas.

El déficit de tarifa existe, en primer lugar, porque los precios de venta de la electricidad están intervenidos por el Gobierno que, a sabiendas, los fija por debajo de los costes reales. La medida no parece que sea para proteger a los consumidores, ya que ellos son los que pagan esas pérdidas en un plazo de 15 años, con los correspondientes intereses.

P
ara este año, y de acuerdo con lo previsto en la Orden 3801 /2008 del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, se espera que el déficit de tarifa supere los 4.000 millones de euros, por lo que el déficit total acumulado se acercará a los 20.000 millones de euros. En paralelo, durante 2009, los españoles pagaremos en el recibo de la electricidad 1.468 millones de euros que servirán para amortizar el déficit acumulado hasta la fecha y que sigue creciendo. Es urgente adoptar medidas para resolver esta situación. Pero para entender realmente el problema y sus causas es necesario sumergirse en el laberinto regulatorio en el que se halla el sector eléctrico.

Y
es que la otra explicación del déficit de tarifa viene de que el recibo de la luz de un consumidor español no refleja únicamente lo que ha gastado de electricidad. Los sucesivos gobiernos han ido incorporando costes que, entre todos, vamos pagando y que no están directamente relacionados con los costes reales de la electricidad: subvenciones al carbón, moratorias nucleares, costes de transición a la competencia, impuestos especiales, IVA por encima del aplicado en la UE, subvenciones a la electricidad en Baleares y Canarias,...

Pero existe un apartado que se ha ido destacando por su especial relevancia, cuantitativa y cualitativa: las subvenciones a las energías renovables.

S
egún las directrices del Ministerio de Industria, para este año se prevé el desembolso de más de 4.000 millones de euros por concepto de subvenciones a las energías renovables, una cifra que se incluye en el coste de la energía que pagarán los consumidores.Dicho de otro modo, la cifra del déficit de tarifa eléctrica para 2009 equivale a la subvención que se pagará este año para energías renovables. Esto significa que en realidad no existiría un déficit o problema de tarifas en el sector eléctrico español; sino un problema acerca de cómo financiar las subvenciones a las energías renovables.

En ningún momento quiero poner en duda la importancia e incluso necesidad de las llamadas energías renovables (básicamente la eólica y la solar), pero sí pretendo que todos tengamos bien presente las consecuencias económicas que entrañan.

Cuando se analizan las cifras del Gobierno en lo referente a generación eléctrica, queda claro que la energía eólica cuesta un 47% más y la solar un 514% más que las tecnologías convencionales (hidráulica, carbón, nuclear y gas). A esto hay que agregar que para el año 2009 se prevé que el volumen de la generación eólica aumente en un 20% y la solar en un 100%.Naturalmente, la consecuencia de todo ello es un auténtico disparo de los costes, infinitamente mayor a la subida de tarifas del 4,7% aprobada por el Ministerio.

Esto se debe a que la mayor parte de las tecnologías renovables siguen sin ser económicamente rentables en la actualidad, y precisan de cuantiosas subvenciones para justificarse, con la esperanza de que este apoyo permita una evolución tecnológica que las haga rentables, sin subvenciones, en un futuro no muy lejano.

Así pues, no estamos hablando de auténticos costes de producción de la energía, sino de subvenciones para I+D+i. Pero el problema es que no son las empresas ni los gobiernos los que pagan esa subvención a la investigación, sino directamente los consumidores a través de la críptica factura eléctrica.

Con independencia de la opinión medioambiental, estratégica o política que pueda sustentarse al respecto de las energías renovables, es imprescindible darse cuenta de las consecuencias económicas que supone apoyar determinadas tecnologías como la eólica o solar.No es razonable apostar por ellas sin primero entender que esto significa un importante incremento en el coste de la electricidad.O lo que debería ser más razonable: exigir al Gobierno que deje de gravar a los consumidores e incluya estas subvenciones en los presupuestos del Estado para I+D+i.

(Juan Antonio Maroto Acín es catedrático de Economía Financiera en la Universidad Complutense de Madrid.)

sábado, marzo 21

Por un clavo se perdió una batalla

(Publicado en Tránsitos, en el suplemento Crónica de El Mundo el 1 de marzo. Y ampliado en un artículo del mismo periódico ese mismo dia. La importancia de las pequeñas cosas)

[...] ¿Sabía usted que Napoléon perdió en Waterloo porque un ataque de
hemorroides le dejó inoperativo durante unas horas claves, aquel 18 de
junio de 1815, y no pudo montar su caballo Marengo? Leálo en "Las
hemorroides de Napoleón y 499 anécdotas más". [...]

Un ataque repentino de almorranas habría llevado a Napoleón a perder la batalla de Waterloo, según una de las 500 anécdotas recogidas por el historiador José Miguel Carrillo de Albornoz en su libro 'Las hemorroides de Napoleón'.

En una entrevista, Carrillo ha dicho que la anécdota que da título al libro es muy ilustrativa de lo banal que puede llegar a ser la Historia. "Napoleón habría perdido la gran y definitiva batalla de Waterloo precisamente porque necesitaba refrescar su imperial trasero y de no haber tenido que estar sentado en una bañera para calmar los terribles dolores que le impedían subirse a su caballo, tal vez su estrategia militar hubiese sido otra".

Según el autor, 'Las hemorroides de Napoleón' (Styria) demuestra que "la Historia está marcada por hechos que acabaron definiendo lo que luego sería Europa y el mundo". El historiador apunta que quizá "unos forúnculos espantosos y pestilentes y el consiguiente rechazo social estarían en el origen de la forma de ser y de pensar de Karl Marx, unas ideas que habrían cristalizado en su obra cumbre, 'El Capital'".

Otra de las curiosidades recogidas por Carrillo sorprende al lector actual: la Torre Eiffel podría estar hoy en pleno centro de Barcelona, en donde hay ahora un modesto Arco de Triunfo, y no en París. "Cuando Eiffel presentó la propuesta a las autoridades locales con motivo de la Exposición Universal de 1888, a aquellos prohombres les pareció excéntrica, exagerada y muy costosa, y se construyó en París sólo por un voto y con la idea de derribarla a los pocos años, como luego pidieron diversas manifestaciones populares". Sólo un visionario, añade el historiador, la salvó del derribo porque convenció al resto de que "podría servir como torre para las comunicaciones".

En algunas ocasiones la Historia acabó poniendo en su sitio a aquellos que inicialmente no fueron reconocidos: "Einstein no aprendió a leer hasta los 7 años y rechazaron sus tesis por irrelevantes y poco originales; el general McArthur fue rechazado dos veces en West Point; o que Rodin fue tachado de 'poco talentoso' por su padre por haber suspendido en el colegio".

Igual de poco afortunados resultaron las decisiones del Ejército inglés que no aceptó a Lawrence de Arabia por no dar la talla o la de la agencia de publicidad neoyorquina que aconsejó a Marilyn Monroe que se dedicara a otra cosa porque "no llegaría a ser ni buena modelo ni buena actriz".
El autor, que lleva años recopilando estas anécdotas aprovechando las investigaciones que realiza para sus libros, desenmascara algunas ideas aceptadas.

Graham Bell no fue el inventor del teléfono sino Elisha Gray, una inventora autodidacta estadounidense que no alcanzó la gloria "por un error administrativo en el registro de la invención".

Tampoco Pasionaria fue la autora de la célebre frase "No pasarán", como se acepta popularmente, sino que fue "un grito de guerra utilizado veinte años antes durante la I Guerra Mundial en la batalla de Verdún, en la que un oficial gritó a sus soldados: 'Il ne passeron pas' (No pasarán)".

Carrillo desentierra asimismo rarezas de la Historia como que "el rey más breve de todos los tiempos fue Luis Felipe de Portugal, cuyo reinado fue de veinte minutos, el tiempo que sobrevivió al atentado de 1908 en el que murió su padre Carlos I; o que cuando se produjo el magnicidio de Kennedy asesinar al presidente de EEUU no era delito federal".

viernes, marzo 20

Seamos optimistas.... ¿porque el mundo nos ha hecho así?

(Publicado en Tránsitos, en el suplemento Crónica de El Mundo el 1 de marzo. Si le hacemos caso, ya no nos queda ni la libertad de elegir con qué cristal miramos el mundo)

[...] Un equipo británico ha demostrado que ser optimista o pesimista está programado en nuestro material genético. Hay un gen, bautizado «el del vaso medio lleno» (glass half-full gene, en inglés), que dicta la capacidad de verlo de color de rosa. Este gen cabroncete libera en el
cerebro de los afortunados dosis de serotonina, que en bajos niveles conduce a sentirse deprimido. Dentro de poco, al encargar el niño en el laboratorio, este será uno de los genes más solicitados.

Etiquetas:

jueves, marzo 19

El inicio del sistema bancario

(Nos lo contaba Juan Manuel de Prada enel XlSemanal del 22 de febrero)

[...] Leonardo Castellani, en una de sus sabrosas prédicas domingueras, explica el nacimiento de esta fantasmagoría, ficción o estafa, convertida en dogma de fe por el capitalismo (ya se sabe que las idolatrías son falsificaciones de la religión): «El Banco de Inglaterra se fundó en esta forma: el rey Guillermo III necesitaba 1.200.000 esterlinas, y se las prestó un prestamista judío de Fráncfort llamado Rothschild, o sea, `escudo rojo´; con esta condición: el rey recibía esa cantidad en oro, y la debía a Rothschild; y Rothschild recibía autorización para emitir un millón y pico de billetes y prestarlos; eso se llamó 'el activo' del Banco.

De modo que, ustedes ven, el dinero se ha multiplicado por dos: el rey tiene un millón y lo gasta; el Banco tiene otro millón y lo presta; y el rey sigue debiendo un millón de libras. Como el dinero representa bienes (y si no, ningún valor tiene) y se ha multiplicado por dos, y los bienes no se han multiplicado por dos, los bienes cuestan ahora el doble; y ese aumento, que va a parar a los cofres de Rothschild, lo paga el consumidor».

[...]

Etiquetas:

miércoles, marzo 18

¿Un perfecto inútil?

(De Carlos Salas, publicado en suplemento económico de El Mundo el 8 de febrero)

¿Es usted una persona con problemas de autoestima? ¿Se siente minusvalorada en su puesto? ¿Cree que no tiene talento? ¿Acaso sus hijos adolescentes no saben qué estudiar o dónde trabajar? ¿O es un director de personal convencido de que las nuevas generaciones son inútiles? Pues bien, si usted es alguno de esos, le convendría conocer la vida de este extraño personaje del que voy a hablar.

Nació en Gran Bretaña, era el quinto de seis hijos y no era el más listo desde luego. «Mis maestros y mi padre me consideraban un muchacho corriente, más bien por debajo del nivel común de inteligencia», afirma el chico en una autobiografía que escribió hace tiempo.

A este joven le apasionaba la caza y salir al campo. Pero estudiar, lo que se dice estudiar, nada, porque le aburría la escuela cuya enseñanza calificó de «sencillamente nula». Fue incapaz de aprender otro idioma que el inglés. No sabía componer poesía, y cuando memorizaba versos «se
me olvidaban todos en 48 horas».

Preocupado por las aficiones salvajes del chico, el padre le llegó a decir: «No te gusta más que la caza, los perros y coger ratas, y vas a ser una desgracia para ti y para toda tu familia».Con estos estímulos morales, que son tan positivos para edificar la austoestima y que todos hemos escuchado alguna vez en la vida, el chico creció aborregado y sin templanza.

Y como el rebelde no despabilaba, el padre, un médico, lo envió a la Universidad de Edimburgo para estudiar medicina. Pero al chico las clases le resultaron «intolerablemente aburridas».Las conferencias de anatomía, «insoportables». Las de zoología, «increíblemente pesadas». Cuando asistía a las sesiones clínicas en el hospital salía huyendo por «casos que me angustiaron enormemente y aún conservo vivas imágenes de algunos de ellos». Y como aquello le resultó insufrible, se dijo con desfachatez: «Me convencí de que mi padre me dejaría herencia suficiente
para subsistir con cierto confort». Ahí abandonó cualquier esfuerzo para aprender medicina. Es decir, decidió convertirse en un niño pijo, vago, de esos que querían quedarse en casa chupando del bote familiar.«Entonces parecía mi destino más probable», confesaba el inmaduro y egoísta personaje.

El padre estaba tan harto de este «señorito ocioso», que lo envió luego a la Universidad de Cambridge con la idea de que estudiase algo que le convirtiera en un ciudadano útil a la sociedad. Pero al llegar a la universidad, el chaval se dio cuenta de que había olvidado «casi todo lo que había aprendido en la escuela», de modo que el padre, tuvo que buscarle un profesor particular para ponerle al día.

No le valió eso de nada al joven irresponsable porque ni siquiera iba a clase. «En general perdí el tiempo allí», confesaría más tarde. ¿Y a qué se dedicaba? Al botellón: «Fui a parar a una pandilla poco seria en la que se reunían algunos jóvenes relajados y mediocres A veces bebíamos demasiado, cantábamos alegremente y después jugábamos a las cartas». El colmo del descaro es que nunca se arrepintió de la juerga porque seguía recordando esos años «con gran placer».

Aparte de ser un indomable perezoso, de vez en cuando salía a cazar y a coleccionar escarabajos. Pero nada más. Le encantaba leer novelas pero fue incapaz de escribir un solo cuento. El mismo reconocía no tener el ingenio de los hombres inteligentes.Tampoco destacaba haciendo críticas
razonadas de libros o de artículos de prensa. Uno podría pensar que esta clase de personas pueden estar destinadas a ser pensadores o filósofos pero, como afirmaría el insoportable niñato, «mi capacidad para seguir una argumentación prolongada y puramente abstracta es muy limitada» y por eso nunca triunfaría «en metafísica y matemáticas».

Sus dotes de inventiva y su sentido común eran, como afirmaría después, «medianas», lo cual significaba que no estaba destinado a ser abogado o médico.

Lo único que poseía este joven inadaptado era una paciencia infinita, pero la empleaba observando estupideces naturales como líquenes, orquídeas o tortugas. Pero ¿sirve eso de algo en la vida? Por Dios.

El caso es que cuando tenía 22 añitos, un profesor suyo se enteró de que un capitán de barco algo filantrópico deseaba ceder parte de su camarote a un joven voluntario que quisiera dar la vuelta al mundo sin remuneración. El chico lo consultó con su padre y éste contestó: «Si puedes encontrar una persona con sentido común que te aconseje ir, te daré mi consentimiento». Como no encontró a nadie, el chico escribió al profesor rechazando la oferta y se fue a cazar. No tenía ambición ni curiosidad. En eso, un tío suyo se enteró de la cuestión y convenció al padre de que dejara partir al chico.

Sin embargo, cuando el capitán vio el aspecto del joven pensó que era la clase de persona que no deseaba en su barco. Observó su nariz protuberante, y como había estudiado fisiognómica, el capitán dedujo que era propia de un pelele sin «la energía y decisión suficientes para hacer la travesía».

A final, tras mucho insistir, el chico fue aceptado por el capitán.El viaje duró cinco años y, según reconoció el chico, fue «el acontecimiento más importante de mi vida». Uno no se lo explica muy
bien, porque este ejemplar no hizo otra cosa que llegar a un país extraño, darse una vuelta por ahí, mirar bichos, recoger plantas, observar galápagos, diseccionar animalitos...

Bueno, él insiste en que descubrió algo importante: que las especies no son estables si no evolucionan adaptándose al medio cambiante. Algo que se podía aplicar a las plantas, a los insectos, a los animales, a los hombres y a las empresas.

Y al regresar del viaje (por cierto, el barco se llamaba Beagle), el chico impertinente insinuó que el hombre descendía del mono. Vaya imaginación.

El próximo 12 de febrero se cumplen 200 años de su nacimiento. Se llamaba Charles Darwin. Seguramente el mayor científico de los últimos siglos. Quizá el mayor de la historia.

Etiquetas:

martes, marzo 17

Respetando el trabajo

(Un cuento de Paulo Colho, en el XlSemanal del 8 de marzo, que nos recuerda como cambian las cosas dependiendo de como las tomas)

Un hombre caminaba por los Pirineos franceses cuando se encontró con un viejo pastor. Compartió con él su alimento y pasaron un buen rato conversando sobre la vida. En un momento dado, el asunto de la conversación derivó hacia el trabajo.
–No soy libre. Mi vida es miserable porque soy un esclavo de mi trabajo.

El pastor se puso a cantar. Como se encontraban en un desfiladero de montañas, la música producía un eco suave que colmaba el valle. De repente, el pastor interrumpió su canto y se puso a blasfemar contra todo y contra todos. Y los gritos del pastor también fueron devueltos por las montañas, regresando hasta donde estaban ellos dos.

–Todo depende de lo que estés haciendo –dijo el pastor–. El trabajo es como este valle: refleja la energía que le transmites.
–No existe ninguna labor miserable. Si, de todas formas, no estás satisfecho, asume el riesgo de cambiarlo todo y dedicarte a lo que más amas. Es preferible ser alegre con un pequeño salario a ser infeliz por el miedo al cambio.

Etiquetas:

lunes, marzo 16

La alegría del deber

(Nos lo recuerda Paulo Colho, en el XlSemanal del 8 de marzo)

Dice el poeta indio Rabindranath Tagore:
«Me quedé dormido y me pareció que la vida era alegría. Desperté y descubrí que la vida era deber. Cumplí con mi deber y descubrí que en él estaba la alegría».

Etiquetas:

viernes, marzo 13

Trabajos "invisibles"

(Me lo ha mandado hoy una amiga para que recordemos de vez en cuando que las cosas no se hacen solas y que es bueno dar las gracias a quien lo hace. Gracias, mami)

Un hombre llega a casa del trabajo y encuentra a sus tres hijos en el jardín aún con los pijamas puestos jugando en el barro, con cajas de comida vacías y los envoltorios de éstas esparcidos por todo el jardín. La puerta del coche de su mujer estaba abierta, así como la puerta de entrada de la casa y no había señales del perro.

Cuando entró encontró aún mayor desorden... Una lámpara caída en el suelo y la alfombra estaba arrugada contra la pared. En el salón la televisión estaba a todo volumen con un canal de dibujos animados y la salita de estar estaba cubierta de juguetes y ropa. En la cocina la pila
estaba llena de cacharros, el desayuno derramado por la encimera, la puerta del frigorífico abierta de par en par, la comida del perro tirada por el suelo, un vaso roto debajo de la mesa y un pequeño montón de arena detrás de la puerta.

Inmediatamente subió las escaleras sorteando todos los juguetes y más pilas de ropa buscando a su mujer preocupado por si estaba enferma o la había ocurrido algo serio. De camino a la habitación, vio como corría el agua por debajo de la puerta del cuarto de baño y cuando entró las
toallas empapadas espuma y más juguetes por el suelo, kilómetros de papel higiénico amontonado y pasta de dientes untada por el espejo y las paredes.

Entro corriendo en el dormitorio y encontró a su mujer acurrucada en la cama, en pijama y leyendo una novela. Ella le miró, le sonrió y le pregunto que tal le había ido el día. Él la miró furioso y le preguntó,

- ¿Qué ha pasado hoy aquí?.
Ella volvió a sonreír y contestó:
- ¿sabes cuando vuelves todos los días del trabajo y me preguntas "¿por
Dios, qué coño es lo que haces todo el día?"
- Si, contestó él incrédulo.
Entonces ella contestó:
- PUES HOY NO LO HICE.

martes, marzo 10

Una tormenta perfecta

(Un artículo de Pablo Pardo en el suplemento económico de El Mundo del 8 de marzo. Me ha recordado un artículo de Javier Sala de enero de 2008 -se puede leer en http://www.columbia.edu/~xs23/catala/articles/2008/Tormenta_Perfecta/Tormenta_Perfecta.htm-)

Es la tormenta perfecta. Los activos de los bancos se devalúan cada día hasta dejar a las entidades sin valor. Eso hunde a las acciones. El Estado reacciona inyectando liquidez de forma masiva.Pero la crisis es tal que eso no funciona. Después, los poderes públicos entran en el capital de los bancos, con acciones preferentes sin derecho de voto. Los títulos entran en caída libre. Eso agrava los temores sobre la liquidez de los bancos. Y el Gobierno empieza a transformar esas acciones preferentes en títulos normales, para reforzar el capital de los bancos.

Pero esa medida supone aumentar de forma brutal el número de títulos, con lo que el valor de cada acción se diluye. Los inversores, que cada día se fían menos, dejan de utilizar los ratios comúnmente aceptados para determinar la solvencia de los bancos en favor de otros más conservadores. Con los nuevos criterios, ninguna entidad se salva. Y las acciones vuelven a hundirse. La única opción es la nacionalización. Pero, a su vez, eso supondría eliminar la mayor parte del valor en manos de los inversores.
Esa es la situación que viven los bancos de Estados Unidos desde el pasado mes de noviembre. La crisis es tan grande que ni siquiera el que hasta ahora era la joya de la banca estadounidense, JP Morgan Chase, se está salvando. El jueves, la agencia de calificación de riesgos Moody's anunció que ha puesto en revisión a la baja su deuda, junto con la de Wells Fargo- el cuarto mayor banco de EEUU- y el propio Bank of America.

Así, los grandes bancos de EEUU están atrapados en una tijera.Por un lado, sus minusvalías les amenazan con ponerlos en quiebra.Por otro, las acciones del Gobierno para evitar esa quiebra suponen una dilución del capital de las entidades. El mejor ejemplo de ello es el acuerdo, alcanzado el viernes de la semana pasada, de que el Tesoro de EEUU y una serie de inversores institucionales iban a convertir 52.500 millones de dólares (casi 42.000 millones de euros) en acciones preferentes de Citigroup en títulos normales.Era una medida destinada a salvar a la entidad de la suspensión de pagos. Pero el mercado reaccionó con un alucinante desplome del 36% de la cotización del banco. Desde entonces, los títulos de Citigroup han perdido casi otro 40%.

¿Por qué? Es cierto que a los inversores les preocupa cuál será el papel del Estado en el consejo de administración de Citigroup, qué impacto tendrá la nacionalización parcial para la entidad (por ejemplo, en México, donde Citigroup está presente, ningún banco puede tener más del 10% de su capital en manos públicas) y las cuentas del banco.
Pero la principal preocupación es la dilución de las acciones.Un ejemplo: según la revista financiera Barron's, si todas las acciones preferentes de Citigroup se convierten en ordinarias, al ratio pactado el viernes de la semana pasada entre el banco y el Tesoro, el número de acciones de la entidad se multiplicará por cuatro. Y los accionistas que compraron títulos ordinarios verán, de pronto, reducido su porcentaje de la entidad a un patético 26%. Citigroup pasaría a quedar en manos de los tenedores de acciones preferentes.

Pero las consecuencias de la entrada del capital en los bancos explican sólo una parte de la crisis. El resto viene del temor del mercado a la solvencia de las entidades. Un inversor explica una especie de regla de andar por casa a la hora de valorar activos: «Cuando se analiza el precio de las cosas, hay que asumir lo siguiente: por un lado, un recorte del 80%, que es lo que antes procedía del apalancamiento. Por otro, una caída de más del 10% que procede del sentimiento del mercado. Así que, en definitiva, los activos están al 7% de lo que valían antes de la crisis».
Evidentemente, con esos criterios no hay banco que se salve.Y ésa es una de las razones que explican el actual hundimiento.Porque, si se siguen los criterios del Banco de Pagos Internacionales (BIS, según sus siglas en ingles) de Basilea, los bancos de EEUU están bien capitalizados. El ratio de capital Tier 1 de Citigroup, por ejemplo, rozaba el 12 -el doble de lo deseable según el BIS-cuando el Tesoro tuvo que acudir en su rescate el viernes de la semana pasada.

Pero, en la situación actual, los inversores siguen más el ratio de capital tangible en relación a sus activos. Es una medida mucho más restrictiva que el Tier-1, y que en realidad es consecuencia de una situación en la que «todos los covenants y las garantías habituales de la deuda han saltado por los aires». De hecho, de los cuatro grandes bancos de EEUU, sólo JP Morgan Chase se acerca al 4%, que es considerada la medida mínima para garantizar la solvencia de las entidades.
Así que los inversores se han vuelto muy desconfiados. Desconfiados de todo. De la solvencia de los bancos. Y de la utilidad de las intervenciones del Estado. El resultado es una catarata de caídas de las cotizaciones. Y una creciente desesperación de los tenedores de acciones. Como dijo hace unos meses Kirk Kerkorian, que a sus 91 años es la cuadragésimo primera persona más rica del mundo según la revista Forbes, con un patrimonio de unos 14.000 millones de euros en 2008: «He vivido un año más de la cuenta». Kerkorian ha invertido sobre todo en automoción y casinos. Pero seguro que muchos de los que han puesto su dinero en renta variable del sector financiero comparten su punto de vista.

Etiquetas:

lunes, marzo 9

Recetas para sobrevivir a la crisis

(Carlos Herrera nos contaba en el XLSemanal del 8 de marzo como un amigo suyo, cubano, relativizaba la crisis actual en comparación con lo que ellos han llegado a pasar. Y claro, las recetas son literales.)

[...] Vino a referirse a lo que sarcásticamente denominó el régimen como ‘Periodo Especial’, que no fueron otros años que los que siguieron (y en parte precedieron) a la desintegración de la Unión Soviética y que supusieron la desaparición de las subvenciones y dádivas que los comunistas rusos esparcían por todo el inoperante régimen. Como saben, compraban el azúcar de caña a precio de oro negro. La miseria se hizo presente como pocas veces en pocos lugares. No había, literalmente, nada. Los cubanos, especialistas en resolver, hubieron de afilar extraordinariamente el instinto. «¿Ustedes han comido filete de corteza de toronja?» La verdad, no sabemos ni lo que es. «¿Y han comido hamburguesa de frazada?» Si no se explica, no podemos contestarle...

Esa corteza es la gruesa capa blanca que se encuentra entre la piel y el fruto de la toronja, más voluminosa que nuestras habituales naranjas. La pelaban y la extendían con cuidado, la dejaban macerando unas horas con limón exprimido, ajo y sal y la freían después de haberla empanado con los restos de pan duro que trituraban. Eso era un filete. Y la hamburguesa: la frazada no es otra cosa que la fregona de limpiar suelos. La fregona, sí, esa que parece una peluca de carnaval cuando te la pones en la cabeza. Bueno, pues eso lo recortaban, lo lavaban bien, lo maceraban un par de días con mucho limón, mucho ajo y mucha cebolla (de eso había) para mezclarlo al cabo con un huevo y más pan rallado. Se freía. Eso era una hamburguesa. Incluso hacían pizza, sólo que sustituyendo el queso por preservativos recortados con tijera en cuadraditos. Puesto sobre la masa y metido al horno, aquello parecía que llevaba queso fundido. Tenías que comértelo al momento, eso sí; si lo dejabas enfriar, el plástico se hacía intragable. Supuse que se trataba de un preservativo sin usar. Tampoco era mala la cáscara de plátano machacada, macerada y frita. Cuando supo nuestro amigo que Ferran Adrià ha propuesto como exquisitez freír la cáscara de patata y salarla con sal gorda, no pudo por menos que hacer referencia a la legendaria anticipación de los antillanos...

Al referir que en la trasera de muchos supermercados españoles se forman ‘aglomeraciones’ para hacerse con los alimentos perecederos y caducados de los que éstos se deshacen cada noche, sonrió irónicamente: «Aquí se creó con eso una industria: los trabajadores retiraban comida de los hoteles y la colocaban estratégicamente en el fondo de los contenedores de basura para que, al poco, fuera recogida por otros que, a su vez, vendían a los paladares. Lo siguen haciendo, claro, aunque ya se hayan cargado los paladares. No quedó un solo gato en La Habana, los perros escaseaban y el pollo que se vendía en algunos lugares era, en realidad, ave tiñosa, una especie de ave de rapiña».

Nuestro amigo nos propuso que, si continuaba la crisis, enviáramos a Cuba a tomar clases de cocina a cuantos cocineros quisiéramos. Podría ser un buen negocio...

Se puede leer todo en http://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=3967&id_firma=8413

viernes, marzo 6

Cabeza de turco

(Sacado de la carta del director de El Mundo, el domingo 1 de marzo.)

[...]

El general T'sao T'sao, conquistador de la China central hace 2.200 años, mandó llamar al jefe de su intendencia cuando sus desabastecidas tropas estaban al borde la rebelión.

«Quiero pedirte que me prestes algo y tu no puedes negarte a ello», le dijo T'sao T'sao. «¿De qué se trata?», respondió su siempre bien dispuesto subordinado. «Necesito que me prestes tu cabeza para mostrársela a las tropas», añadió el general.«Pero si no he hecho nada malo», repuso espantado el intendente.«Ya lo sé, pero si no mando que te maten habrá un motín; no te preocupes: yo me ocuparé de tu familia cuando tú ya no estés», concluyó T'sao T'sao.

El relato está incluido en el libro de Robert Greene The 48 Laws of Power como ejemplo ilustrativo de un epígrafe titulado «Oculta tus errores, ten un chivo expiatorio a mano para cargarle las culpas».

[...]

miércoles, marzo 4

Dependencia

(De Octavio Paz)

Para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia.

Etiquetas:

martes, marzo 3

¿Qué es un beso?

John Morris describía así su primer beso, allá por en 1936:

"Correrá lava por tus venas. Te quedarás sin respiración. Gemirás y te desmayarás, porque la sangre huirá de tu cabeza y correrá desbocada por todas las venas de tu cuerpo. Entonces serás incapaz de pensar o razonar".

Etiquetas:

lunes, marzo 2

Sobre bancos buenos y bancos malos

(Lo encontré en el suplemento Mercados de El Mundo del 1 de febrero, y creo que puede ayudar a entender lo que dicen los "expertos" cuando hablan de crear un banco malo. Lo escribió Luis de Guindos, por cierto.)

[...]

Puede que los esfuerzos realizados hasta ahora hayan sido inútiles para hacer frente al problema real de los bancos, esto es, la necesidad de eliminar los activos problemáticos de sus balances, y que mientras esto no ocurra será imposible recuperar la confianza.No podemos olvidar que la causa última de la crisis se encuentra en un exceso de deuda concedida que ha financiado unos activos, principalmente inmobiliarios, sobrevalorados. La salida de la crisis pasa por tanto por el ajuste de dichos excesos tanto de sobreendeudamiento como de sobrevaloración y ello genera grandes pérdidas en los activos bancarios. Para ello, se vuelve en estos momentos la mirada hacia la experiencia sueca de los primeros años 90, que resultó bastante exitosa en la solución la crisis bancaria que sufrió el país escandinavo y que se conoce como el modelo de banco bueno-banco malo.

Las autoridades suecas consideraron que el único modo de hacer frente a su crisis bancaria consistía en eliminar de los balances bancarios todos los activos tóxicos, mediante su división en dos entidades completamente independientes. La original vendía los activos problemáticos a una nueva entidad -el banco malo- a precios de mercado, con lo que aquélla se quedaba en última instancia sólo con los de calidad, convirtiéndose en el banco bueno. Ello generaba importantes pérdidas en el banco original, que era recapitalizado por el Gobierno o, en última instancia, liquidado mediante su venta a un tercero. Los accionistas lo podían perder todo pero los depósitos estaban garantizados. La gran ventaja de la aproximación del Gobierno sueco fue que proporcionó un enfoque sistemático de cómo abordar la crisis bancaria que iba al núcleo central
del problema: el reconocimiento de las pérdidas en los préstamos concedidos y su extracción radical y definitiva de los balances bancarios. De este modo, el banco bueno se podía centrar de nuevo en el negocio habitual y generar confianza frente a terceros.

El plan sueco tuvo un coste importante en términos presupuestarios -las crisis bancarias suelen ser siempre muy caras- pero facilitó una salida relativamente rápida y limpia del problema. Por ello, la fórmula del banco bueno-banco malo se muestra muy atractiva y en estos momentos está
originando bastante atención. Su principal inconveniente, si se puede definir así, es que exige, para ser efectiva, transparencia absoluta respecto de los préstamos tóxicos y las pérdidas acumuladas, de modo que si la venta de estos activos se realiza a precios de mercado se puede
poner de manifiesto que los bancos carecen de capital para hacer frente a las mismas y que, por tanto, son insolventes.

En estos momentos, se considera que la banca internacional cuenta todavía con un volumen muy elevado de activos tóxicos, que podría exceder los 2 billones de dólares. Estas cuantías llevarían
necesariamente a que, en determinados países como el Reino Unido, los gobiernos deberían nacionalizar gran parte de sus sistemas bancarios con los problemas que ello conlleva. Por eso, el Gobierno británico prefirió, en un primer momento, explorar la fórmula de la recapitalización más que la de la adquisición de activos a precios de mercado.Sin embargo, ello supone en última instancia retrasar la solución definitiva del problema y hacerla más costosa -en términos de
recursos- y dolorosa. Puede que al final en una y otra alternativa gran parte de la banca acabe nacionalizada o con una participación importante de los tesoros en su capital, y que, además, como en el caso británico, se acabe generando una crisis cambiaria y presupuestaria que se adicione a la bancaria inicial.

Una de las lecciones fundamentales de las crisis bancarias que han ocurrido a lo largo de la Historia es que su solución siempre acaba requiriendo que afloren todos los problemas y las pérdidas de los balances, ya que es el único modo de recuperar la confianza. Los parches acaban convirtiéndose siempre en una especie de tortura.Esa es la realidad. Algunos la aprenden más pronto y otros más tarde, pero estos últimos acaban pagando siempre un precio mayor.

El texto completo en http://reggio.wordpress.com/2009/02/01/banco-bueno-banco-malo-de-luis-de-guindos-en-mercados-en-el-mundo/

Etiquetas: