Cuéntame un cuento...

...o una historia, o una anécdota... Simplemente algo que me haga reir, pensar, soñar o todo a la vez, si cabe ..Si quereis mandarme alguna de estas, hacedlo a pues80@hotmail.com..

jueves, junio 26

Un poco de historia sobre la "histeria femenina"

O como dicen mis amigas, sobre el "furor uterino", que es mucho más descriptivo.

Aunque ya conocía por encima la historia del vibrador, ayer encontré este artículo en periodista digital con mucho más detalle, y no puedo dejar de ponerlo. Para mí, lo más sorpendente ha sido descubrir que, contrariamente a lo que yo pensaba, esto ya empezó a usarse en la antigua Grecia.

El masaje del clítoris se ha utilizado como terapia contra la histeria desde los tiempos de Hipócrates, durante milenios las mujeres han tenido que conformarse con los dedos masculinos para "consolarse".

Sí, masculinos, porque hasta tiempos muy recientes, la autoestimulación femenina estaba muy mal vista y se reprimía física y psíquicamente. Como dijo Avicenna, otro de los fundadores de la medicina moderna, "las mujeres con histeria no deben tocarse: ese es un trabajo para los maridos y los doctores".

En la primera mitad del siglo XIX, el masaje de clítoris seguía considerándose el único tratamiento eficaz contra la histeria. La mayor parte de los médicos creía que el 75% de las mujeres sufría histeria crónica y, en una cultura falocéntrica que limitaba el sexo a la penetración, los padres y los maridos llevaban a sus damas al médico para que éste les diera un buen masaje de clítoris… y se quedaban tan anchos.

Pero hasta los doctores más mujeriegos estaban hartos de "darle al botón" durante horas, días y años, así que inventaron la hidroterapia íntima, es decir, estimular el sexo femenino con un potente chorro de agua procedente de una gran manguera.

El método se puso en marcha en 1860 en numerosos balnearios y fue un éxito (un orgasmo en unos cuatro o cinco minutos), si bien era un sistema caro y poco práctico. Hacía falta algo más manejable y económico.

Bautizado con el explícito nombre de Manipulator, el primer masajeador vibrante clitoridiano se fabricó en Inglaterra a mediados de 1870. Era, básicamente, una tosca mesa de madera con un agujero en medio para encajar la pelvis femenina, a la que se aplicaba una esfera vibrante
conectada a una máquina de vapor. Pero, aunque funcionaba, seguía siendo un aparato costoso y engorroso.

En la década de 1880, un médico inglés llamado Joseph Mortimer Granville desarrolló el primer vibrador con forma fálica, una máquina de efectos milagrosos, cuyo único problema era su tamaño industrial. La paciente se tumbaba en un diván y el doctor le aplicaba el vibrador electromecánico en la entrepierna, consiguiendo un orgasmo en unos 10 minutos, más o menos.

La empresa Weiss no tardó en fabricar en serie estos instrumentos, reduciendo su tamaño y modificando sus "tripas" para ponerlos en marcha mediante baterías, pedales, manivelas y, finalmente, corriente eléctrica. La vibración, que iba de 1.000 a 7.000 pulsaciones por minuto, "curaba" hasta a las "histéricas" más recalcitrantes. Los aparatos se fabricaban en serie y se vendían como churros a través de revistas o por prescripción médica.

En 1899, el naturalista John Muir inventó un vibrador para hombres. Atado con correas al cuello y a las piernas, estimulaba el pene para tratar afecciones como la espermatorrea. Los vibradores masculinos se seguirían vendiendo durante el siglo XX como máquinas para "descargar la
próstata" o "estimular la circulación".

Con el cambio de siglo, las nuevas necesidades, unidas a la invención del motor eléctrico de pequeño tamaño, propiciaron la aparición del primer vibrador doméstico, que fue patentado en 1902 por la empresa estadounidense Hamilton Beach of Racine.

De esta forma, el vibrador vaginal se convirtió en el quinto gadget eléctrico en invadir los hogares, mucho antes que, por ejemplo, la plancha eléctrica.

Poco a poco, los vibradores se fueron haciendo más asequibles y empezaron a ser comprados por particulares para tratar problemas de, ejem, "histeria" especialmente persistentes. Modelos como el Miracle Ball-Grip Massager o el Gyro-Lator se hicieron muy célebres e incluso se publicitaron en periódicos con frases como "La vibración que proporciona vida, vigor, fuerza y belleza" o "Instrumentos para la tensión y la ansiedad femenina".

En 1917, en los hogares norteamericanos había más vibradores que tostadoras; aunque desaparecieron de las consultas de los médicos, seguían considerándose aparatos clínicos para proporcionar relax a las mujeres más inquietas. En la primera mitad del siglo XX, el mercado de
este tipo de artefactos estaba en alza, y docenas de prototipos fueron patentados.

Algunos de ellos todavía pueden conseguirse a través de eBay, lo cual demuestra su excelente factura. Muchos pueden verse en el Vibrator Museum.

A partir de los años 20, con la aparición de las primeras películas pornográficas (stag reels), los vibradores empezaron a perder su buena fama. La más famosa de estas películas fue The nun's story (no confundir con la de Audrey Hepburn), un filme en el que la mujer del culturista Vic Tanney se quita su disfraz de monjita y se lía a masturbarse con un arcaico vibrador.

Estas cintas hicieron que los vibradores dejaran de verse como instrumentos clínicos para, poco a poco, ir adquiriendo connotaciones negativas y considerarse como diabólicos juguetes fálicos para saciar la lujuria femenina.

La mala prensa del vibrador se acentuó a partir de 1952: la Asociación Americana de Psiquiatría decidió que la histeria femenina no era más que un mito y que la terapia vibradora era, simple y llanamente, una sesión de masturbación. Aún así, el consolador se siguió vendiendo como
"tecnología camuflada", con imaginativos diseños de las más variopintas formas y colores.

Los catálogos de venta por correo y las revistas femeninas anunciaban consoladores disfrazándolos de aspiradoras, rizadores de pelo, máquinas contra la jaqueca, masajeadores de cuello o limpiadores de uñas, entre otras cosas. Vamos, que no era raro que en una reunión de Tupperware organizada por amas de casa sacaran, de pronto, un vibrador.

Como una evolución radical de dichas reuniones, en 1973, en plena explosión del feminismo, la sexóloga Betty Dodson empezó a dirigir sesiones masturbatorias en grupo para mujeres, divulgando la utilización sexual del Hitachi Magic Wand, un masajeador corporal con forma de gran micrófono que, según ella, era capaz de espabilar hasta el clítoris más atrofiado.

Ese mismo año, Eve's Garden, un sex shop sólo para mujeres, se inauguró en Nueva York. Cinco años después, Good Vibrations de San Francisco fue la segunda tienda erótica femenina de América.

En 1981, Jacqueline Gold, del sex shop Ann Summers, hizo una reunión femenina en una casa para vender y demostrar el funcionamiento de vibradores. Era la explosión de un gran negocio orientado al placer femenino.

La mujer tenía, al fin, la sartén por el mango y entraba de lleno y sin cortarse en el mundo de la autoestimulación. Entonces, el consolador volvió al cine para quedarse: hay pocas películas porno en las que la actriz no se pegue un buen repaso con el vibrador. En los últimos 80, incluso la ultraconservadora Adminstración Reagan incluyó vibradores en su lista de consejos para prevención del SIDA y el sexo seguro que envió a 107 millones de familias.

Como vemos, lo del deseo femenino no es un invento de las feministas ni algo que surgiera antes de ayer...

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miércoles, junio 25

Belleza en las palabras

Este es un poema del poeta persa Sohrab Sepehri que encontré en la revista XL Semanal, y que me parece sencillamente precioso...

«Vendré, daré una flor de jazmín al mendigo.
A la mujer hermosa de lepra le otorgaré otro pendiente.
Diré al ciego: ¡qué bello está el jardín!
Me entregaré a las calles, recorreré las callejas.
Publicaré a voces: ¡oh, rocío, rocío, rocío!
Diré al paseante: para la verdad hay una noche oscura, le daré una galaxia.
En el puente hay una muchacha sin pierna, colgaré en su cuello la Osa
Mayor.
Recogeré de los labios todos los insultos.
Arrancaré todos los muros.
Diré a los bandidos: ¡Ha llegado una caravana de sonrisas!»

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martes, junio 24

Como siempre, un maestro

Me refiero a Mark Twain, quien dijo una vez que sus arrugas eran un signo para justificar lo que se había reído a lo largo de la vida.

No está de más recordarlo ahora que se acerca el verano y el culto al cuerpo arrecia.

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lunes, junio 23

Acerca de nada

(Esta es una historia corta de Isaac Asimov, encontrada en los mensajes de una lista de distribución ya desaparecida)

Toda la Tierra aguardaba a que el pequeño agujero negro la arrastrara hasta su fin. A medida que el agujero negro se acercaba, Hieronymus notó que no había efecto gravitatorio. Lo estudió más atentamente y anunció, con una risita, que después de todo no se trataba en absoluto
de un agujero negro.

-No es nada -dijo-. Simplemente un asteroide vulgar al que alguien pintó de negro.

Fue asesinado por una multitud enfurecida, pero no por eso. Fue asesinado tan sólo después de que anunciara públicamente que iba a escribir una gran y emocionante obra acerca del episodio.

-La titularé Mucho adiós acerca de nada.- dijo.

Toda la humanidad aplaudió su muerte.

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viernes, junio 20

El patrón oro

(Parte de un artículo de Luis de Guindos en el suplemento dominical de El Mundo...Una de estas cosas que hay que saber, ni más ni menos)

El patrón oro fue un sistema cambiario y de pagos que alcanzó su máxima extensión y popularidad entre finales del siglo XIX y la Primera Guerra Mundial, cuando la mayoría de los países importantes como Gran Bretaña, EEUU, Francia, Alemania e incluso España lo adoptaron.

Consistía en que cada país se comprometía a mantener una paridad fija en términos de oro de su moneda -por ejemplo, en el caso de España la paridad era de 31 pesetas por 9 gramos de oro- lo que generaba un sistema de tipos de cambio fijos entre las monedas de los diferentes países.

Además, los países participantes aceptaban comprar su moneda a dicha paridad sin restricciones y no limitaban los flujos de capitales entre ellos, de modo que las naciones con superávit de balanza de pagos experimentaban entradas de capitales y los que contaban con déficit veían salidas.

La gran ventaja del patrón oro fue que facilitó seguramente el período de menor inflación de la economía mundial, ya que el crecimiento de la cantidad de dinero dependía de las adiciones de oro al stock existente, que siempre eran reducidas. Por tanto, a diferencia de los sistemas de
dinero fiduciario, el crecimiento de la oferta monetaria venía determinado por el descubrimiento de minas de oro y quedaba más allá de la voluntad de los gobiernos o de los banqueros centrales.

Por otro lado, durante esta etapa se dio la mayor expansión conocida del comercio internacional y de los movimientos de capital. Si a esto añadimos que los flujos migratorios nunca fueron tan intensos, el patrón oro se puede decir que impulsó lo que hoy llamamos globalización como nunca en la historia económica del mundo, incluida la etapa actual.

Sin embargo, tal vez la gran ventaja del patrón oro era que proporcionaba un método sencillo de ajuste de los desequilibrios de balanza de pagos. Si un país, por cualquier razón, empezaba a producir mercancías más baratas que sus competidores, entonces sus exportaciones se veían impulsadas al alza y las importaciones se reducían, generando un superávit que se saldaba con una entrada de capitales -divisas u oro- que incrementaba su oferta monetaria, lo que vía inflación reequilibraba la balanza de pagos. Lo contrario ocurría con los países con déficit, ya que la consiguiente salida de capitales reducía su oferta monetaria generando tensiones deflacionistas que mejoraban su competitividad y, por ende, eliminaban el déficit. En definitiva, en el patrón oro los movimientos internacionales de capitales determinaban las políticas monetarias domésticas y las tasas de inflación relativas, ajustando la competitividad de los países, equilibrando así de modo natural los desequilibrios externos.

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martes, junio 17

Hospitalidad beduina

(Cuento sobre la hospitalidad extraido de un artículo de Claudio Coelho en el XL Semanal)

Dos hombres estaban cruzando el desierto cuando avistaron la tienda de un beduino y se aproximaron para pedir abrigo. Aunque eran unos desconocidos, fueron recibidos según manda el código de conducta de los nómadas: se sacrificó un camello y se sirvió su carne en una espléndida cena.

Al día siguiente, puesto que los huéspedes continuaban allí, el beduino ordenó que se sacrificase otro camello. Los dos hombres, asombrados, dijeron que aún sobraba muchísima carne del día anterior.

–Sería vergonzoso ofrecer comida vieja a mis huéspedes –se limitó a responder. Al tercer día, los dos extranjeros despertaron temprano y decidieron continuar su viaje. Como el beduino no estaba en casa, le dieron cien dinares a su mujer, sin dejar de pedir disculpas por no poder esperar, puesto que si se entretuviesen mucho allí, el sol terminaría quemando demasiado.
Ya llevaban caminando unas cuatro horas cuando escucharon una voz que los llamaba a sus espaldas. Se dieron la vuelta y vieron que era el beduino, que los venía siguiendo, y en cuanto los alcanzó, arrojó el dinero en el suelo frente a ellos.

–¡Con lo bien que yo os recibí! ¿Es que no tenéis vergüenza?

Los extranjeros, sorprendidos, dijeron que sin duda los camellos debían de valer mucho más que eso, pero que no tenían mucho dinero.

–No me refiero a la cantidad –respondió–. El desierto acoge a los beduinos allá donde vayan, y nunca nos pide nada a cambio. Si tuviéramos que pagar por ello, ¿cómo podríamos vivir? Recibiros en mi tienda es devolver apenas una pequeña parte de lo que la vida nos ha regalado.

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lunes, junio 16

Casualidades afortunadas

(Encontrado en Peluche)

En el siglo XI, una epidemia de peste había azotado el territorio de Hungría diezmando a la población. Cansado de esperar la ayuda divina y desesperado por la situación, el rey Ladislao disparó una flecha al aire dentro de su jardín, la cual atravesó una planta de genciana. En la creencia que se trataba de una respuesta celestial, probó darle un té de genciana a sus súbditos enfermos, los cuales a los pocos días se levantaron de sus lechos, y así pudo detener la tan temida epidemia.

En el siglo XX se pudo descubrir que la raíz de genciana contiene una sustancia antibiótica, denominada genciopicrina, la cual ha sido ensayada con gran éxito contra varios gérmenes infectantes.

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viernes, junio 13

Ecología de antes de ayer

Y es que no somos la primera generación en darnos cuenta de que estamos destrozando el planeta...

"Los bosques preceden a las civilizaciones, los desiertos las siguen."

François-René de CHATEAUBRIAND

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jueves, junio 12

Sentido común

(Lo leí hace poco como introducción a un escrito académico)

"La ciencia está construida con hechos como una casa está construida con ladrillos. Pero un conjunto de hechos no es una ciencia más que un montón de ladrillos es una casa."

Jules Henri Poincare

En realidad va en el mismo sentido del anuncio aquel (¿de Nike?) que declaraba que la potencia o la fuerza sin control no servían para nada.

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miércoles, junio 11

Palabra de caballeros

Hoy incluyo una de esas historietas históricas con las que de vez en cuando nos deleita Arturo Pérez Reverte desde el suplemento dominical XL Semanal.

Como de costumbre, quien quiera leersela entera, en:
http://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_edicion=3167&id_firma=5050

[...]El de hoy se refiere al dos de mayo de 1808, cuando Madrid estaba en plena pajarraca insurreccional contra las tropas francesas. Es rigurosamente verídico, aunque parezca esperpento propio de una película de Berlanga. Y es que, a veces, también la España negra tiene su puntito.

Todo empezó con una carta escrita a media mañana, cuando la ciudad era un tiroteo de punta a punta, la gente sublevada peleaba donde podía, y la caballería francesa cargaba contra paisanos armados con navajas en la puerta del Sol y la puerta de Toledo. La carta iba dirigida al director de la Cárcel Real de Madrid –situada junto a la plaza Mayor, hoy sede del ministerio de Asuntos Exteriores– por Francisco Xavier Cayón, uno de los reclusos, y estaba escrita en nombre de sus compañeros: «Abiendo advertido el desorden que se nota en el pueblo y que por los balcones se arroja armas y munisiones para la defensa de la Patria y del Rey, suplica, bajo juramento de volber a prisión con sus compañeros, se les ponga en libertad para ir a esponer su vida contra los estranjeros». Entregada al carcelero jefe Félix Ángel, la solicitud llegó a manos del director. Y lo asombroso es que, en vista del panorama y de que los presos, ya artillados de hierros afilados, tostones y palos, estaban montando una bronca de órdago, se les dejó salir a la calle bajo palabra. Tal cual.

Ahora imagínense el cuadro. Sin mucho esfuerzo, porque la Historia conservó los pormenores del episodio. De los noventa y cuatro reclusos, treinta y ocho prefirieron quedarse en el estarivel, a salvo con los boquis, y cincuenta y seis caimanes se echaron al mundo. Eran, claro, lo más fino de cada casa: gente del bronce y de puñalada fácil, chanfaina de los barrios crudos del Rastro, Lavapiés y el Barquillo, brecheros, afufadores, jaques de putas, Monipodios, Rinconetes, Cortadillos, Pasamontes y otras prendas, incluido un pastor de cabras que había dado unas cuantas mojadas a un tabernero por aguarle el morapio. Y, bueno. Como digo, salieron. De estampía. Lástima de foto que nadie les hizo. Porque menuda escena. Ignoro cuántas ermitas visitaron de camino aquellos ciudadanos para entonarse de uvas antes de la faena; pero unos franchutes, que manejaban en la plaza Mayor un cañón con el que hacían fuego hacia la calle de Toledo, vieron caerles encima una jábega de energúmenos morenos, patilludos, tatuados y vociferantes, que a los gritos de «¡Viva el rey!» y «¡Muerte a los gabachos!» se los pasaron literalmente por la piedra de amolar, dándole ajo a siete. En pleno escabeche, por cierto, se incorporó a la peña otro preso del talego del Puente Viejo de Toledo, que se había abierto sin ruegos ni instancias, por la cara. Se llamaba Mariano Córdova, era natural de Arequipa, Perú, y tenía veinte años. Venía buscando gresca y se les unió con entusiasmo. Ya se sabe: Dios los cría.

El zafarrancho de la plaza Mayor duró un rato, y tuvo su aquel. Los presos dieron la vuelta al cañón de los malos y le arrimaron candela a un escuadrón de caballería de la Guardia Imperial que cargaba desde la puerta del Sol. Al cabo, faltos de munición, inutilizaron el cañón y se desparramaron por las callejuelas del barrio, cachicuerna en mano, buscándose la vida. Entre carreras, navajazos y descargas francesas, palmaron el peruano Córdova y el ilustre manolo del barrio de la Paloma Francisco Pico Fernández. Su compañero Domingo Palén resultó descosido de asaduras y acabó en el Hospital General, y dos presos más se dieron por desaparecidos y, según los testigos, por fiambres. Pero lo más bonito, lo pintoresco del colorín colorado de esta singular historia, es que, de los cincuenta y dos restantes, sólo uno faltó al recuento final. Entre aquella noche y la mañana del día siguiente, cincuenta y un cofrades regresaron a la Cárcel Real, solos o en pequeños grupos. Me gusta imaginar a los últimos llegando al alba –alguno visitaría antes a la parienta, supongo– exhaustos, ensangrentados, provistos de armas y despojos de franceses, con los bolsillos llenos de anillos, monedas gabachas, dientes de oro y otros detallitos, tras haber hecho concienzudo alto en cuantas tabernas hallaron de camino. Con una sonrisa satisfecha y feroz pintada en el careto, supongo. Cincuenta y un presos de vuelta, y uno sólo declarado prófugo. Cumpliendo como caballeros, ya ven. Gente de palabra.

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martes, junio 10

Definiciones

(Leído en la revista Edge, y en Cambalache, donde tenía la traducción)

Cuando al pensar cambias de idea, eso es Filosofía.
Cuando Dios te hace cambiar de idea, eso es Fe.
Cuando los hechos te hacen cambiar de idea, es Ciencia.

When thinking changes your mind, that's philosophy.
When God changes your mind, that's faith.
When facts change your mind, that's science.

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lunes, junio 9

¿Con gaseosa o con limón?

Esta es la típica pregunta que te pueden hacer al pedir una clara en bar, y si es con gaseosa, es bueno saber esto...
(Leído en Peluche, por cierto)

Para servir una “clara” (bebida que mezcla gaseosa con cerveza), es imprescindible echar primero la gaseosa. Si se vierte la gaseosa y la cerveza en dos vasos separados, se puede comprobar que sólo se forma una capa de espuma en el segundo.

Esto es así porque la cerveza contiene surfactantes, proteínas y otras moléculas que favorecen la formación de burbujas más estables en la capa superficial de la bebida. Sin embargo, las burbujas de la gaseosa estallan tan rápido que nunca llegan a crear una capa de espuma duradera.

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sábado, junio 7

Buscándose a si mismo

Y esta fue la respuesta del filósofo alemán Hermann Keyserling:

"El camino más corto para encontrarse a sí mismo es dar la vuelta al mundo"

Y se debió de quedar tan ancho...

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viernes, junio 6

Puro mayo del 68

(Y es que esta era una de sus consignas...)

"Sed razonables: pedid lo imposible"

No es menos cierto que los que buscaban la playa bajo los adoquines están todavía haciéndolo...y no creo que la encuentren :-)

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miércoles, junio 4

Sobre Virginia Woolf

(Esta frase es del sobrino de la escritora, Quentin Bell, y me pareció una forma muy curiosa de condensar la mente de una persona...)

"Para entender la psique de Virginia Woolf, uno tendría que ser Dios o Virginia Woolf, preferentemente Dios...."

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martes, junio 3

Amanecer en Manhattan

Este es un miniartículo del 30 de mayo de Carlos Fresneda, corresponsal de El Mundo en Nueva York. Es de estas cosas que, cuando las lees, deseas ver en persona.

"Más de 5.000 años separan las piedras de Stonehenge de los monolitos de Manhattan, y la vibración es sin embargo la misma cuando el sol se pone en el punto exacto y se produce ese mágico alineamiento que ocurre tan sólo dos días al año (29 y 30 mayo).

Cientos de neoyorquinos acudieron la cita cósmica con 'Manhattanhenge', convocados por Neil deGrasse Tyson, druida urbano y director del planetario...

"Cualquier excusa es buena para hacer que la gente mire al cielo, y ésta es sin duda una ocasión mágica". El fenómeno es visible en las cuadrículas que van de las calles 14 a la 57, pero la vista crepuscular por excelencia es la de calle 42, desde el observatorio de Naciones Unidas o entre los neones de Times Square.

Tyson explica una y otra vez cómo la cuadrícula casi perfecta de la Gran Manzana, con las calles enfilando del este hacia el oeste (con apenas 30 grados de desviación) hacen que se produzca esta danza celestial, presagio del auténtico solsticio.

Durante quince minutos, el sol encaja prodigiosamente en los cañones de Manhattan y las ventanas lo envuelven todo en una indescifrable bruma amarilla. Todo adquiere un aire irreal y hasta los taxistas desquiciados hacen un alto para rendir pleitesía al astro rey."

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lunes, junio 2

Resistir

Aunque lo he leido en el periódico del domingo, está recogido de la novela 'Los hijos de la libertad', de Marc Levy, y creo que es de E. Dancourt, sea quien sea.

"Me gusta el verbo resistir. Resistir a lo que nos aprisiona; a los prejuicios, a los juicios precipitados, a las ganas de juzgar, a todo lo que es malvado en nosotros; a las ganas de abandonar, a la necesidad de quejarse, a la necesidad de hablar de uno mismo en detrimento del otro, a las modas, a las ambiciones malsanas, al desconcierto ambiente. Resistir... y sonreír".

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domingo, junio 1

Friné, la utilidad de ser guapa

Mnésareté (que significa "conmemoradora de la virtud") era una hetaira griega famosa por su belleza que nació en Tespias en el año 328 aC. Su apodo, Friné, que significa sapo, se cree debido al especial color de su piel.

Además de su belleza, Friné era conocida por ser la amante y musa favorita de Praxíteles, quien se inspiró en ella para la creación de varias esculturas de la diosa Afrodita, la diosa del amor y de la hermosura. Entre ellas, la Venus de Cnido. También inspiró al pintor Apeles varios cuadros en los que la deidad aparece surgiendo de las aguas.

Friné ha pasado a la historia por dos anécdotas pincipalmente. En ellas, se ve lo importante que es ser lista además de guapa... ¡¡Qué poco ha cambiado el mundo en 2000 años, por cierto!!

La escultura:

Praxíteles le ofreció a Friné como pago a sus servicios, la escultura que ella quisiera de las que él tenía en el almacén.Friné no sabía de arte y no se veía capaz de decidir cual era su mejor pieza, así que urdió un plan.

Dio instrucciones a un sirviente para que durante una cena, irrumpiera diciendo que el almacén estaba en llamas. Praxíteles exclamó: "¡Salvad mi Eros!".Así ella supo que era la mejor obra y fue la que exigió acto seguido, obsequiándola luego a Tespias su ciudad natal.

El juicio:

Por rechazar a un personaje influyente que pretendía sus favores, Friné fue acusada de impiedad, lo cual era un delito muy grave en Grecia (de hecho ese fue el delito por el que se sentenció a muerte a Sócrates). Esto era debido a su continua comparación con la diosa Afrodita, comparación debida a su belleza, en efecto: Friné era la modelo de los escultores para representar a la diosa del amor, fertilidad y belleza femenina (se considera que la escultura llamada la Venus de Cnido es una representación de Friné).

Otras de las graves acusaciones que sobre Friné pesaban era la de haber violado el secreto de los Misterios Eleusinos, y falta de respeto por las creencias y ritos de Atenas.

Por petición de Praxíteles, durante el juicio fue defendida por el famoso orador Hipérides.
Hipérides fue incapaz de convencer a los jueces con su discurso, así que como último recurso, recurrió al amor y a la belleza e hizo desnudarse a Friné ante los jueces. Su argumento era que no parecía creible que fuesimpía una mujer con formas de diosa. Y, en caso de ser culpable, no se podía privar al mundo de tal belleza, la cual era un monumento vivo a Afrodita.

Así, con la contemplación del cuerpo desnudo de la joven, consiguió conmover a los jueces que la absolvieron de manera unánime.

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